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SENSEI (AKAME) cap 27 al 35

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SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 Empty Re: SENSEI (AKAME) cap 27 al 35

Mensaje por Saku-chan Jue Ene 19, 2012 4:51 pm

Amo este fic!!!

ojalá puedas subir conti pronto!~

te amaré toda tú vida XD
Saku-chan
Saku-chan

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SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 Empty Re: SENSEI (AKAME) cap 27 al 35

Mensaje por meiii.pindy Vie Ene 20, 2012 8:34 am

KAZOKU NO OMOI
(Recuerdos de familia)


La luz matinal entró a través de las cortinas.
Restregó los ojos, pues recibió los rayos del sol en pleno rostro. Soltó un ligero gemido de incomodidad y se giró quedando de frente contra el techo. Lentamente despertó y se encontró con la blanca piedra que lucía la parte superior de la habitación. Se estiró soltando un gran bostezo… Definitivamente le habían faltado horas de sueño, pero todo era culpa de sus hermanos mayores, los cuáles habían insistido brindar y cenar fuera debido a que no se habían visto en mucho tiempo.
Recordaba haber visto el reloj al momento de regresar a casa: las tres de la mañana. Habían tenido noches mucho más largas, pero esa fue tan cansada, que ni siquiera entró a ducharse para dormir (como era su costumbre).
Se sentó en la cama, echándose hacia atrás el cabello. Se quitó las cobijas de encima y de repente sintió el horrible frío abrazador del invierno. Estornudó y se dirigió rápidamente a la ducha, donde era más cálido.
En poco menos de media hora estuvo listo. Salió del baño y se paseó por su habitación, buscando su ropa para prepararse. Sacó un traje negro y una corbata del mismo color. Buscó unos calcetines oscuros y cuando estuvo totalmente vestido, se dirigió a su espejo de cuerpo entero para colocarse la corbata, observándose al mismo tiempo.
¿Hacía cuánto tiempo se había vestido con el mismo traje? Exactamente un año… y siempre procuraba verlo menos. No le gustaba vestir de negro porque siempre que lo hacía, recordaba el horrible accidente de sus padres…
Movió la cabeza en forma negativa. No se podía permitir derrumbarse en ese momento. Yuya necesitaría de la fuerza de todos sus hermanos, así que no serviría de nada si los dos menores se ponían a llorar en plena tumba.
Cuando terminó, se inspeccionó por la espalda y los costados. Impecable, como a sus padres les gustaba que se vistiera.
“Escucha, Kazuya-chan, es importante que aprendas que, como sea que te vistas, es importante que tengas una buena impresión de ti mismo. Debes estar impecable con lo que sea que uses, ¿entiendes? Porque no es correcto que andes por ahí con los pantalones sucios, los zapatos llenos de polvo o la camisa manchada. Recuerda que un hombre pulcro, no es solo vanidoso, sino también responsable. Siempre lleva eso contigo, hijo mío”
Las sabias y siempre rectas palabras de su padre. Él tenía razón. Ahora que era mayor, después de llevar consigo siempre esa enseñanza, es que era una persona responsable, madura y con un sentido de dar el cien porciento siempre. Por eso, nunca se había quejado de las palabras de su difunto progenitor.
Se arregló las mancuernillas prestadas por su hermano Yuichiro y terminando de peinarse el cabello (usando una coleta discreta para darle más realce a su imagen), se acercó a la cama, donde se sentó a un lado de un pequeño bulto que se movía de arriba abajo tranquilamente, como si respirara.
Kame puso una mano sobre la frazada y la movió gentilmente.
-Yuya-chan… despierta –lo llamó volviendo a sacudirlo.
No obtuvo respuesta. El menor, que estaba debajo de tres cobijas, dormido, no se movió y continuó respirando tranquilamente.
-Ne, no te hagas el dormido. Es hora de levantarse. Mientras más temprano vayamos, más rápido podrá regresar Yuichiro a Inglaterra. Además, Koji dejó a medias un trabajo importante y es preciso que regrese a Hong Kong antes de que termine la tarde –Kame buscó el límite de las frazadas, pero parecía que Yuya las tenía escondidas a propósito para no levantarse.
-Jadayo!~… -contestó Yuya desde el interior, con una voz tan caprichosa, que Kame tuvo qué suspirara para armarse de paciencia.
-Yuya… -se puso de pie y buscó por dónde podría jalar para descubrirlo- Anda, ya sabías que regresarían pronto. Nos lo dijeron ayer y prometiste comportarte.
-Jadayo!~ -insistió el menor, contrayéndose a sí mismo para hacer el bulto más pequeño.
-Ne, no me hagas esto –pidió Kame preocupado por el comportamiento de Yuya.
Era lo mismo de todos los años. Días antes del aniversario de sus padres, Yuya se la pasaba lo más animado posible, era como si gastará toda la energía que almacenaba todo el año, para al llegar la fecha, terminara como un deportista muerto de cansancio. No quería levantarse, no quería comer, mucho menos tenía ganas de salir. Cuando llegaban al cementerio, lloraba inconsolable, preguntando una y otra vez, por qué sus padres los habían dejado, por qué no se quedaron cuando él se los pidió y… por qué el causante de su accidente tuvo qué darse a la fuga y nunca fueron capaces de encontrarlo. Siempre se comportaba del mismo modo. Era como si acabaran de decirle que perdió a sus padres.
El psicólogo les dijo que era una reacción que iría disminuyendo con el paso de los años. Y tenía razón. El año anterior, Yuya había aceptado probar bocado las veces en que debían comer y se tragó las lágrimas al ver a Yuichiro y Koji partir. Sin embargo, el llanto en frente de la tumba de sus padres seguía siendo igual.
No era un secreto para sus tres hermanos mayores, que Yuya odiara con todo su corazón al tipo que provocó que sus padres murieran. Aún si era un chico muy dulce y alegre todo el año, el día siete de diciembre, su mirada se llenaba de odio y a veces gritaba que iba a encontrar al sujeto responsable y lo haría pagar (para que después, Koji lo abrazara para tranquilizarlo).
Para Kame, ver a Yuya de ese modo era muy doloroso, pero había prometido a sus padres que mientras sus hermanos lloraran, él sonreiría. Obviamente los primeros días después del accidente era muy difícil, y Yuichiro era el que tomaba la determinación de estar calmado para todos (pero Kame lo había descubierto en una ocasión, llorando solo en su habitación).
Tiempo después, uno a uno, los Kamenashi fueron recuperándose, pero debido a la corta edad de Yuya en ese entonces, le tomó más tiempo aceptar la cruda realidad y soportar las horribles burlas que le hacían en el colegio por ser huérfano.
Ahora que Kame lo pensaba… fueron afortunados por un lado, pues Yuichiro ya estaba trabajando y hacía dos años que había terminado la universidad. Koji apenas tenía un año de estudiar en ella y él apenas había terminado el Instituto. Así que, problemas económicos no tuvieron sino hasta que su sobrino nació.
Koji y Kame decidieron comenzar a trabajar para contribuir con un poco de dinero a la casa, y Yuya a veces se la pasaba solo en casa debido a que era el único que no tenía un trabajo. Yuichiro no se lo permitía. Decía que tenía la obligación de estudiar.
El menor de todos, era el que más había sufrido por tener escasos doce años cuando fue el accidente.
Antes de que Koji se graduara de la universidad, Yuichiro dijo que se iría a Inglaterra a trabajar por un tiempo. Honda lo había enviado para cubrir a un ejecutivo que estaba incapacitado y que solo sería por el corto tiempo de seis meses… pero debido a que la compañía se sintió satisfecha con su desempeño, terminaron ofreciéndole el puesto… y con eso vino la decisión más difícil para el mayor de los hermanos Kamenashi: quedarse en Inglaterra o regresar con su familia.
Primero, Yuya se opuso a que su hermano mayor se fuera, pero después de prometerle que solo sería por unos meses, aceptó y lo vio partir sintiéndose desolado. No quería perder a más seres queridos… Y cuando Yuichiro regresó para darles la noticia de que había aceptado el puesto en Inglaterra, Yuya no quiso saber de él. Se encerró una semana en su cuarto y no quiso salir ni siquiera para ir al colegio. Decía que odiaba a Yuichiro, que era un mentiroso y que poco le importaba la familia.
Koji y Kame hablaron con Yuya, pero no pudieron hacerlo entrar en razón, por lo que la fecha de regresar a Inglaterra llegó y Yuichiro partió junto con su familia, sin poder decirle adiós a Yuya de frente. Le escribió una carta y la dejó debajo de la puerta esperando a que su hermano menor saliera pero… No sucedió. No fue sino hasta meses después, que Yuya se disculpó con su hermano mayor.
Sin embargo, después vino Koji, quién consiguió un buen trabajo dentro de una firma importante de abogados y tuvo qué trasladarse hasta el otro extremo de Tokio. Otra nueva razón para que Yuya se enfadara.
Yuichiro supo de esa noticia y además de llamar para felicitar a Koji, habló seriamente con Yuya. Ni Kame ni Koji supieron de qué iba la plática, y quizá nunca lo sabrían. Desde entonces, Yuya actuaba con un poco más de madurez, y evitando cometer el mismo error que con el mayor de todos, despidió a Koji con un abrazo, sin poder evitar llorar, diciéndole que iba a extrañarlo.
Quedando Kame y Yuya solos en la casa de sus padres, decidieron que era hora de venderla y rentar un departamento. Siendo solo dos personas en una casa tan grande, sentían mucha nostalgia y además, aún si estaba llena de recuerdos, no podían vivir con ellos el resto de su vida.
Kame pidió la aprobación de sus hermanos mayores, los cuáles estuvieron de acuerdo, y en menos de un mes, Kame y Yuya vivían en otro vecindario diferente, cerca de la casa de Koji, quién ya vivía con su novia (su actual esposa).
En ese entonces, Kame cursaba el segundo año de su carrera universitaria y Yuya a punto de entrar al Instituto. Ambos eran mantenidos gracias al dinero que Yuichiro y Koji les daban cada mes, pero a parte de eso, Kame trabajaba a media jornada tres días a la semana en el negocio de los padres de Ueda.
Poco después, Yuya llegó con unos folletos de diferentes escuelas a las que quería entrar… Lo que desconcertó a Kame y a los demás, era que el menor quería encerrarse en un campus y pasar ahí casi todos los días de Instituto, podría salir en vacaciones de verano, invierno, fin de curso y la Golden Week. Ninguno de los hermanos mayores entendía qué se proponía… Quizá se había vuelto loco, porque el chico odiaba que sus hermanos se separaran entre sí.
Yuya le explicó que había entendido que no siempre permanecerían juntos, que cada uno haría su vida por su lado y él tenía qué aceptarlo aún sino le gustaba la idea. Además, no vivir juntos no quería decir quedarse solo, ni tampoco sentirse lejos. En los años siguientes a la muerte de sus padres, decía haber comprendido muchas cosas. Aún si Yuichiro se había ido a Inglaterra y Koji había dado la noticia de que preparaba la mudanza para Hong Kong, no sentía que fuera a separarse de ellos… porque no solo el apellido los unía, sino también el kazoku no akai ito (si es que eso existía. Kame pensaba que Yuya se lo había sacado de la manga).
Sin embargo, el que sintió como si le arrancaran una parte de su cuerpo fue Kame. Estaba tan acostumbrado a la compañía del menor que no sabía qué iba a hacer cuando llegara la mudanza por las cosas de su hermano, para llevárselas al campus que estaba en un lugar a tres horas de Tokio.
Aún si era una escuela muy cara, Yuya había logrado entrar con una beca del ochenta porciento, por lo que la cuota que tendrían qué pagar por la matricula del menor era bastante barata considerando el gran descuento que tenían.
Y, finalmente, cuando Yuya partió, Kame se dio cuenta que era el único Kamenashi que quedaba en Tokio, trabajando duramente para salir de la universidad, conseguir un trabajo y lograr sus ambiciones… llegando tan lejos como sus dos hermanos.
A menudo se preguntaba qué tipo de ambición tenía Yuya para su vida post-estudiante. Esperaba que no fuera buscar al “asesino” de sus padres de por vida, porque entonces se sentiría muy preocupado y… era triste para un chico tan inteligente.
-Kazuya, dame permiso –dijo la voz madura de Yuichiro, entrando al cuarto y acercándose a la cama para descubrir a Yuya.
Kame no dijo nada y se hizo a un lado, notando que sus dos hermanos mayores ya estaban vestidos y listos para irse al cementerio.
No supo cuánto tiempo había pasado desde que intentaba sacarlo de la cama, recordando los últimos cinco años para ellos cuatro: un verdadero reto de vida que superaron a que estuvieron apoyándose unos a otros.
-Yuya, sal de la cama –Yuichiro no intentó sacarlo por sí mismo.
-No quiero~ -contestó el menor con tono caprichoso.
-¿Por qué no te puedes comportar por un año? ¿Crees a nuestros padres les agrada saber cómo te portas? –cuestionó con tono duro.
-No quiero que se vayan… -contestó casi en un susurro que Kame sintió tan lastimero que tuvo qué voltear el rostro. Koji estaba tranquilo, de pie al umbral de la puerta.
-Todavía no nos iremos. Anda, sal de ahí y arréglate.
-Pero se irán después… ¿Por qué no podemos pasar las vacaciones de invierno juntos?~…
-Quedamos en que pasaríamos la Golden Week en Hong Kong con Koji, ¿cierto? No seas caprichoso y sal de una vez –le quitó las frazadas de encima de un tirón, asustando a Yuya.
El menor se sentó en la cama, abrazando una almohada sin mirar a Yuichiro.
-Pero para eso falta mucho tiempo… -contestó sintiéndose muy melancólico.
-Tendrás qué ser paciente.
-Yuichi-nii… ¿tú no nos extrañas? –Yuya levantó la mirada para ver su hermano mayor, quién no cambió la expresión dura de su rostro y dejó las frazadas en el límite inferior de la cama.
-Sabes que sí, pero todos tenemos cosas qué hacer. Koji debe regresar, yo tengo una reunión el martes y Kazuya tiene clases intensivas con Asahi TV a primera hora mañana –contestó sentándose en frente de Yuya-. Incluso tú debes regresar a tus clases para rendir las últimas semanas de diciembre, ¿cierto? –el menor asintió mirando hacia abajo- Anda. Vístete. Te esperaremos en la sala.
El mayor se puso de pie y caminó hacia la puerta de la habitación, con la misma cara seria y firme de siempre. Koji lo siguió dándole una mirada de consuelo a Yuya, mientras que Kame lo observaba temeroso de que dijera algo que hiciera enfadar a Yuichiro.
-¿Por qué siempre eres así, Yuichi-nii? –dijo de pronto Yuya aún con la cabeza baja y una mueca de profunda molestia.
Los dos mayores se detuvieron en el umbral de la puerta y solo Koji volteó con Yuya, dándose cuenta de que lloraba. Kame quiso intervenir, pero el menor volvió a hablar.
-¡¿No puedes mandar todo al demonio y quedarte un poco más porque te lo estamos pidiendo?!
-El único que lo está pidiendo eres tú, Yuya –Yuichiro ni siquiera volteó cuando le dijo eso, pero Kame podía adivinar que ya estaba molesto.
Yuya hizo un puchero de profundo rencor y volvió a acostarse en la cama, tapándose con las frazadas que Yuichiro le había retirado.
-¡Eres un tonto, Yuichi-nii! ¡¡Te odio!! –gritó debajo de la tela, con la voz quebrada.
-Ya he escuchado eso antes –Yuichiro salió de la habitación sin darle consuelo a Yuya o intentar consolarlo.
Kame y Koji se miraron mutuamente y de inmediato tomaron una determinación con solo sus ojos: Kame iría a hablar con Yuichiro, mientras que Koji intentaría consolar a Yuya, quién estaba llorando escandalosamente.
Al salir del cuarto, encontró al mayor de los Kamenashi en el balcón, fumándose un cigarro mientras observaba la panorámica de esa mañana. Él también a veces se lo preguntaba, ¿cómo era posible que Yuichiro siempre estuviera tan tranquilo, con aquella cara seria y dura el día del aniversario? Dudaba mucho que no sintiera dolor de tener qué regresar y recordar todo lo ocurrido hacía cinco años, ¿así que por qué no lo dejaba salir? Después de todo, estaba entre familia.
-Nii-chan… -lo llamó Kame abriendo la puerta corrediza del balcón.
El aludido volteó y le sonrió un poco, volviendo a mirar la ciudad.
-Tienes buena vista, Kazuya –comentó Yuichiro llevándose el cigarrillo a la boca.
Kame notó que su hermano temblaba, a decir verdad, solo temblaban sus manos. Cuando soltó la bocanada de humo, se dio cuenta que su boca también…
-¿Tienes frío? –preguntó el menor cerrando la puerta del balcón para que el ambiente frío no inundara la sala. Afuera estaba helando y no dudaba que comenzara a caer nieve esa tarde.
-No –fue lo único que dijo mirando el cigarro, evitando a Kame.
El menor no supo cómo comenzar la plática. Él más que Yuya, sabía todo lo preocupado que estaba por sus hermanos, que a menudo se preguntaba cómo estaban y tenía el deseo de regresar a Japón para continuar cuidándolos, como le dijo en una carta pero… Kame le había respondido que tenía una vida hecha en Inglaterra, una preciosa familia y que ahora debía ver por ellos. Aunque dolía, los Kamenashi eran la segunda prioridad para Yuichiro, porque así solía ser cuando un hermano dejaba el nido y se casaba.
-¿Sabes…? Yuya no es tan caprichoso como parece… Es solo que…
-Lo sé –lo interrumpió Yuichiro apagando su cigarro en la barda del balcón, tirándolo al bote que estaba en el mismo-. A veces no sé cómo manejarlo, pero si continúo accediendo a sus deseos, no va a crecer nunca…
-Se emocionó cuando supo que vendrían –agregó Kame recargándose en la barda del balcón mirando las calles que ya comenzaban a llenarse de gente-. Me dijo que se comportaría mejor éste año… pero creo que le afectó saber que no podría volver a verlos sino hasta marzo.
-No tengo más tiempo disponible… Yuya a veces me recuerda a mi hijo –suspiró cansinamente-, siempre diciéndome que no le doy el tiempo suficiente, que quiere que juegue más con él…
-Le dijiste a Yuya que antes ya habías escuchado un “te odio”. Yuichiro… no seas cruel, nunca te ha…
-No fue de parte suya… Me lo dijo Rui-chan –sonrió irónicamente al recordar cómo su hijo se lo había gritado la última vez.
-¿Eh? –Kame se sorprendió, porque de lo poco que recordaba de su sobrino, cuando todavía vivía en Japón, era que el niño adoraba a su padre y no sería capaz de decirle semejante cosa- ¿Por qué te dijo algo así?
-Porque no pude ir de vacaciones con ellos a España.
-… Pero debería de entender…
-Tiene cuatro años, Kazuya. Aún es muy pequeño para comprender que necesito trabajar por su bienestar y el de su madre…
-Demo… -Kame se quedó pensando en un buen consuelo para Yuichiro. Parecía que el estrés de la vida familiar y el trabajo estaban acabándolo, porque parecía tener cinco años más de los que tenía- ¿sabes? Cuando sea grande estoy seguro que te comprenderá, y no solo eso, si yo fuera tu hijo te admiraría mucho. Ahora que soy tu hermano, me siento orgulloso de ti y sé que cuando Rui-chan crezca, sabrá apreciar todo lo que has trabajado para que no pase por ningún tipo de necesidad.
-¿Tú crees? –Yuichiro miró a Kame de reojo, sonriendo ahora por la tranquilidad que le transmitían las palabras del menor.
-¡Claro! Lo mismo con Yuya-chan –asintió-. Aunque esté molesto porque no puede verte con la frecuencia que quiere, de seguro está orgulloso de ti, por todo lo que has logrado y hasta donde has llegado. Solo que… Ya sabes cómo se pone hoy…
-Sí lo sé… Pero él también debe comprender que no es el único al que le duele venir a recordar lo que pasó hace cinco años –volvió a suspirar y el cálido vaho salió por su boca-. Sé que por su corta edad le quedó un trauma por el accidente, pero debe aprender a ser fuerte.
-Lo será, nii-chan. Solo dale tiempo, aún es un adolescente.
-Un adolescente que en meses será un adulto. Tú también lo mimas demasiado, Kazuya, es por eso que está más malcriado que el año pasado –dijo Yuichiro con tono más duro.
-Lo siento, nii-chan –Kame bajó la cabeza, sintiéndose como niño de diez años.
-En fin… -abrió la puerta del balcón y salió a la sala, seguido por Kame.
-¿A dónde vas? –preguntó el menor, cerrando la puerta.
-A ver si sigue lloriqueando.
Kame sonrió alzando una ceja. El carácter de Yuichiro jamás sería como el de Koji y el suyo, sino que prefería hacer las cosas con poca delicadeza y ternura, pero eso no quería decir que no estuviera igual de preocupado… Solo era una persona más dura que el resto, y eso no era malo.
Desde que tenía memoria, Yuichiro solo había dado unos cuantos abrazos. Seguramente los demás se los llevaban su pequeño hijo y su esposa. Pero entre hermanos, el mayor daba más palmadas en la espalda que abrazos. Los que recordaba claramente siempre habían sido para Koji y él, pero a Yuya lo abrazó tan poco que una barrera de respeto se había hecho entre ambos.
Siempre que Yuya le alzaba los brazos cuando era un bebé, Yuichiro se limitaba a acariciarle la cabeza y pasar de largo. Solo cuando se lastimaba o lloraba mucho, era cuando se merecía un abrazo del mayor…. Y curiosamente, Yuya le tenía mucho afecto a Yuichiro. Lo seguía a todos lados, buscando su atención… y aún lo hacía. Aunque tenía más comunicación con Kame, al mayor de todos era al que más respetaba y buscaba para que lo mimara (lo último siempre terminaba en intentos frustrados porque Yuya terminaba enfadándose por lo frío que era Yuichiro).
Pero así era su forma de ser, y si se lo preguntaban, nunca le diría que la cambiara, porque gracias a él habían salido adelante con la tragedia que tuvieron qué vivir hacía años… Solo, le
hubiera gustado que Yuichiro llorara lo suficiente a sus padres, pero debido a que era el mayor y debía sostener a la familia, se reprimió mucho el desahogo.
Caminó hasta la habitación y se quedó de pie en el umbral, observando que Yuya abrazaba a Yuichiro mientras continuaba llorando, y como siempre, el mayor le acariciaba el cabello, con una sonrisa de culpabilidad.
Koji estaba recargado en el tocador, observándolos.
Sí… Definitivamente Yuichiro jamás iba a cambiar…
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Mensaje por meiii.pindy Vie Ene 20, 2012 8:42 am

