SENSEI (AKAME) cap 27 al 35

[font=Comic Sans Ms]Este fic que les colocare a la brevedad, a mas tardar mñn, lo creo una niña que lamentablemente no recuerdo su nombre ni como contactarla, pero que le estoy eternamente agradecida por darme la oportunidad de leer un poco de su imaginacion que me tiene en las nubes, si ella llegara a dar con fic de casualidad aki espero que no se moleste y lo subo en Honor a ella, xq de vdd su creacion es muy linda, a mi gusto personal xd
Espero que a uds tambn ADEMAS ,ES DEL AKAME osea sera genial, xikas les prometo subirlo en un par de horitas mas para provechar de corregirlo
esperen con ansiass [/font]

la vdd es buenisimo

pues subelo no te tardes mira q aca consumimos akame como postre jejee

SUBELO!!!!!!!!!!!!!!

amo el AKAme y quiero leer esta ficu

asi que subelo....y prometo comentar

pero como el fic ya está escrito si no subes pronto te acosaré mucho

woooow yo prometo solemnemente esperar ansiosamente pero plzz....!!! subelooooooooo......!!!!!!!!!!!! ONEGAIII...!!!!! :3

nada!!!!! oiiiii x q solo dices q lo subes y nada subelo rapido o no respondo TODAS te acosaremos y... lloraremos mucho si no lo subes... es un akame no seas malita subelo por fis

Aunque no lo crean aun no me lo termino de ller es muy larguisimoo asi k tendremos akame para rato

bueno aki vaa

SENSEI (AKAME, NAKAEDA xd)

SENSEI
Boku wa kyoushi desu… boku wa senpai ni aishiteru
(Soy profesor… Amo a mi superior)

CAP 1

SEPAI TO KOHAI
(Superior y pupilo)