BOKUTACHI NO RYOUSHIN NO KINENBI
(El aniversario de nuestros padres) parte 1

“El mismo paisaje del año pasado… Muy poco ha cambiado y me gustaría que hubiera siquiera algo diferente…
Esto me hace sentir nostálgico, porque ¿cuántas veces hemos pasado por aquí? CINCO. Es fácil de contar porque creo que cuando alguien pierde a sus padres de manera trágica, llevas un conteo más preciso del tiempo que ha pasado… Aunque ahora que lo pienso… siento como si hubiera sido ayer y… ¡cómo pasa el tiempo!
En este momento, ahora que me siento tan melancólico, quisiera verte Jin. Que me abraces, que me asegures que no voy a perderte y que en caso de tener qué separarnos, me asegures que siempre seré especial.
Comprendo a Yuya… Perder a alguien que quiero fue muy doloroso, casi devastador. No quisiera volver a pasar por eso, porque no estoy seguro de tener la fuerza suficiente… y si te pierdo a ti, Jin, estoy seguro de que mi mundo se desmoronaría… Quisiera saber, desde cuándo te volviste tan indispensable para mí.
Estoy seguro que mis padres están contentos de ver cuánto me quieres y cuidas, porque ellos pueden verlo todo desde donde se encuentran… por eso sé, que te conocen quizá mejor de lo que yo lo hago, por eso… no tengo miedo de que vayas a acompañarme a visitarlos. Sé que desde el principio tuviste su aprobación.
Aunque…”
Kame miró a los dos asientos delanteros donde iban Yuichiro y Koji. Pensaba que aunque sus padres estuvieran de acuerdo, era más difícil convencer a la gente a su alrededor, aquellos que estaban vivos y que no podían ver el interior de una persona.
Volvió a dirigir la mirada hacia la ventanilla, pensando en si Jin ya habría llegado al sitio acordado: a las puertas del cementerio.
-¿Estás muy callado, Kazuya? ¿Tan rápido ya te entró la nostalgia? –preguntó Koji mirándolo por el retrovisor.
-¿Eh? –salió de sus pensamientos y volteó con su hermano mayor, sin haber escuchado ninguna de sus preguntas.
-Vienes muy pensativo, Kazuya –dijo Yuichiro también mirándolo por el retrovisor-. ¿Qué pasa?
-Ah, no es nada. Solo estaba buscando alguna diferencia en el paisaje pero… han pasado cinco años y está igual que antes –contestó el menor volviendo a mirar por la ventanilla.
-Es cierto –dijo Koji imitando a Kame.
-Es porque el lugar que escogieron nuestros padres es fuera de Tokio, por el camino rural. Estos terrenos son preservados por el gobierno para que no se destruya su vegetación –dijo Yuichiro sin distraerse demasiado con las vistas que ofrecía la carretera.
-A propósito, Kazuya –lo llamó Koji dejando de lado la panorámica-, ¿ya tienes novia?
-¿Eh? –Kame volvió a poner atención a su hermano mayor, pero en ésta ocasión se sonrojó sin poder evitarlo.
-Ah, es cierto –Yuichiro miró a Yuya y Kame por el retrovisor y después volvió a poner atención al camino-. Kazuya tiene permiso de tener novias, pero tú no, enano. Así que será mejor que calmes tus hormonas, ¿entiendes?
-¡¿Ah?! ¡Nii-chan! –se quejó Yuya inflando las mejillas- Ya no soy un niño...
-Como si lo fueras –contestó Yuichiro con determinación y después volvió a dirigirse a Kame-. Anda, dinos si ya tenemos cuñada.
-Ah… -bajó la mirada a sus rodillas, sin poder disipar el rubor de sus mejillas.
-Creo que sí~ -se burló Koji con una sonrisa pícara, apoyándose en el respaldo del asiento para ver mejor la expresión de su hermano menor-. ¡Dinos cómo es!
-Ah… -apretó los labios. No esperaba que fueran a sacar el tema tan rápido. De hecho, cuando fueron a cenar anoche, estaba nervioso porque fueran a preguntarle, pero parecía que olvidaban ese detalle.
-Kazu-nii no tiene novia –interrumpió Yuya cruzándose de brazos y piernas, mirando por la ventanilla-. Tiene novio y se llama Akanishi Jin.
-¡¿Eh?! –preguntaron Yuichiro y Koji sorprendidos.
El mayor frenó inmediatamente, saliéndose del camino y dejando pasar a los demás automóviles, que reclamaron por el movimiento brusco haciendo sonar sus bocinas.
-¡¡Nii-chan!! ¡Ten más cuidado! –se quejó Yuya muy asustado, mientras que Kame también lo estaba. No esperaba una reacción así de Yuichiro.
-¡Yuichi! ¡Ten cuidado, ¿quieres?! –protestó Koji que se había golpeado ligeramente la cabeza.
-¡¿Qué fue lo que dijiste, Yuya?! –Yuichiro ignoró todas las protestas y le clavó la mirada a Yuya, después de todo, era el que mantenía más contacto con Kame- ¡Repítelo!
-… Cálmate, Yuichi-nii… -dijo Yuya asustado.
-¡Dilo! –volteó con Kame que estaba muy asustado, pero no quería negar a Jin y…
-Fue una broma. Son buenos amigos nada más. Lo conocí ante noche –contestó el menor de todos, esbozando una sonrisa tonta.
-¡Es una broma de muy mal gusto! ¡Discúlpate inmediatamente con Kazuya!
-Yuichi, cálmate –dijo Koji jalando a Yuichiro por la manga de su saco negro-. Ha sido una broma. No tienes por qué ponerte así.
-Nii-chan, no hace falta que Yuya se disculpe. Así nos llevamos a veces –contestó Kame para salvar a su hermano pequeño de otro regaño.
-Bien… Lo siento… -dijo Yuichiro suspirando un poco más tranquilo. Miró de reojo a Yuya y notó que tenía la cabeza baja, como si estuviera apenado. Entonces alargó su mano y le rozó una mejilla para hacerlo voltear- Lo siento… Me asustaste, enano…
-Hai… -Yuya asintió con una sonrisa discreta y se quedó tranquilo.
Sin decir más, Yuichiro puso en marcha el coche y volvió a la carretera, dejando un ambiente de profunda tensión en el mismo.
Yuya miró de reojo a Kame y le alcanzó la mano con discreción, haciéndolo voltear. Con una pequeña mirada y una mueca le pidió perdón por abrir la boca de más, y Kame le sonrió moviendo negativamente la cabeza, haciéndole saber que no era culpa suya.
Sin embargo, los temores de Kame se volvieron realidad: Yuichiro no aceptaría tan fácilmente a Jin.
Media hora después, Yuichiro aparcó en frente de las paredes del panteón, las cuáles estaban impecablemente blancas.
-Vaya… Le dieron mantenimiento –dijo Koji al notar la limpieza de los muros.
-Ya era hora. Se veía muy feo el año pasado –comentó Yuya saliendo del auto, sintiendo su corazón muy chiquito cuando vio la entrada… Siempre tenía la misma sensación.
-Kazuya, baja las flores, por favor –dijo Yuichiro también saliendo del auto.
-Hai~ -contestó Kame tomando los ramos de diferentes tipos de flores: eran dos idénticos.
-Te ayudo –dijo Yuya apresurándose para tomar uno, mientras Kame le sonrió en forma de agradecimiento.
-Vamos, niños –dijo Koji que seguía a Yuichiro, quién ya había pasado el umbral del lugar.
-Ah, yo esperaré a Tat-chan y a unos amigos –dijo Kame quedándose de pie a un lado del auto.
-¿Un amigo? ¿Vendrá Uepi-kun? –preguntó Koji ladeando la cabeza, provocando que Yuichiro se detuviera y volviera a salir para saber qué ocurría.
-Hai –asintió Kame sonriendo.
-¡Vaya! ¡Hará tres años que no sé nada de él! –dijo Koji emocionado.
-Dijo que quería venir a saludarlos, y también a mamá y papá.
-Ah, hace mucho que no veo a ese chico –interrumpió Yuichiro haciendo cuentas de cuándo fue la última vez que lo vio.
-Entonces los alcanzaré después, ¿ne? –propuso Kame esperando poder ver pronto a Jin y darle un beso, abrazarlo y decirle cuánto lo había extrañado el día anterior.
-No es necesario que te quedes tú solo –interrumpió Koji-. Esperaremos contigo.
-Ah… pero… no tienen por qué hacerlo, es decir… -apretó los labios buscando una buena excusa.
-Dijiste unos amigos. Quiero conocerlos –dijo Yuichiro metiéndose las manos en el abrigo negro.
-Son un par de profesores que conocí en la escuela de idiomas –contestó Kame sintiendo desesperación por no poder tener un momento a solas con Jin antes de entrar, sobre todo porque se sentía un poco inquieto.
-¡Oh, no puedo esperar entonces! –dijo Koji emocionado.
Yuya vio la cara de desesperación de su hermano y supo que tenía qué ayudarlo de alguna manera, por lo que le quitó el segundo ramo de flores y caminó hasta la entrada del cementerio.
-Pues yo quiero ya darle las flores a papá y mamá. No puedo esperar –dijo caprichosamente, sin esperar a ninguno de los tres.
-¡Ah! Chotto! ¡Enano, regresa! –dijo Yuichiro siguiendo al menor.
-Yuichi, déjalo. Quédate con él y nosotros los alcanzamos, ¿ne? –dijo Koji sonriendo con una ceja alzada por la desesperación de Yuya.
Cuando Yuichiro se fue, Kame le agradeció a Yuya internamente, pero sus esfuerzos habían sido en vano porque Koji se había quedado… Definitivamente no iba a poder besar y abrazar a Jin como quería…
-Koji-nii… -lo llamó Kame metiéndose las manos en el abrigo negro.
-Dime.
-¿Puedo decirte un secreto? –no quería seguir ocultándolo, y sabía que Koji podría comprenderlo, al menos lo haría si se lo decía correctamente.
-¿Un secreto? –Koji volteó con Kame alzando la ceja, pero después sonrió- ¿Qué tipo de secreto?
-Es muy delicado… pero es algo que me hace muy feliz… ¿Podrías guardarlo? No quiero que nii-chan se entere todavía –contestó Kame mirando a Koji con súplica.
-¿Algo que te hace muy feliz? –se desconcertó porque era una forma muy inusual de guardar un secreto y además, nunca se escondían cosas entre sí.
-La verdad es que sí tengo pareja –se arriesgó al soltarlo tan rápidamente antes de que Koji prometiera no decir nada pero… no quería esconderle nada a su familia.
-¿En serio? ¿Por qué no dijiste nada cuando…?
-Porque Yuya dijo la verdad –lo interrumpió sintiendo mucho miedo a la reacción de su hermano mayor.
Entonces Koji se quedó callado de inmediato. No supo qué contestar ni cómo decirlo… pero estaba consternado por lo que acaba de escuchar.
Kame esperó el rechazo debido a la expresión que ahora tenía Koji en el rostro: incredulidad.
-Ya me imaginaba que algo bueno te había pasado… porque te ves inusualmente bien, Kazuya. Mucho mejor que el año pasado y… -sonrió con ironía- ¡Hombre! Yuichiro siempre dice que aunque Yuya sea el menor, el más lindo de todos eres tú y… sinceramente ayer que te vi en el aeropuerto me pareciste… No sé… Te ves diferente… Más lindo… Etto… no sé si me entiendas…
-Sí, sí te entiendo –contestó Kame bajando la mirada y sonriendo, sonrojándose por las palabras de su hermano mayor. Esperaba otra reacción pero… era Koji, siempre buscaba el lado bueno de las cosas.
-¿Sabes…? El año pasado me tenías muy preocupado –le acarició la mejilla a su hermano, sintiéndose aliviado de poder decirle lo siguiente-. Dijiste que querías casarte con Yoko y que ibas a conquistarla a como diera lugar. Recibí tu carta de cuando le diste el anillo y que esperabas una respuesta de ella… No supe qué pensar… Estaba casi seguro de que si te aceptaba, te haría sufrir demasiado porque… no es una mujer de un solo hombre, Kazuya, pero… no quise hacerte daño. No sabía cómo decírtelo…
-Entiendo –asintió Kame sonriendo apenado.
-Pensaba que iba a encontrarte muy triste… El año pasado tus ojos no brillaban, Kazuya –le levantó el rostro para poder verlos-. Tienes los ojos de mamá, ¿sabías?
-Papá siempre me lo dijo –asintió sintiéndose orgulloso de ello.
-Ahora que te encuentro así… ¿Quién soy yo para decirte que es una mala decisión? ¡Mírate! –le arregló el abrigo y le quitó una hoja de la cabeza- Sea hombre o mujer… Kazuya, si te hace feliz no tienes por qué avergonzarte.
-No me siento así –corrigió el menor sintiéndose muy feliz por las palabras de Koji.
-Me alegro… No creas que estoy cien porciento de acuerdo pero… si tú eres feliz, si te hace sentir así, no puedo decirte que lo dejes, Kazuya. No puedo decirte que está mal porque… porque eso es decisión tuya. Ya me olía algo, ayer que hablaste de tu superior del trabajo… Es él, ¿verdad? –Kame asintió sonrojándose, esperando que Yuichiro no fuera igual de perceptivo que Koji- Lo noté en tus ojos, Kazuya. Tenían un brillo muy especial…
-¿Crees que nii-chan…? –preguntó preocupado.
-No. No te preocupes, me habría dicho algo ayer por la noche –le alborotó el cabello y Kame no se quejó. Respiró aliviado.
-Quiero decirle pero…
-Va a estar completamente en contra –lo interrumpió Koji con pensar, viendo que Kame lo observaba con un dejo de preocupación-, pero no creo que debas ocultárselo. Después de todo, Yuichiro ha trabajo siempre por nosotros… merece que seas sincero y… algún día estoy seguro que te va a entender.
-Hai… -contestó desanimado.
-Tranquilo… Yuichi puede berrear, patalear, gritarte, darte miles de razones por las que piensa que está mal pero… no te obligará a que lo dejes. Te lo aseguro –atrajo a Kame para abrazarlo y sintió las manos de su hermano menor, rodeándolo también con timidez y miedo.
-Gracias, Koji-nii… -contestó Kame en un susurro.
-No tengas miedo… Yuichiro nunca te va a rechazar por eso… Tendrá miedo y estará asustado, pero no puede rechazara a ninguno de nosotros, porque somos hermanos y… porque somos lo único que queda, ¿entiendes?
-Sí –asintió sabiendo que se refería que debido al accidente, Yuichiro sentía que por nada del mundo debía dejar desamparados a sus hermanos.
-Ah… Supongo que es él… -liberó a Kame y éste volteó de inmediato hacia atrás, descubriendo a Ueda, Maru y Jin que se bajaban del coche de su novio.
-Hai! –contestó Kame emocionado, dándose cuenta de cuán feliz se sentía de verlos, presentes para él y el difícil día que le esperaba dentro del cementerio.
No perdió el tiempo y corrió para saludar a sus amigos y tirarse a los brazos de Jin. Aún si estaba su hermano presente, no le importaba, porque quería sentirlo, tenerlo cerca y armarse de valor para no terminar llorando dentro… Curiosamente, ese año se sentía más débil y necesitado… y sabía que Jin le daría esa fuerza.
-¡Kazu-chan! –dijo Jin sorprendido y casi en un susurro para no llamar mucho la atención de aquel hombre que los esperaba metros adelante, que tenía parecido con Kame y obviamente, debía ser su hermano.
-Jinjin~ -fue lo único que Kame dijo, refugiándose en sus brazos, quién lo había abrazado por la cintura.
-Ah… Es Koji –dijo Ueda alzando la mano para saludarlo, viendo con alegría que el mayor le respondía. Quería decir que lo recordaba-. No te preocupes, Akanishi –bajó la mano-, él no te castrará. Es como una mamá, comprensivo y cálido. De Yuichiro es de quién debes cuidarte.
-Tat-chan, deja de meterle miedo a Jin, ¿quieres? –pidió Maru con tono cansino. Ueda se la había pasado hablando de la familia de Kame durante todo el camino y no logró más que poner tenso a Jin.
-Si se te dejó ir, entonces es porque Koji ya lo sabe –dijo Ueda mirando a Kame, completamente feliz y sonriente entre los brazos del otro.
-Jinjin~ -volvió a decir Kame de forma mimosa, acurrucándose más.
-Ya estoy aquí, tranquilo… -le susurró Jin besando su cabello de forma tímida, intimidado por la mirada que sentía de parte de Koji.
-Jinjin~ -repitió Kame por aquel beso.
-Algo me dice que… está el triple de mimoso, ¿ne? –comentó Maru observando a Kame como si quisiera dormirse sobre Jin.
Debido al comentario, Kame se escondió y soltó una ligera risita de pena. Era cierto que estaba comportándose muy mimoso, pero era porque estaba feliz de que Koji lo aceptara y además, ansiaba mucho ver a Jin ese día.
Si Yuya se ponía sentimental, él sin duda estaba rayando en lo cariñoso… Aunque no podía decir lo mismo una vez que entraran a ver a sus padres.
-Hola, Koji-kun, es bueno volver a verte –dijo Ueda saludándolo cuando el mayor se acercó.
Jin quiso alejar a Kame, pero éste se negó y se aferró más a él, dejando salir un suspiro de comodidad. Vio a Koji acercarse y lo observó mientras saludaba a Ueda.
-Lo mismo digo, Uepi-kun –contestó Koji sonriendo, y de inmediato miró a Maru, que estaba al lado de Ueda-. ¿Amigo de Kazuya?
-Hai. Nakamaru Yuichi desu –se presentó el aludido con una inclinación de cabeza.
Koji volteó con Jin, que luchaba gentilmente por quitarse de encima a Kame, quién aún sonreía abrazándolo.
Jin se sintió más nervioso cuando se dio cuenta que eran observados por uno de los hermanos mayores, y recordó las palabras de Maru:
“De quién deberías preocuparte es de los mayores. Tat-chan me ha contado que son muy posesivos con los menores… así que creo que vas a tener qué hacer muchos méritos con ambos.”
De solo recordarlo, comenzaba a sentir mucho calor por los nervios, y eso que hacía mucho frío en aquella parte de la ciudad. No quería dar una mala impresión y Kame no estaba ayudando en nada a formarla.
-Kazu… tu hermano nos está mirando… -dijo Jin sin quitarle la vista de encima a Koji.
-¿Y qué?~ -contestó en un susurro.
-No seas así… Me hace sentir nervioso.
-No te hará nada~
-Pero déjame presentarme siquiera…
-Estás usando “eso”, ¿verdad? –refiriéndose al perfume, pues pudo notar después de suspirar profundamente, que olía característicamente a aquella fragancia que le había pedido que usara todos los días.
-Kazu… -susurró con paciencia para hacerlo separarse.
-Está bien, no te preocupes. Así suele ser de malcriado… Es culpa mía –Koji no pudo evitar reír al ver a Kame tan encaprichado con Jin.
-¡Koji-nii! –se quejó Kame volteando con su hermano y sacándole la lengua de forma adorable.
-Haz las muecas que quieras, que al final, Akanishi-san no me dejará mentir, ¿verdad? –miró a Jin en busca de una respuesta, la que fuera, no importa si decía que no o que sí, pero quería socializar de alguna forma con la pareja de su hermano menor.
-Ah… -no supo qué decir. No le parecía que Kame fuera caprichoso, sino demasiado mimoso… Aunque… ¿eso último también se podía considerar como malcriado?- En algunas ocasiones…
-¡Jin! –se quejó Kame ahora sí soltándose de su novio para cruzarse de brazos y esbozar un lindo puchero de vergüenza.
-Kamenashi Koji –estiró la mano teniendo una respuesta satisfactoria de parte de Jin-, es un placer conocerte a ti también. Kazuya acaba de contarme lo que hay entre ustedes. Cuídalo mucho, por favor, es un chico muy sensible pero de buen corazón. Gracias por tratarlo bien hasta ahora.
-Hai. Akanishi Jin –contestó Jin con determinación y se inclinó para agradecerle-. Gracias por no oponerte. Te prometo que lo protegeré como hasta ahora.
-Jinjin… -susurró Kame observando a Jin.
-Eso espero –contestó el mayor suspirando con una ceja alzada.
-Anou… Disculpen por meterme, pero… -dijo Ueda sintiendo el frío de la mañana- ¿dónde están Yuya-kun y Yuichiro-kun? –cuestionó mirando a todos lados.
-Ah, Yuya se ha desesperado y ha entrado primero. Yuichi se fue detrás de él –contestó Koji con una sonrisa.
-¿Yuichi? –preguntó Maru apuntándose.
-¡Ah, lo siento! Es que mi hermano mayor se llama Yuichiro y le decimos Yuichi. Espero que no haya confusiones –Koji se rascó la nuca sin saber cómo podrían hacer para que no llegaran a confundirse.
-Ah, no te preocupes, después de todo, a Yuichi lo llamamos diferente, ¿ne, Yucci? –dijo Ueda tomándolo del brazo y recargando ahí su mentón para mirarlo.
-Ah… Sí –contestó.
-Oh… Qué sorpresa, pensé que continuabas con Nishikido-san. ¡Sin ofender, Nakamaru-sensei! –dijo Koji tapándose la boca.
-Descuida –Maru sonrió para mayor tranquilidad del hermano de Kame.
-Han pasado ya muchas cosas, Koji-kun –Ueda bajó la cabeza sonrojándose.
-Bueno, solo diré que me da gusto por ti, Uepi-kun. Te ves más feliz también.
-Gracias –Maru ladeó la cabeza preguntándose internamente por qué Koji era tan familiar con Ueda, llamándolo “Uepi”.
-Vámonos. Deben estarnos esperando –Koji se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la entrada del cementerio, seguido por Ueda, que jalaba de la mano de Maru.
Jin también caminó, pero después de dar algunos pasos se detuvo al darse cuenta que Kame no lo seguía. Volteó hacia atrás y lo encontró en el mismo lugar, no se había movido para nada.
-¿Qué haces, Kazu-chan? Tus hermanos te esperan –Jin regresó sobre sus pasos, preocupado.
-Lo siento… Es que… -sonrió con pesadez y no supo qué más decir, así que bajó la cabeza.
-¿Te sientes mal? –le tomó la temperatura tocando su frente pero todo parecía estar normal, a excepción de su nariz que estaba rojiza.
-No –Kame se quitó la mano de Jin y lo miró sonriendo con nostalgia-, me pasa siempre que vengo. Me da miedo entrar de inmediato…
-¿Por qué? ¿No quieres ver a tus padres? –le tomó las manos y las acarició para darle fuerzas de aquella manera.
-Sí –asintió sonrojándose por lo tonto que se sentía-, claro que quiero. Han pasado ya cinco años y no puedo acostumbrarme a… Pero tengo qué, ¿ne?
-Amor… -lo atrajo hacia él y lo abrazó con suavidad, sintiendo que el menor le devolvía el abrazo rápidamente, como si no quisiera moverse de ahí nunca.
-Soy un débil, ¿verdad? –cuestionó Kame cerrando los ojos apoyando su frente en el hombro de Jin.
-No es nada fácil venir y recordar, Kazu-chan. No digas cosas tan duras de ti mismo –acarició su espalda, queriendo protegerlo de todos los miedos que pudiera tener en frente de aquella puerta que para muchos era normal, pero para Kame representaba el volver al pasado de hace cinco años. Algo muy doloroso.
-Jinjin, vas a estar conmigo, ¿verdad? Te vas a quedar conmigo, ¿cierto? –preguntó empleando un tono tan dependiente, que lo hizo preocuparse.
El mayor se separó de él y le tomó las mejillas para darle un tierno beso en su frente, haciéndolo tranquilizarse un poco más. No quería besarlo en los labios porque el lugar era inapropiado y además, sentía que debía guardar cierto respeto a los padres de Kame y a sus hermanos.
-Claro que sí… A eso vine. No te preocupes, estaré contigo todo el día de hoy si eso es lo que quieres –le sonrió para hacerlo sentir mejor, y pudo tranquilizarse al darse cuenta que Kame también sonreía y asentía satisfecho por sus palabras-. Anda, vamos. Ya nos esperan.
-Hai –tomó a Jin de la mano y caminó a su lado sintiéndose cada vez más nervioso a medida que avanzaban hacia la puerta del cementerio.
Ueda, Maru y Koji se habían quedado a pocos pasos después de entrar, esperándolos.
Cuando pasaron el umbral, Kame sintió la horrible sensación de todos los años: era como si todo el peso cayera sobre su espalda y lo hiciera sentirse como un inútil, como un debilucho que no podía siquiera cargar una botella de agua de un litro. Eso era el peso de los recuerdos, las memorias que tenía sobre aquel día negro, cuando él regresaba del Instituto junto con Koji, cuando Yuichiro todavía estaba en la Universidad y Yuya tardaría pocos minutos en entrar también por la puerta de la casa… cuando llegó su tía diciéndoles la terrible noticia… Después de querer salir corriendo hacia el hospital y siendo detenido por Yuichiro, explicándole que todos irían.
Apretó más la mano de Jin al recordar, que quien decidió entrar a reconocer los cuerpos fue su hermano mayor. Se rehusó a dejar que otros parientes lo hicieran, argumentando que él era el primogénito y que tenía la responsabilidad de hacerlo.
-¿Estás bien?... –le preguntó Jin al verlo que restregaba la cara contra su brazo.
Kame no hizo otra cosa más que asentir y mirarlo fingiendo una sonrisa de total tranquilidad.
-Tranquilo… Piensa en tus padres… Estoy seguro que ellos no quieren que te sientas triste…
-Lo sé –asintió intentando no continuar recordando.
Miró hacia las tumbas de alrededor. Algunas estaban desgastadas, abandonadas y otras más, completamente limpias y bien cuidadas. No comprendía cómo es que había personas que abandonaban aquellos lugares, cómo es que existía gente que poco podían importarle sus muertos… Olvidando lo importantes que habían sido en sus vidas. Al menos él no podría olvidar a sus padres, que tantas cosas le dieron.