-Mi nombre es Kamenashi Kazuya. Tengo veintitrés años y soy soltero. Estudié en la Universidad de Tokio y planeo estudiar un posgrado en educación internacional para irme a impartir japonés a otros países. Soy perseverante y siempre logro lo que busco porque no me gusta dejar las cosas a medias. También comprendo el sentido de trabajar en equipo y soy de confianza –se inclinó finalmente-. Yoroshiku Onegaishimasu.
Todos los presentes le aplaudieron y Kame se enderezó cuando escuchó la aceptación. Durante la entrevista de trabajo estuvo muy nervioso, y se sintó peor cuando iba de camino al trabajo en el autobús. No quería dar una mala imagen a sus compañeros y comenzar con el pie izquierdo.
-Ser graduado de la Toodai es una carta de representación impresionante, ¿ne? –comentó una profesora de edad madura-. Soy Sonoda Yumiko. Mucho gusto –lo saludó inclinándose-. Imparto francés e inglés, y soy la segunda al mando del Departamento de Inglés, pero Presidenta del Departamento de Francés. Cuando no esté el Presidente de Inglés, vienes conmigo.
-Yo soy Hiromiya Machiko –se acercó otra compañera de menor edad, sonriéndole soñadoramente-. Yo también me gradué en Toodai y doy clases de inglés. Mucho gusto.
Kame se inclinó para saludarla y así fue conociendo a los demás profesores de la Institución.
Pasados unos minutos, las presentaciones terminaron, y Kame se dio cuenta, con mucha pericia, que hacía falta el Presidente del Departamento de Inglés. Conocía al de Francés, Chino, Coreano, Portugués, Español, Japonés, etc., pero faltaba el de Inglés.
-Bien. Entonces comenzaremos con un reacomodo de clases –intervino el Director en Jefe-. Kamenashi-san, usted va a hacerse cargo de…
-Gomen, gomen! ¡Siento el retraso! –entró apresuradamente un hombre vestido con un traje negro y corbata roja, avanzando por la oficina y llegando agitado al lado del Director.
-¡Akanishi-san! –exclamaron un par de profesoras emocionadas por verlo llegar.
-¡Lo siento mucho! –se disculpó inclinándose ante su jefe.
-Cálmate, cálmate, chico –le dijo el hombre maduro dándole unas palmadas en el hombro-. Aún estás a tiempo.
-No pude desocuparme rápidamente. Lo lamento –continuó inclinado.
Kame lo miró con sumo interés. A diferencia de los demás profesores, ese hombre vestía bastante elegante. Se preguntaba quién era.
-Tenías sesión con Glico, ¿verdad? No te preocupes, esa empresa queda lejos de la Institución. Además, ayer te dije que podías presentarte por separado –lo disculpó sonriéndole.
Jin se irguió y pidió disculpas a todos, quienes le devolvieron el gesto con sonrisas de aceptación.
-Kamenashi-san –llamó el Director y el chico puso especial atención-, él es el Presidente del Departamento de Inglés y Subdirector. Es uno de nuestros mejores elementos y ha dado muchas clases a diferentes empresas de Japón, no solo de Tokio –Kame dejó escapar un ligero “sugoii” y continuó escuchando-. Tiene cinco años laborando con nosotros y es quién va a ayudarte a sentirte a gusto en ésta escuela.
-¡Ah! ¡Encantado! –dijo Kame inclinándose rápidamente al conocer a su senpai- Kamenashi Kazuya desu! Yoroshiku Onegai shimasu!!
-Soy Akanishi Jin, profesor de lengua inglesa y japonesa –se inclinó también pensando que los ademanes de Kame eran un poco torpes pero… sumamente simpáticos-. Kochira koso.
-Ahora que todos se han presentado como es debido, pasemos a lo siguiente, el acomodo de las clases… -mientras el Director en Jefe daba las indicaciones, todos prestaban atención porque los planes cambiarían gracias a que el nuevo profesor, Kame, por fin comenzaría a trabajar con ellos.
Sin embargo, el novato no pudo evitar mirar de reojo a Jin, por quién despertó una admiración inmediata con solo verlo y saber aquellas pocas cosas de su carrera profesional. Impresionante encontrarse a una persona con ese currículum. Quería llegar a ser como él para no tener problemas con su sueño del posgrado y futuro trabajo fuera de Japón. Debía aprender lo más indispensable de su senpai. Tenía qué poner especial atención a cada una de sus indicaciones. Sería atento, cuidadoso y respetuoso con él. ¡Sí! ¡Trabajaría duro!
Pero sus ánimos internos fueron interrumpidos cuando se dio cuenta que su superior volteaba a verlo con una expresión de “¿Qué?”.
Se estremeció y miró a su alrededor, sus compañeros lo observaban y también el Director.
-Ah… Go-gomen… E-estaba pensando en… có-como comenzar con la clase… ¡Lo-lo siento mucho! –se disculpó en seguida, sonrojándose completamente.
-Kawaii!! –dijeron las chicas emocionadas.
-Está bien, pero preste atención de ahora en adelante, Kamenashi-kun –lo reprendió el Director.
-Sí, señor –contestó encogiéndose de hombros y mirando de reojo hacia la pizarra blanca donde se encontraba la nueva tabla de clases.
Le dirigió una mirada de soslayo a Jin y se dio cuenta, con mucha vergüenza, que lo miraba sonriente, casi como si estuviera burlándose de su llamada de atención. Pero la verdad es que Jin volvía a pensar que Kame estaba lleno de energía, positivismo, etc. Sin duda era un chico bastante simpático. Estaría encantado en enseñarle todo sobre el Instituto.
Al término de la junta para asignar clases a Kame, todos los profesores salieron de la oficina principal y se dirigieron a sus escritorios. Los que pertenecían a los Presidentes de cada idioma impartido por la escuela, eran más grandes y con una computadora incluida. Mientras que los profesores que se desligaban de esos departamentos, solo tenían un escritorio con cajones y algunos papeles. Cero computadoras.