Doblaron a la derecha, después de cinco minutos de caminar, y continuaron. Metros más allá, estaban Yuya y Yuichiro, rezando en frente de las tumbas y alrededor había muchas flores.
Jin no hizo la pregunta, pero se imaginó que los señores Kamenashi eran personas muy queridas. Quizá parientes habían ido a dejarles flores, también los amigos… No se podía imaginar cómo había sido la familia, pero debido a la unión que había entre los cuatro hermanos, suponía que fue un hogar lleno de calidez.
-¡Ah! –dijo Jin de repente y los demás se detuvieron antes de llegar a la tumba, llamando también la atención de Yuya y Yuichiro.
-¿Qué pasa? –preguntó Maru desconcertado.
-¡Maru, olvidamos las flores! –dijo entre dientes, mordiéndose el labio inferior por ser tan descuidado.
-¡Oh, es verdad!
-¿Le trajiste flores a mis padres? –preguntó Kame sonriendo.
-Sí, claro que sí –contestó inmediatamente buscando las llaves del auto-. Me pareció que era la atención más adecuada que debía tener con ellos, y con tus hermanos también. Sino lo hiciera, sería como una falta de respeto.
-Gracias, Jin –el menor le dio una sonrisa que amó y quiso besar para perpetuarla en sus labios pero… debido a las miradas que tenía encima, prefirió solo devolverle el gesto de la misma manera.
-No tienes qué agradecer… Iré por ellas. No tardo –Jin dio media vuelta y regresó por el mismo camino.
-Yo te acompañaré –Maru fue tras Jin presuroso, pues no creía que fuera a poder solo con los tres ramos que habían comprado (uno por cada uno).
Koji, Kame y Ueda se acercaron a Yuya y a Yuichiro, quiénes ya estaban de pie y esperándolos.
-Yuichiro-kun, Yuya-kun… me uno al dolor de su pérdida –Ueda se inclinó para dar los saludos correspondientes y ambos Kamenashi solo asintieron para aceptar las condolencias.
-Ueda-kun, cuánto tiempo. Es un gusto verte –dijo Yuichiro más con un tono de cortesía que de verdadero gusto.
-Tan formal como siempre. También me da gusto volver a verte, senpai –dijo Ueda inclinándose y esbozando una sonrisa.
-¿Quiénes eran esas personas? –miró el camino por donde se habían ido y esbozo una mueca de desconfianza.
-Amigos de Kazuya –contestó Koji como si le dijera el reporte del tiempo.
-¿Y por qué se han ido?
-Olvidaron algo en el coche. Traen presentes para papá y mamá –dijo Koji hincándose en frente de la tumba, juntando sus manos para comenzar a rezar.
-¡Vaya! Habrá qué agradecerles la gentileza –Yuichiro sonrió observando a Koji.
-Vamos, Kame-chan. Saludemos a tus papás –Ueda se hincó a un lado de la tumba e imitó a Koji, por lo que el menor obedeció rápidamente y se colocó a un lado de su hermano, cerrando lentamente los ojos…
“Mamá, papá… ¿cómo están?
Yo estoy muy bien desde hace algún tiempo, pero no creo que sea necesario decírselos, ¿ne? Después de todo, sea donde estén, deben estar observando cada paso que doy… incluso deben estar un poco molestos por lo tonto que estuve comportándome recientemente, ¿verdad?... Haciendo sufrir a alguien a quien de verdad quiero, todo con tal de no sentirme mal conmigo mismo y ser un desgraciado con otras personas…
Lo siento… Creo que me asustó mucho el enamorarme de Jin y que al mismo tiempo, respondiera del mismo modo…
También me he quedado perplejo sobre eso, y es que poco después de que Yoko me rechazara… Es que creo que ni siquiera viví ese dolo, porque de inmediato me puse a pensar en la situación con Jin y… Es curioso cómo pasó todo, porque él pudo hacerme olvidar a Yoko con una facilidad que… No, creo que no fue eso… Creo que yo ya no amaba más a esa chica y… lo que más me dolía era no encontrar a una persona que me quisiera tal y como soy, y cuando Jin me dijo que me quería… simplemente no supe cómo reaccionar.
Afortunadamente, no sé si habrá sido Dios, pero yo siempre he pensado que fuiste tú, madre, la que me puso a Takako-san en el camino y le aconsejó ayudarme, porque eres como un ángel de la guarda. Así como intercediste por mí, te pido que lo hagas por ella… Ojalá que encuentre alguien que la aprecie por siempre y la quiera… Que la vida le pague con creces todo lo que se esforzó…
¿Lo estoy haciendo bien?
¿Sabes papá? Un día bromeando me dijiste que era como una chica. Me enojé aunque fue una broma, pero ahora me quedo pensando que quizá no estás del todo mal, es decir, cuando pasó lo de Jin, creí que todo terminaría como en los cuentos de hadas: “Y vivieron felices por siempre”, pero ahora me doy cuenta que solo es el principio, que haber aceptado mis sentimientos, fue solo el primer peldaño de la escalera que tengo qué subir con él, ¿verdad?
Digo todo esto porque… bueno… tú sabes los problemas que hemos tenido estando juntos, y no me refiero al reciente… Ah… Quisiera que no se enteraran de eso porque siento como si fuera a asustarlos… Así que cuando… Solo no vean, ¿está bien? Tápense los ojos o vean televisión… ¡Yo qué se! Donde estén debe haber algún tipo de entretención…
Ya estoy hablando tonterías… Gomen ne~
A lo que me refiero, es que creo que el mayor problema que podemos tener como pareja, es la aceptación de personas cercanas, tales como mis hermanos. Tat-chan no acepta tampoco a Jin, porque le cae mal, y en cierto modo yo tengo la culpa, ¿saben? Después de todo, le contaba todas las cosas difíciles que pasaron y ya saben que él es como si fuera mi hermano y viceversa… Creo que puedo entender cómo se siente.
En este quinto año… la verdad es que necesito sus consejos más que nunca. Me atrevo a pensar que, papá, me has perdonado, ¿verdad? O al menos entiendes mis sentimientos, ¿cierto? Siempre pude contar contigo en esto, así como mamá siempre me dio ánimos, por eso vengo con toda tranquilidad a decirles cuánto me ha pasado y todo lo que siento con respecto a mi nueva relación.
Lo lamento… Vengo primeramente a hablarles de mis problemas y… debí saludarlos antes que nada, pero es que hay tantas cosas que quiero decir que no sé cómo comenzar…
He intentado ser buen hermano, y creo que lo he logrado. Como les prometí, he cuidado muy bien de Yuya. Intenté que no se fuera a vivir solo pero… no quería restringirle decisiones, hacerle saber que ya está en edad de madurar y saber las consecuencias de sus actos. Debido a nuestra historia, es que nosotros debemos actuar con más responsabilidad que cualquier otro joven adulto o adolescente.
No digo eso para que se sientan mal, porque no nos han dejado solos a ninguno de los cuatro. Creo que nos hemos sentido apoyados por ustedes de la mejor manera: porque todavía sentimos su amor, porque nos dejaron el mejor legado que cualquier hijo pudiera pedir, y eso es la enseñanza de la unión familiar y el mostrarnos, que por más amigos que tengamos, la familia siempre estará presente para apoyarte. Aunque Nii-chan esté en Inglaterra, aunque Koji-nii tenga su empleo en Hong Kong, y aún si Yuya vive fuera de Tokio, creo que los cuatro estamos juntos gracias a que nos sentimos como una familia, cerca y protegiéndonos unos a otros.
¿Saben? Hace poco caminaba por algunas tumbas abandonadas. No puedo creer que haya personas con el corazón tan frío como para no visitar a las personas que les dieron recuerdos de alguna manera. Yo no podría dejar de venir, y en caso de no poder hacerlo algún año, créanme, que esté donde esté… voy a hablar con ustedes como cada año.
He dejado de preguntarme, “¿por qué a ustedes?”. Creo que es algo que no tiene respuesta. Por algo pasan las cosas. Mamá, tú me enseñaste esa valiosa frase. Siempre que ocurre algo,
es consecuencia de un plan que el destino tiene para las personas… Y creo que, para nosotros fue conseguir el éxito apoyándonos entre sí. De cualquier modo, yo cambiaría todo eso por poder volverlos a la vida y abrazarlos, decirles que los amo y que los he extrañado tanto pero…
Lo siento de nuevo… Me he puesto a pedir cosas que quizá los hagan enfadar. Perdón.
Yuya sigue llorando. De hecho, ahora mismo estoy escuchándolo sollozar. Sé que Yuichiro debe consolarlo ahora, porque aún si es muy frío, él odia verlo. Siempre lo consuela. Luego dice que yo soy el que lo malcrío.
El año pasado vine a decirles que quiero irme al extranjero para trabajar, y aún pienso hacerlo pero… debido a lo sensible que siempre ha sido Yuya, no quiero irme dejándolo solo en Japón, enfrentándose a la ciudad donde vivió antes y… Creo que si lo hago, será hasta que se gradúe de la universidad. Aún no he podido platicar con él sobre lo que quiero estudiar, pero está a punto de graduarse del instituto. Es un buen chico, saca buenas notas y jamás ha estado en peligro de perder su beca.
En cuanto a mis hermanos… Yuichiro parece tener algunos problemas familiares, pero supongo que ya te lo habrá contado, ¿cierto? Yo confío en que Rui-chan podrá comprender algún día, que su padre trabaja tan duro para que sea feliz. Pero por otro lado no puedo evitar ponerme en la situación de mi sobrino… porque sé qué tanto necesita un menor a su figura paterna…
Koji parece irle muy bien. No nos ha dicho que esté teniendo problemas con su familia o en el trabajo. Habla muy bien el chino, ¿saben? Me sorprende que el tiempo que lleva allá le haya servido tanto. Nos comentó de un posible regreso a Japón para quedarse a vivir nuevamente, pero… aún no está seguro. Dice que quiere sacar a su familia de China por lo difícil que se está volviendo la vida allá, y además, porque no está de acuerdo con las nuevas normas de vigilancia que está adoptando el país. De tomar la decisión, Koji podría estar viviendo acá a finales de mayo del próximo año.
¡Cierto! Además de Jin, vinieron Tat-chan y Maru a visitarlos. Ellos son muy buenas personas.
Tat-chan nunca me ha dejado solo y no sé qué habría sido de mí si él no hubiera estado conmigo hace cinco años y todo éste largo camino desde entonces. Él ahora está muy feliz y dejó a Nishikido-kun. Me alegro, porque solo le hacía cosas horribles. La última que le ha hecho fue que lo siguió y le lastimó la muñeca. Fue horrible… Le he dicho que lo denuncie por agresión y acoso, pero no quiere hacerlo. Dice que tendría qué dar muchos detalles del asunto y no quiere que se entere sobre que está viviendo con otra persona… De verdad está enamorado, porque tiene miedo de que a Maru le pase algo malo… En serio, nunca lo había visto tan dispuesto a proteger a una persona.
Estoy muy contento, de verdad que sí, porque ahora que lo veo sonreír, sé que es completamente feliz y está satisfecho con la persona que escogió, aún si fue algo muy arriesgado, se puede notar lo emocionado que está con su actual pareja… Es tan lindo verlos juntos, ¿saben? Aunque debo aceptar que hacía poco les tenía un poco de celos porque Tat-chan le presta mucha atención a Maru… Tonto, ¿ne?
Maru es una persona que admiro mucho, sobre todo en su carácter. Es tan… ¿cómo podría decirlo? Es una persona como pocas. Comprensivo y amable. Entregado y protector. Quiere mucho a Tat-chan, se le nota con solo verle los ojos cuando están juntos. El otro día estábamos viendo televisión en la sala del departamento de ambos, y Maru lo tenía abrazado de tal modo que me imaginé que Tat-chan debía sentirse muy cómodo. No lo soltó ni por un momento y eso no parecía molestarle.
Es una muy buena persona. Han discutido tan pocas veces que es fácil contarlas, y sinceramente, Tat-chan dice que es lo mejor que le ha pasado en la vida. La última vez que le pregunté qué pasaría si él dejara de quererlo, dijo que mejor me callara. Creo que se molestó…
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SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 Empty Re: SENSEI (AKAME) cap 27 al 35

Mensaje por meiii.pindy Vie Ene 20, 2012 8:43 am

BOKUTACHI NO RYOUSHIN NO KINENBI
(El aniversario de nuestros padres) parte 2


Maru me ayudó mucho en los últimos meses. Me cuidó cuando Jin no estuvo, me consoló y estuvo a mi lado en el trabajo. Se encargó de Tat-chan y de mí por un tiempo, preocupado porque Nishikido-kun pudiera tomar represalias contra alguno de los dos, debido a que Tat-chan terminó la relación.
Y… ¿debería contarles sobre Jin?... Siento que me sonrojo…
Les dije que admiraba mucho a Maru, pero sinceramente no me gusta. Jin es el tipo de persona que me encanta. Es tan cuidadoso, tierno, maduro, profesional, un poco impulsivo… de acuerdo, MUY impulsivo, pero tiene una forma de amar maravillosa… Me encanta. De verdad estoy muy enamorado de él y… ¿cómo puedo explicarlo? Con solo decirme “Buenos días”, siento que mi corazón late con fuerza… ¿Eso es amor, verdad?
Siempre ha sido muy bueno conmigo. Desde que llegué a la escuela, fue el primero en ayudarme y hablar conmigo. En cuanto menos nos dimos cuenta, ya nos extrañábamos el uno al otro, ya éramos muy buenos amigos… y faltaron solo unas semanas más para terminar enamorados…
Ninguno de los dos lo buscó, como dice Maru, solo pasó y ya. No podía contenerlo. Cada día, el cariño que sentía por Jin se transformaba en otro sentimiento más especial, y cuando quise detenerlo ya era demasiado tarde… Jin ya había tratado de besarme cuando me di cuenta de cuánto deseaba que lo hiciera… Todo eso me confundió por mucho tiempo.
El otro día, Jin me dijo que cuál era mi secreto para verme tan lindo todos los días. La verdad, es que no tengo un secreto… es solo… que soy así. Fue entonces que me dijo: “Les agradeceré a tus padres por crear a algo tan hermoso”… Es un cursi… Y no lo negaré, me encanta que lo sea. Adoro esa parte de él, porque se vuelve tan sincero que provoca que mi corazón palpite rápidamente y muera de ganas por besarlo.
Lo amo de verdad… y sé que soy correspondido porque Jin me hace sentir tan seguro de sus sentimientos, que ya no siento celos de verlo cerca de Jefferson-sensei. Puedo ser feliz a su lado ahora y siempre, porque me siento libre, como si pudiera volar. ¿Eso es amor? ¿Es felicidad?
Mamá. Papá. ¿Qué es esto tan grande que siento en el pecho y que no sé ni cómo expresarlo? ¿Es eso que llaman amor? ¿He llegado a sentir el amor más sincero por una persona? ¿No es poco el tiempo?
Creo que sí… porque lo único que quiero es pertenecerle y que me pertenezca. Quiero que sea mío. Que me mire nada más a mí y que todos los sentimientos más profundos, los posea yo. No quiero compartirlo con nadie y tampoco… quiero regresárselo a Takako-san… Porque Jin es mío… ¡Solo mío!
Gomen… es que… me emociono…
Les prometo una cosa… Volveré. No el próximo año, es decir, en su aniversario siempre escucharán un discurso tamaño biblia de mí, pero me refiero a la promesa que quiero hacerles: Volveré a contarles cómo me siento, cuando pueda expresar con palabras todo lo que no puedo decir ahora, y ese entonces será, el día en que pueda decirles que soy completamente feliz con la persona que esté a mi lado, que espero y quiero cumplir mi propio capricho, que sea Akanishi Jin.
Papá, tú me dijiste una vez, que debía luchar por todas aquellas cosas que sintiera mías, que no dejara que nadie me las quitara… pues debo decirte, que a parte de mis hermanos, Tat-chan, Maru, ahora está Jin… No quiero que nadie se atreva a quitarme a alguno o a hacerles daño… porque los protegeré.
Solo obsérvame, papá. Voy a convertirme en un hombre capaz de cuidaar lo que con tanto esfuerzo ha logrado sembrar.
He comprendido, que no solo mis hermanos son mi familia, sino también mis amigos. Por eso… sigan guiándome.
Los amo”.
Apoyó una mano en su rodilla y se levantó aún mirando la tumba, feliz de haber podido decir tantas cosas que tenía en el corazón. Estaba seguro que ellos comprendían lo que quería decir, que lo apoyarían hasta donde quisiera llegar, porque aunque se escuchara como una chica, él solo quería descubrir esa máxima felicidad de la que muchas personas hablaban.
-¡Wow, Kazuya! –dijo Koji, que ya estaba de pie al lado de sus tres hermanos, acariciándole el hombro a Yuya que tenía los ojos hinchados- Hoy te has explayado mucho, ¿verdad? Has durado casi media hora hablándoles.
-¿Eh? ¡En serio! –creía que cuando mucho se había tardado unos cinco minutos, pero cuando sintió sus piernas entumidas, no pudo dejar escapar una risita avergonzada.
-Todos ya hemos terminado, nada más te esperábamos a ti –dijo Ueda sonriendo.
-Ah, lo siento –bajó la cabeza avergonzado.
-Está bien, está bien –dijo Koji moviendo las manos en forma negativamente para que no le diera importancia.
-Ah… -Kame volteó a todos lados, buscando a Jin, pues él y Yuichiro eran los únicos que faltaban en la reunión- ¿Dónde están Jinjin y Nii-chan? –comenzó a preocuparse porque Jin no fuera a hacer alguna tontería como hablar con el mayor a solas.
-Yuichi dijo que iba a dar una vuelta –contestó Koji apuntando hacia uno de los caminos-, y Akanishi-san se ofreció a acompañarlo.
-Ya veo…
Kame los visualizó conversando cerca del barranco que se formaba en una pendiente. Sabía que a Yuichiro le gustaba aquella vista. Siempre que iban al cementerio, procuraba hablar con sus padres en frente de la tumba y después, se dirigía hacia allá para hablarles de sus más profundos pensamientos… ¿Pero qué podía estarles diciendo para permitir que Jin lo acompañara? Siempre quería estar solo cuando iba hacia allá.
-¿Qué tal lo hace Kazuya? ¿Le va bien en el trabajo? –preguntó Yuichiro de repente, abriendo los ojos después de haber reflexionado al pie de la pendiente.
-Muy bien, diría yo. Al principio tuvo algunas dificultades, pero tiene una capacidad increíble de enseñanza y de agradar a los alumnos –contestó Jin sonriendo, recordando la vez en que un grupo le rogó por semanas que fuera su padrino de generación.
-Ya veo… Me da mucho gusto –Yuichiro sonrió aliviado, como si algo lo hubiera estado atormentando y al escuchar que a su hermano le iba muy bien… Ahora podía sentirse tranquilo-. Por favor, sensei, continúe ayudando a mi hermano menor.
-Lo haré con mucho gusto –Jin asintió sin mirarlo.
-Me contó que ahora está dando clases intensivas en Asahi TV. Me imagino que debe ser un trabajo muy duro.
-Él no está acostumbrado porque apenas va comenzando con eso, pero dentro de poco podrá dominarlo mejor –asintió-. Cuando yo comencé dando clases de ese modo…era muy cansado. Mi tutor fue el actual Director de la escuela y ahora me toca trasmitirle todo lo que sé a Kazuya-kun –le supo raro llamarlo de esa manera, pero era más apropiado debido a que si usaba sufijos con mucha confianza, quizá Yuichiro lo malinterpretaría-. Es muy inteligente.
-Siempre ha sido así. Le gusta dar el cien porciento para lograr sus metas, y si no lo consigue, entonces da el doble. Hace todo lo posible con tener los resultados que espera –Yuichiro se llevó las manos atrás, como si fuera un empresario importante que hablaba con su asistente.
-Sí, es muy dedicado –sonrió mirando el sol matinal. Pronto llegaría el medio día y Kame le había dicho que sus hermanos regresarían al aeropuerto a eso de las cuatro de la tarde.
-¿Son muy cercanos? –Yuichiro sintió curiosidad, pues por lo que Kame le contaba de él, al menos le parecía que su hermano menor sentía a su superior como un buen amigo, pero cuando escuchó a Jin llamar “kun” a Kame… le pareció un poco raro.
-¿Perdón? –preguntó Jin sin comprender.
-Kazuya y usted. ¿Son muy cercanos? –Yuichiro volteó para ver la verdad en los ojos de Jin, y el mayor no pudo evitarlo, le sostuvo la mirada y muy seriamente respondió…
-Sí, hemos congeniado muy bien. Me gusta cuidar de Kazuya-kun porque es alguien que a menudo necesita protección.
-Lo sé… -Yuichiro suspiró y volvió a mirar hacia el horizonte- A veces me siento muy mal de haberlos dejado a todos en Tokio. Sabía en ese entonces que yo era su principal soporte y… me fui… Vi por el bien de mi familia y no por el de mis hermanos… Eso me hace ser muy egoísta, ¿sabes?
-No creo que Kazuya-kun se lo reproche –contestó Jin de inmediato. Aunque no conocía la historia completa, conocía a Kame para atreverse a decir, que el menor no guardaba resentimiento de ese modo-. No estoy al tanto de la historia completa, sobre todo porque temo que Kazuya-kun pueda sentirse mal contándolo todo, pero estoy de acuerdo con lo que me dijo Koji-san: es una persona muy noble.
-Sí, Kazuya tiene un gran corazón. Creo que después de Koji, es el que tiene el corazón más grande –comentó Yuichiro recordando a su madre. Siempre que veía a Kame, se acordaba
mucho de su madre porque tenía los mismos ojos, la misma mirada y también, a veces, la misma sonrisa.
-No debe preocuparse, no creo que él guarde algún sentimiento negativo hacia sus hermanos mayores.
-Qué formal eres, ¿sabes? –Yuichiro lo miró de reojo, con una mueca burlona en el rostro- Te creía menos serio.
-¿Eh? ¿Por qué lo dice? –Jin se descolocó. ¿Qué tano podía saber Yuichiro de él si apenas llevaban unos cuantos minutos conversando?
-Kazuya solía contarme, por medio de cartas, que eras una persona muy interesante, pero que la mayor parte del tiempo tenías un carácter divertido y despreocupado. “Es profesional cuando debe serlo, y fuera del trabajo… ¡Es impresionante cómo cambia de actitud rápidamente, nii-chan!” –Jin se sonrojó ante aquellas palabras. No lo hacían sentir precisamente halagado porque lo estaba interpretando como que era una persona bipolar.
-No era necesario que le contara esas cosas… -por unos momentos se sintió molesto con Kame, porque él quería darle una buena impresión a Yuichiro antes de poder hablar con él, pero… con ese tipo de comentarios de parte de su novio, no sabía si el mayor estaba tomándolo en serio.
-Por una parte me siento muy tranquilo con eso, ¿sabes? –Jin miró de inmediato a Yuichiro, quién volvió a dirigirse hacia el horizonte- Siempre he pensado que los amigos se cuentan con los dedos de una sola mano, pero estaba preocupado porque Kazuya solo tiene a Ueda-kun y Junno-kun. Al último ya casi no lo ve debido a que trabaja todo el año. Sentía que estaba cerrándose a la gente, y mucho más me asustó cuando me dijo que planeaba casarse con esa… “mujer” –quiso decir “golfa”, “zorra”, etc. Tenía muchas formas de llamarla, pero no quería darle una mala impresión a Jin-. Sin embargo, cuando comenzó a hablarme de ti, me sentí mucho más relajado. Comenzaba a tener más amigos a parte de Ueda-kun y eso me agrada…
Jin no tenía ni idea que la vida de Kame hubiera sido tan solitaria. Solo tener un amigo podía ser un poco difícil, ya que podía volverse dependencia y Kame era una persona que se encariñaba rápidamente con las personas.
-Quisiera que lo que voy a decirte, lo guardaras como secreto entre nosotros…
-¿Eh?
-No estoy en contra, de hecho Ueda-kun me simpatiza muchísimo, pero… -se metió las manos en los bolsillos y continuó- no quiero que… por curiosidad, Kazuya comenzara a probar con ese tipo de preferencias que tiene él. Respeto mucho a Ueda-kun, principalmente porque siempre ha estado con Kazuya pero… me preocupa que algún día… No sé si me entiendas.
-Claro que comprendo –fue entonces cuando los ánimos de Jin se fueron por los suelos, porque se notaba que Yuichiro rechazaría tajantemente una relación así de parte de Kame, y él ansiaba que por lo menos la familia de su novio les diera el apoyo y no los rechazaran como su madre.
-Si llegara a pasar, no lo rechazaría. Kazuya es uno de mis hermanos queridos pero… creo que no sabría cómo reaccionar y eso me da miedo…
-¿Teme que se contradiga? ¿Que termine rechazándolo y retirándole su apoyo?
-Exactamente… Además…
Jin esperó a que volviera a hablar, intuyendo que había algo importante que tenía qué decir.
-Nii-chan… -llamó Kame de repente.
Ambos mayores se volvieron y vieron a Kame, con la cabeza ligeramente ladeada y con un ramo de flores en las manos.
-¿Qué ocurre, Kazuya? –preguntó Yuichiro con desconcierto.
-Ahm… Senpai trajo éstas flores para mamá y papá. Quería mostrártelas –dijo Kame abrazando con delicadeza el ramo para que no se estropeara.
-¿En serio? –preguntó Yuichiro tomando las flores en sus brazos y dándose cuenta que eran claveles y rosas rojas, las favoritas de su madre- Vaya… Son muy hermosas, Akanishi-san. Gracias por tomarte la molestia.
-No fue nada. Lo hice con gusto –Jin sonrió, pero aún le preocupaban las palabras de Yuichiro.
-¿De qué hablaban? –era la gran duda que carcomía el cerebro de Kame desde que los había visto conversando lejos de los demás.
-Cosas de gente grande y hermanos decrépitos, Kazuya –contestó Yuichiro son una sonrisa.
-Pero yo quiero saber~ -dijo Kame moviéndose con ansiedad.
-No seas curioso, ¿ne, Akanishi-san?
-… Hai. Cosas de adultos –apoyó Jin sonriéndole para que se tranquilizara y lo único que hizo Kame fue sacarles la lengua y quitarle el ramo de flores a su hermano mayor para retirarse del lugar.
-Dile a Koji que es hora de irnos. Vayan yéndose para el coche.
-¿No vienen? –preguntó Kame volteando y ladeando la cabeza.
-Hay algo que quiero hablar con Akanishi-san –Kame no se movió y miró a Jin con un dejo de preocupación- …A solas.
Kame hizo un puchero de inconformidad y les dio la espalda muy ofendido, volviendo rápidamente con los demás y dejar el ramo de flores en la tumba.
Jin sonrió al verlo alejarse, todo ofendido y desconcertado porque no lo dejaban escuchar ese tipo de pláticas. De seguro cuando estuvieran solos comenzaría a preguntarle de qué hablaban y haría pucheros para convencerlo… Qué lindo era Kame…
-Tenía muchas ganas de conocerte, Akanishi-san –dijo Yuichiro dándose media vuelta para comenzar a caminar lentamente de regreso.
-Por favor, llámame Jin –pidió el menor siguiendo a Yuichiro.
-Kame me habla tanto de ti, que la verdad no sabía qué pensar. Pensaba que estaba enamorado –Jin se detuvo al escuchar tales palabras y se quedó frío. No esperaba que el mayor fuera tan intuitivo. Koji lo había aceptado y hasta le encargaba a Kame pero… Yuichiro parecía estar confundido-. Lo sé, es loco –dijo cuando volteó con él y lo observó como una piedra-. Discúlpame… es que conozco a mi hermano cuando siente algo por una persona y… Creo que me asusté cuando pensé en la posibilidad. Pero Koji me dijo que…
-¿Por qué sería algo tan terrible que Kazuya-kun estuviera enamorado de mí? –preguntó Jin sin poder evitar sentir enfado hacia Yuichiro y sus complejos. Si su amor por su familia era tan grande, ¿entonces no se suponía que debía apoyarlo incondicionalmente?
-No es la persona sino el hecho –contestó Yuichiro suspirando. Pensaba que había hecho sentir incómodo al amigo de su hermano, y era lo que menos quería, pero sin darse cuenta, había hondado en el tema demasiado.
-¿No se supone que usted debería estar feliz si él está contento? –volvió a cuestionarlo muy enfadado.
-Creo que no tenemos la confianza para tener este tipo de conversación –Yuichiro se dio media vuelta, ofendido por las palabras tan directas de Jin.
-Tiene razón, pero no permitiré que rechace a Kazuya-kun solo porque un sentimiento lo haga feliz y a usted le importe cero –estaba yendo demasiado lejos, lo sabía, pero cuando se trataba de hacer sufrir a Kame, él era el primero en defenderlo, aún si había osado en hacerle daño durante un largo tiempo… pero eso era cosa del pasado.
-¿Qué me estás queriendo decir, Akanishi-san? –ignoró la petición de Jin por llamarlo por su nombre. Su insolencia le parecía increíble. No entendía cómo es que una persona ajena podía cuestionarlo de ese modo y además, debido a su apariencia y carácter imponente, era la primera vez que alguien le hablaba así.
-Que amo a Kazu-chan y no solo eso –ya no podía detenerse. No iba a permitir que Yuichiro se llenara la boca hablando de amor cuando no podía entender algo tan sencillo como el corazón de una persona sintiendo amor-, él también me…
No pudo terminar de decirlo porque Yuichiro le cerró la boca de un golpe, derribándolo contra la dura piedra blanca del camino.
-¡Nii-chan! –se escuchó el grito sorprendido de Kame a lo lejos.
El menor había estado dando vistazos cada tres segundos para ver dónde venían esos dos y poder ajustarse aun paso adecuado y escuchar la conversación, pero al ver que Jin se detuvo, él también dejó de caminar… y con el puñetazo fue suficiente para regresar corriendo y saber qué ocurría.
La advertencia de Kame desconcertó a los demás, que solo vieron a Jin en el piso y Yuichiro de pie, tan tenso como una chica que tenía una serpiente en el cuello.
Inmediatamente, todos sin excepción, siguieron a Kame que ya les llevaba bastante ventaja.
-No te atrevas a insultar a mi hermano… ¡Retira lo dicho! –le espetó Yuichiro gritándole.
-No lo retiraré porque es la verdad y no soy tan cobarde para nega… -y Jin no pudo continuar hablando, pues Yuichiro lo tomó de la solapa del traje negro y volvió a golpearlo, haciendo que Jin volteara el rostro y se apoyara con sus manos en el piso, volteando su cuerpo ligeramente.
La sinceridad, firmeza y determinación en la voz y los ojos de Jin, fue lo que impulsó a Yuichiro a volver a pegarle. Le había corrido un calosfrío por el cuerpo, sabía que Jin iba en serio y eso… era lo que más le preocupaba.
-¡Nii-chan! ¡Déjalo! –pidió Kame jalando a Yuichiro para levantarlo, pero no lo consiguió hasta que Koji lo ayudó a retirarlo unos cuantos pasos de Jin.
-No te le acerques –dijo Yuichiro dirigiéndose a Jin, que se volteaba para limpiarse el rastro de sangre de la boca con el dorso de la mano.
-Jin, ¿estás bien? –preguntó Kame con suavidad y preocupación, ignorando que estaban en frente de Yuichiro.
-Kazuya, déjalo. Ven aquí –le ordenó el mayor.
-No –dijo Kame limpiándole un pequeño rastro de sangre que salía de la nariz. Deslizó cuidadosamente sus dedos y sintió mucho miedo en ese momento… ¿Qué le había dicho Jin para enfadarlo tanto?
-Hazme caso –insistió Yuichiro teniéndole mucha paciencia.
-No –volvió a negarse bajando la mirada.
-¡Kazuya! –lo llamó alterándose completamente.
-¡¡No quiero!! –volteó con Yuichiro, con los ojos llenos de lágrimas por tener qué soportar que si hermano no comprendiera lo que sentía. Era evidente ahora por qué había golpeado a Jin y no estaba dispuesto a obedecer.
-¡No me levantes la voz! ¡Te estoy diciendo que vengas aquí y es lo que harás! ¡Obedece!
-¡Yuichi, no le hables así a Kazuya! –dijo Koji intentando calmar los ánimos.
-¡Tú cállate! –se soltó de Koji y avanzó amenazante hacia Kame, quién sintió mucho miedo por Jin y se abrazó a él- ¡Suéltalo!
-¡No, no quiero! ¡No puedes obligarme! –Kame se aferró al cuello de Jin, sintiendo que él ponía sus manos en su cintura para no dejarlo ir.
-¡Suéltalo inmediatamente! ¡No le pongas las manos encima! –ésta vez, la orden era para Jin, pero él se negó sin siquiera ponerle atención.
-¡Por favor, Yuichi, cálmate! ¡Estás haciendo las cosas mal! –insistió Koji jalando a Yuichiro de la cintura para retirarlo de Kame y que dejara de jalonearlo- ¡Ayúdenme! –les pidió a Ueda, Maru y Yuya, pero los únicos que reaccionaron fueron los mayores, el estudiante solo se quedó observando la escena, sin poder creer que eso estuviera pasando el mero día del aniversario de sus padres.
-¡Que lo sueltes, te digo! –ordenaba Yuichiro intentando soltar a Kame.
-¡No!
-¡Basta ya, vas a hacerle daño! –dijo Jin intentando soltar a Kame de su hermano mayor.
-No tanto como el que posiblemente tú le harás… o ya le hayas hecho –lo penetró con la mirada, queriendo hacerlo sentir mal-. ¡Obedece, Kazuya!
-¡No eres mi padre para ordenarme eso!
Aquella frase fue terminante para Yuichiro. De un tirón arrancó a Kame de los brazos de Jin y lo volteó para darle una fuerte bofetada que dejó a todos sin aliento, incluso al mismo Kame, quien no podía creer lo que había hecho su hermano mayor. Yuichiro siempre había sido muy estricto, pero jamás les había puesto una mano encima.
-Quizá no sea tu padre… -las palabras de Kame de verdad lo habían hecho sentir un inútil y sin autoridad- pero a cada uno de ustedes les he dado mi vida. No me merezco que me digas esas cosas, Kazuya, así como tampoco tú te merecías esa bofetada pero…
-¿Por qué…? –esa pregunta no venía de ninguno de los que luchaban por detener al mayor, tampoco de Jin o Kame… sino de Yuya- ¿Por qué tenía qué pasar esto?...
-Yuya-chan… -Kame se llevó una mano a la mejilla para disipar el dolor del golpe, pero más preocupado estaba por su hermano menor, porque tenía lágrimas y los ojos y miraba a todos muy decepcionado.
-¡Son todos unos idiotas! –les gritó enfadado y llevándose el brazo a los ojos para evitar que se dieran cuenta cómo sus lágrimas rodaban por sus mejillas.
-Yuya… -Yuichiro se soltó de Koji rápidamente y, por instinto, se acercó al menor ignorando todo lo demás para abrazarlo, pero este se negó, soltando sollozos un poco fuertes debido a su enfado.
-No llores, Yuya-chan… -pidió Koji acercándose también, y ésta vez Yuya sí se dejó abrazar. No quería el consuelo de Yuichiro, porque estaba enfadado con él y su reacción, así como tampoco quería el de Kame, porque por su culpa ahora el aniversario de sus padres había terminado en una discusión familiar.
El llanto de Yuya provocó que todos se calmaran… incluso Yuichiro que era casi un volcán en erupción, se volvió pacífico y se peinó el cabello hacia atrás para darse un respiro y pensar en lo que habían hecho.
En efecto, Yuya tenía razón, todos habían dando un espectáculo horrible en pleno aniversario y lo que era peor… en pleno cementerio.
-… Gomen nasai… -dijo Jin paseando su mirada por todos lados.
Entonces se puso de pie y pensó que era el principal tonto. Debió calmarse en el momento, debió darle una excusa a Yuichiro para no causar un problema tan grave… No tenía cara para verlos a todos, así que sin arreglarse la ropa se abrió camino y se retiró rápidamente por el camino, sintiendo principal vergüenza con Yuya, quien continuaba llorando en los brazos de Koji.
-¡Jin! –Kame quiso seguirlo, pero Ueda lo detuvo moviendo la cabeza negativamente, haciéndolo entender que debía dejarlo solo.
Sin embargo, el menor no quiso y volteó con Maru para implorarle que fuera con su novio. Él tenía qué quedarse con su familia, porque era lo más prudente… pero no podía permitir que Jin estuviera solo, sintiéndose responsable de la situación.
Maru asintió y se fue, seguido por Ueda, que sentía que no encajaba en aquel sitio. En ese momento, solo había espacio para la familia.
Los cuatro hermanos no hablaron por unos momentos. Necesitaban pensar y además, era evidente que Yuichiro no se calmaba todavía porque daba pequeños paseos sobre el mismo sitio: cuatro pasos y daba media vuelta.
Kame miró a Koji, quién no dejaba de darle palmaditas de consuelo a Yuya, y el meno poco a poco se calmaba. Enfocando su mirada en Koji, quiso llamar su atención y lo consiguió… pero no tuvo mucho consuelo porque no sonrió y continuó tranquilizando a Yuya. Esas no eran buenas señales, significaba que él también estaba enfadado.
-No debiste traerlo desde un principio –dijo Yuichiro mordiéndose la uña del dedo pulgar-. ¿Qué estabas pensando invitándolo, eh?... ¿Que nuestros padres se avergonzaran estén donde estén?
-¿Crees que ellos estarían avergonzados? –preguntó Kame sin poder creer lo que estaba escuchando.
-Es lo más seguro…
-Es increíble lo que estoy escuchando –Kame movió la cabeza en forma negativa y miró al piso buscando la mejor forma de responder sin ser grosero.
-¿Acaso te parece divertido faltarles al respeto así? –cuestionó nuevamente el mayor.
-¡Cállense los dos! –los interrumpió Koji enfadado de escuchar tonterías- ¡Ya basta, ya!
-¡Claro! ¡Ponte de su lado! –protestó Yuichiro sintiéndose como un matrimonio con su propio hermano.
-¡No estoy del lado de nadie! ¡Me parece tonto que sea el único día que nos veremos en éste invierno y terminen echándolo a perder! ¡Yuya-chan tiene razón, ambos son unos tontos!
-Koji-nii… -Yuichiro no dijo nada, solo volvió a caminar para tranquilizarse.
-Kazuya, tú hiciste muy mal hablándole a Yuichiro de ese modo –Kame bajó la cabeza avergonzado. Entendía que había ido muy lejos-. Y tú, Yuichi –el aludido lo miró, como si fuera la primera vez que mencionaba su nombre-, comportarte como un salvaje porque sientes miedo es la peor reacción.
-¿Qué? –preguntó Kame sin entender eso de “miedo”.
-¡Koji, no…!
-¡Es la verdad! –sintió que Yuya se aferró más a él, casi pidiéndole que dejaran de discutir, así que suspiró y habló más calmado- Pegándole no le dejas en claro tu opinión, y sobre todo, el por qué estás en contra.
-No pienso darle razones.
-¡Nii-chan! –Kame quería saberlas. Tenía derecho a enterarse porque después de todo, si no iba a tener el apoyo de su hermano mayor, quería saber el por qué.
-¿No crees que las merecen? –cuestionó Koji muy serio- Porque no son las típicas de un hombre que se siente traicionado por su hijo… sino que son muy diferentes.
Yuichiro guardó silencio y no quiso decir más. Se llevó las manos a la cadera, como si le doliera, y caminó de nuevo para alejarse de sus hermanos y pensar un poco.
-Sino se las dices tú… lo haré yo.
-Déjame respirar… -dijo Yuichiro levantando la mano mientras andaba con pesar.
Kame lo vio moverse con lentitud, como si estuviera recién operado de alguna pierna, pero sabía que estaba atónito y cansado. Quizá todas las emociones habían sido demasiado en un solo día pero… Koji tenía razón, si no iban a recibir el apoyo del mayor, al menos él quería saber por qué.
-… Koji-nii… -se acercó al aludido muy preocupado- Lo lamento…
-A mí no me digas eso… Díselo a Yuichiro –contestó sintiendo que Yuya por fin se relajaba.
-Hai… -asintió.
Mientras tanto, Jin salía del cementerio a paso firme. Estaba tan enfadado consigo mismo que solo podía calmarse con… ¡No tenía ni la menor idea con qué! Pero estaba seguro que tenía qué ser algo que le infringiera dolor. No era posible que actuara tan irresponsablemente.
Se acercó a su auto y le dio una patada a los neumáticos. Fue tan dura, que sintió que se hizo daño en los dedos, pero poco le importó porque aún continuaba muy enfadado.
-Créeme que haciéndote daño vas a provocar solamente que Kame-chan se preocupe mucho por ti –interrumpió la voz de Ueda, que estaba cruzado de brazos detrás de Jin, junto a Maru, que ya se había recargando en el auto.
Ueda tenía razón, así que se calmó un poco y apoyó sus manos en el cofre del vehículo, recordando una y otra vez las palabras de Yuya y sobre todo, los golpes de Yuichiro y las lágrimas de Kame.
-De haberme controlado, nada de esto habría pasado –dijo Jin en voz baja, pero lo suficientemente audible para Ueda y Maru.
-Opino igual –Ueda se cruzó de brazos, observándolo con los labios apretados.
-Tat-chan, sino vas a decir nada que ayude entonces no te metas –dijo Maru que estaba harto de escuchar a su novio atacar a Jin, cuando éste no le había hecho nada.
Ueda le volteó la cara, pero se quedó ahí. Obedecería pero no prometía no volver a abrir la boca.
-¿Se lo dijiste? –preguntó Maru corrigiéndose la garganta.
-Sí –contestó recordando cada palabra que había salido de la boca de Yuichiro.
-¿Por qué, Jin? Debiste escoger una mejor ocasión –aconsejó Maru armándose de paciencia.
-A parte de que me enfadé por lo que estaba diciéndome… -miró a Ueda de reojo. No era porque sintiera algún tipo de aprecio por él, sino porque estaba ofendiendo de alguna manera a Kame. Al menos así lo sentía- ¿cuándo querías que se lo dijera? ¿El año entrante?
-Sabes que no me refiero a eso.
-Fue un impulso… Tuve qué decirlo para defenderlo –se volteó para apoyarse en el auto también.
-¿Qué quieres decir con eso? –preguntó Ueda sin creer que Yuichiro pudiera decir o hacer algo para perjudicar a sus propios hermanos.
Jin tomó aire y comenzó a relatarles lo que el mayor le dijo (omitiendo la parte de Ueda, no por cumplir su palabra con Yuichiro, sino porque no quería lastima al aludido). Ni Maru ni Ueda lo interrumpieron mientras estaba hablando, y cuando terminó, ambos se miraron y pensaron por un momento para entender al mayor.
-Creo que como hermano mayor, más que rechazo es miedo –dijo Ueda llevándose la mano al mentón.
-¿Qué quieres decir? –peguntó Jin sin entender mucho.
-Bueno… Akanishi, tienes un hermano menor, ¿cierto? Me lo dijo Kame-chan –Jin asintió y Ueda se corrigió la garganta para continuar-. Sino tuvieras ahora una relación con Kame-chan… Supongamos que continuas con Uehara-san, y ahora te enteras, como Yuichiro, que tu hermano menor tiene una relación con un hombre maduro, que evidentemente es mucho mayor que él y viene y te dice todas esas cosas…
-No hay comparación –lo interrumpió Jin moviendo la cabeza negativamente-. Yo no sería capaz de rechazar a Reio solo por lo que siente.
-Es que no es rechazo –Ueda lo imitó-, es miedo.
-¿Miedo a qué? –preguntó Jin.
-No solo a que salga lastimado sino a la misma reacción. Él te dijo que no sabría cómo reaccionar si se enteraba pero… Ahora que pasó, se dio cuenta que lo primero que hizo fue no avalar la relación… -interrumpió Maru muy serio.
-Sino hubiera sido por Yuya-kun, no sé cómo habría terminado el asunto –agregó Ueda asintiendo.
-No solamente es la reacción de uno mismo, sino de la otra persona, porque podría provocar un distanciamiento entre ambos y peleas constantes –puntualizó Maru haciendo una mueca de incomodo, pues él había entendido eso cuando le contó a sus padres que estaba en relación con un chico-. Hasta que una de las dos partes ceda, no habrá paz… Supongo que eso quiso decirte Kamenashi-san.
-Debido a la experiencia de que son los únicos de la familia, no quieren que haya problemas y para él, que Kame-chan esté enamorado de ti representa una amenaza –Maru miró a Ueda con una mueca de que estaba hablando demasiado y muy cruel, así que bajó la cabeza- …quiero decir…
-No, entiendo –dijo Jin con la mirada baja-. Pero Kazu-chan ya no es un niño ni yo tampoco. No voy a aprovecharme de él. Si así fuera el caso, lo habría hecho desde hace mucho tiempo.
-Pero senpai no sabe eso –contestó Ueda muy serio-. Él no te conoce, Akanishi.
-Por ese lado, Tat-chan tiene razón –apoyó Maru sintiendo el asunto difícil-. Jin, creo que deberías hablar con Kamenashi-san para dejarle en claro tus intenciones. Seamos sinceros, no solo se trata de edad sino también de experiencia y además, de que Kame-chan ha sido criado en un hogar sobre protector, por lo que es normal que sea ingenuo para sus hermanos…
-¿Qué quieres decir? –preguntó Jin alzando la ceja.
-Kame-chan es un bebé comparado contigo, Akanishi –dijo Ueda sin rodeos-. Aunque Koji te acepte, estoy seguro que está preocupado. Quizá aparentes menos edad de la que tienes, pero Kame-chan aparenta ser menor de edad y más con sus actitudes. Es casi la misma cosa. Independientemente de las edades, hay cosas de las que él es muy ingenuo y tú no, es decir, es más inocente que tú.
Jin no había pensado en eso. Tenía en cuenta que los hermanos mayores eran muy cuidadosos con los menores, pero no se imaginaba que podrían estar pensando eso de ellos. Era verdad, Kame a veces era como un niño, porque le gustaba ser un poco infantil para llamar la atención y cautivarlo… pero… viendo la vida de Kame y la suya… Era imposible no decirlo así: “él estaba más vivido el otro”.
-Comprendo –en resumidas cuentas, debía guiar a su novio por el camino que él ya había pisado antes. Eso no le importaba, podía hacerlo una y otra vez, incluso si debía enseñarle a caminar, lo haría. Para él no había problema… y era lo que debía dejar en claro.
-¡Ah…! –dijo Maru retirándose del auto y mirando hacia la entrada del cementerio: los Kamenashi comenzaban a salir.
Jin sintió muchas veces de ir con Kame y abrazarlo, preguntarle si estaba bien y disculparse, pero no se sintió con el valor suficiente cuando vio a Yuichiro salir también. Tenía qué disculparse con todos, pero tampoco quería volver a causar incomodo entre los hermanos.
-Ve –Ueda le indicó con la cabeza el camino.
-Pero…
-¡Ve! –volvió a incitarlo y empujándolo por los hombros para retirarlo del carro- Si quieres pedir disculpas, entonces ve. Si quieres hablar con Yuichiro, ¡hazlo! No te quedes aquí sin hacer nada… porque si tienes al mayor en la bolsa, ¡tienes a los demás dentro! –Ueda continuó
empujándolo, para el asombro de Jin y Maru, quién no podía moverse por lo impresionado que estaba.
Dio tres pasos al frente y vio que los cuatro hermanos volteaban a mirarlo, entonces Kame quiso ir con él, pero Yuichiro lo detuvo y lo empujó hasta dejarlo al resguardo de Koji. Yuya estaba completamente desanimado y continuaba limpiándose las lágrimas.
Yuichiro se acercó hasta Jin, quien le sostuvo la mirada aún si estaba completamente avergonzado de lo ocurrido.
Por su parte, el mayor de los Kamenashi, sentía la sinceridad de Jin en sus ojos, lo cuál le daba miedo porque nunca había podido pasar de alguien que no fuera hipócrita… pero necesitaba ver por el bien de su hermano menor…
-Quiero hablar con usted –Jin finalmente se animó a hablar, casi imponiendo su voluntad.
-¿Te parece que haces bien pidiendo las cosas así? –cuestionó Yuichiro sintiendo repulsión por su autoridad.
-Onegai shimasu… -se retiró un poco y se inclinó para pedirlo apropiadamente.
-No necesitas hacer eso. Levántate –cuando lo tuvo en frente, volvió a penetrarlo con la mirada, dándose cuenta que en sus ojos había un poco de temor-. Yo también necesito que hablemos… pero no aquí ni en frente de mis hermanos. Será solo entre tú y yo. Escoge el lugar.
-Sé del adecuado. A media hora de aquí –Jin miró la carretera que ascendía y volteó de nuevo con Yuichiro, quién también observó el rumbo y parecía estar de acuerdo.
-Tú conduces. En mi condición, créeme que terminaría chocando con el único propósito de que mueras –le golpeó el hombro con el suyo y se dirigió hacia el auto de Jin.
Maru y Ueda se hicieron a un lado y caminaron desconcertados hasta donde estaban Koji y los demás Kamenashi.
Jin miró hacia atrás, observando que Yuichiro ya lo esperaba. Suspiró pidiendo que por favor le dieran una oportunidad para convencer a aquel hombre imponente y además, que no terminara todo en tragedia.
Sacó sus llaves del bolsillo y fue directamente a abrirle la puerta a Yuichiro, quién entró sin decir gracias y cerró de un portazo tan fuerte que el carro tembló. Jin se mordió el labio, esperando que esa fuera la única vez que hacía eso. Rodeó el auto y antes de abrir su puerta, pudo ver a Kame intentando acercarse a él, pero Ueda lo detenía. Le asintió queriendo decirle que no era seguro encapricharse con ir, pues Yuichiro podría ponerse mucho más agresivo.
Pudo notar que el menor movía los labios, pero debido a la lejanía era difícil saber qué quería decir… aunque su intuición le decía que era esa frase corta que tanto adoraba escucharle: “Te amo”.
Le respondió del mismo modo y abrió la portezuela del carro para entrar y poner en marcha el motor. Era la primera vez que sentía tales nervios, ni siquiera cuando comenzó a conducir se había sentido así… y era porque la presencia de Yuichiro lo hacía sentir tenso.
Kame y los demás los vieron salir a la carretera, conduciendo por la vía que seguía derecho pero comenzaba a subir. Él no pudo hacer otra cosa que dar un par de pasos al frente, preocupado por ambas personas que eran le importantes… Entonces, lanzó una plegaria a sus padres:
“Por favor… Cuídenlos… Que tanto Nii-chan como Jinjin se entiendan…”
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SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 Empty Re: SENSEI (AKAME) cap 27 al 35

Mensaje por Sunako Akanishi ♥ Vie Ene 20, 2012 10:57 am

Primera!!!! yei!!!!!
Gracias gracias gracias!!!! SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2154584205
ya me los lei todos gracias gracias gracias gracias!!!!!!! me gusto mucho!!! ♥️♥️♥️

Biie biie ^^ SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2567492099
Sunako v(^w^)v
Gracias encerio, cuantos capis faltan???
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Mensaje por meiii.pindy Vie Ene 20, 2012 2:43 pm

SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 Ni te imgainass XD no llevo ni sikiera la mitad del fic publicado!! XDDDD SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775 SENSEI (AKAME) cap 27 al 35 - Página 8 2836630775
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Mensaje por shion kamenashi Vie Ene 20, 2012 4:43 pm

>o< aaaah enserio!!!!! Waaaa mejor no te pregunto cuántos son en total pz asi es mas emocionante cuando ya se hacerque el final en definitiva amoo este fic no me importa cuanto dure lo seguire simpre >\\v\\<
Contii onegai se q apenas hoy lo subiste pero es q cada vez q leo un nuevo cap no puedo evitar kerer mas subelo lo mas pronto q puedas *v*
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Mensaje por Ecatheriina Vie Ene 20, 2012 6:54 pm

EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH?! Q paso con mi comentario?! T.T ! yo fui la primera en comentar, y ahora q entro, ya no esta T.T !

Te habia dejado un super mega grande comentario u.u WAAAA *mi llora !

En fin, resumiendolo, lo ame ame ame ame ame ame ame ame y quiero contiiiiii onegaiiiii !!! muero por contiiiiiiiiiiiiiiii !!
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Mensaje por DANNYKAZU Sáb Ene 21, 2012 10:33 am

Oh x Dios!!! Lo ameee... Los recuerdos de kazu son tristes.. Hasta yo me senti muy triste imaginando... Y la reaccion de los hermanos dr kazu.. Fue muy real.. Nada de " todo bien" de nuevo, ya lo habia mencionsdo. Es un fic muy real. Nada fantasioso e ingenuo. Bien podria pasar x una historia real. Soy tu fan. De verdad que soy tu fan.... X favor....contiiiii onegai
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Mensaje por Saku-chan Miér Ene 25, 2012 1:10 pm

Uwaaaaaaa~


conti onegai ~ *puppy eyes* d=
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Mensaje por Ecatheriina Miér Ene 25, 2012 6:52 pm

Gomen si soy pesadita demo...

conti, conti, contiiiii~ onegai ! *more puppy eyes & pout!
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Mensaje por shion kamenashi Miér Ene 25, 2012 9:23 pm

Yo también pido contiiiiiiii onegaiiiii!!!!! *^* Todos los dias veo si ya pusiste la conti
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Mensaje por Ecatheriina Jue Ene 26, 2012 1:24 pm

Yo igual!!! Cada dia reviso ~ onegaiiiiii
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Mensaje por MoKaMe Jue Ene 26, 2012 2:45 pm

wuaaaaaaaaa!!! al fin lei los capis q me faltaban!!!! ame todo!! todo..... T-T ..... no se ni por donde empezar... tantas emociones wuaa!!!.... pero este fic increible... solo espero q al final todo termine bien.. ^^ ... gracias!! y espero la conti con ansias!!! ^^ enserio gracias!!!!
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Mensaje por DANNYKAZU Jue Ene 26, 2012 4:09 pm

CONTI!!!!!! ONEGAI!!!!!!!!!!
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Mensaje por Sunako Akanishi ♥ Jue Ene 26, 2012 5:00 pm

creo qe todas hacemos lo mismo hahahahahaha XD
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Mensaje por DANNYKAZU Jue Ene 26, 2012 5:56 pm

mejiii chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!! onegaaaaaaaaaaaaaai onegai onegai onegai!!!!!! contiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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Mensaje por Ecatheriina Jue Ene 26, 2012 7:17 pm

Onegaiiiiiiiiiiiii !!! La desesperacion me carcome por dentro T___________T !!
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Mensaje por Nikki Liebe Jue Ene 26, 2012 7:21 pm

Awww simplemente lo ameeeeeee! quiero contiii!!! qw
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Mensaje por DANNYKAZU Jue Ene 26, 2012 9:27 pm

Tu club de fans te aclamamos!!!!!
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Mensaje por shion kamenashi Vie Ene 27, 2012 9:18 am

Onegai!!!!! la contiii *^* q de verdad amo este fic y kiero saber q va a pasar
onegaiiiiiiiii
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Mensaje por Ecatheriina Vie Ene 27, 2012 9:52 am

Sisisisisissisisi !!! Onegaiiiiii !!! Voy a llorar T___________T
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Mensaje por Nikki Liebe Vie Ene 27, 2012 9:58 am

Awww ya no aguanto más!! quiero contiiiii!!! please please!!! no seas malita, que estamos todas sufriendo jijjiji <3 023
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Mensaje por DANNYKAZU Vie Ene 27, 2012 2:46 pm

SI!!!!!!!!! SUFRO Y MUCHO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
CONTIIIIIIIIIIIIII CONTI!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1
*ROGANDO X CONTI!!!
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Mensaje por Ecatheriina Vie Ene 27, 2012 8:22 pm

ONEGAIIIIIIIIIII !!! Mi llora llora !!!
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