Sonoda y Akanishi se detuvieron antes de sentarse y comenzaron a hablar entre susurros. Lo que llamó la atención de Kame.
-“¿Junta extraoficial entre líderes?” –pero de inmediato su consciencia le dijo que no fuera metiche y se dedicara a revisar la lista de sus grupos.
Tenía dos por la mañana y tres por la tarde. Nada mal para comenzar. Uno de dos horas y todos los demás de solo una. Pensó que sería algo aburrido permanecer en la escuela con grupos con tan poco tiempo, pero era normal debido a que era un novato.
-Kamenashi-san –lo llamó la voz emocionada de una de las profesoras.
Salió de sus cavilaciones y le prestó atención a su compañera, poniéndose de pie.
-Hemos pensado… que queremos hacerte una fiesta de bienvenida después de las clases de hoy, si te parece bien –dijo la chica con una sonrisa pícara.
-Ah… No es necesario que se molesten –él tenía otro compromiso qué atender de cualquier modo.
-¡Anda! ¡No es ninguna molestia! Siempre hacemos una fiesta cuando llega un compañero nuevo –comentó Machiko acercándose y apoyando a su compañera de trabajo-. Yo llegué el año pasado y puedo garantizártelo, me hicieron una fiesta, ¿ne, Sonoda sensei? –pidió el apoyo de su superior, que continuaba hablando con Jin.
-No descansarán hasta que aceptes –dijo Sonoda con una sonrisa dulce.
-Pero es que yo… -había planeado ir con su amigo Ueda por un trago en celebración a su primer día de trabajo y ahora lo ponían en un dilema.
-Acepta –dijo Jin recargándose en el escritorio, sonriéndole de nuevo-. Sonoda-sensei tiene razón, no te van a dejar tranquilo hasta que digas que sí.
-¡¿Eh?! Eso se escucha como si fuéramos un par de caprichosas… -se quejó Machiko cruzándose de brazos.
-Además, te vendrá bien un trago después de las clases. Eres joven todavía. No te hará daño una o dos cervezas –agregó otro profesor que se acercó a la plática.
-Es que un amigo… -susurró para no ser escuchado con claridad.
-No somos cerrados. Invítalo –agregó otro que arreglaba sus papeles desde su escritorio-. Mientras más seamos, más nos divertimos, ¿ne?
-Siempre tan amable, Nakamaru-sensei~ -dijo Machiko con sonrisa soñadora.
-¿Qué dices? ¿Vienes? –preguntó Jin que ya trabajaba desde su escritorio.
-Ah… -¿ya estaba trabajando? Debería tomar su ejemplo y ponerse en marcha también. ¡Sí! ¡Haría lo que su senpai!- Puedo llamarlo y comentarle… pero sino quiere…
-Está bien, está bien. Déjenlo tranquilo. Sino se puede hoy, será otro día –interrumpió Kim Soon-sensei, encargado del Departamento de Coreano.
-Awww~… -se quejó Machiko volviendo a su escritorio con la cabeza baja.
Kame se sintió un poco responsable de que ella se decepcionara, pero tampoco podía decirle a Ueda que le cancelaba porque sus compañeros de trabajo querían pasar la noche con él, tomando y celebrando su nuevo trabajo.
-Kamenashi-san, ¿puedes venir un momento? –pidió Jin mirando unas hojas.
-¡Ah, hai, hai! –dejó de lado sus pensamientos y se acercó a su jefe, quién engrapó rápidamente unos papeles.
-Escucha… -se revolvió el cabello que tenía pegado con goma (ya que odiaba peinarse formalmente) y le indicó con lápiz unas líneas- éste salón es un poco problemático, por lo que éste y éste alumno deben ser los que más vigilados debes tener. Mientras más ocupados los tengas con labores o ejercicios, mejor será la clase, ¿comprendes?
-Hai –asintió tomando la lista. Aunque el grupo era solo de cinco personas, escuchar que tendría unos chicos problemáticos le daba un poco de miedo. Siempre había sido pacífico con los alumnos, nunca había problemas con ellos.
-Estás tenso. Relájate. ¿Nunca antes has dado clases? –preguntó sonriendo al verlo un poco como piedra.
-S-sí, pero… casi todas han sido particulares… Ah… como servicio social –contestó apretando los labios y sonrojándose por ser descubierto.
-Tranquilo –le dijo levantándose y tomándole el hombro con discreción para hacerlo sentir apoyado-. Quizá al principio sea difícil porque te ves más joven de lo que eres, pero no te preocupes. Solo necesitas adecuarte a ellos y viceversa y las cosas irán bien.
-Anou… Sensei… -lo llamó un poco más tenso. No entendía por qué tener a Jin en frente le causaba tanto temor.
-Llámame Jin. A todos aquí se los he pedido, pero ninguno me hace caso –se encogió de hombros y rió.
-Es normal, sensei. Es usted un superior –contestó asintiendo con seriedad.
-Sí, todos me han dicho lo mismo. En fin, llámeme como quieras –se sentó y entrelazó sus manos clavándole la mirada.
Kame solo asintió y se dio media vuelta para irse.
-Hey –lo llamó con una ceja alzada.
Volteó con su jefe y ladeó la cabeza.
-¿No ibas a decirme algo? –cuestionó Jin con una sonrisa aún más divertida. Sin duda ese chico era despistado o los nervios lo estaban consumiendo.
-¡Ah, sí, sí! ¡Gomen! –se disculpó inclinándose ligeramente y miró a Sonoda, quién ya estaba ensimismada en su trabajo en frente del PC- ¿Puedo preguntarle algo?
-Seguro, dime.
-¿Alguien va a supervisar mi desempeño en clase? –preguntó preocupado.
-Sí, claro –se frotó las manos-. Es indispensable que se haga –Kame apretó los labios nuevamente y asintió. Ueda le había dicho que no se pusiera nervioso en caso de ser monitoreado, pero era imposible tener a alguien viéndote la nuca o la cara mientras anotaba cosas sobre tu clase-. Hey –lo llamó nuevamente queriendo reírse por las muecas del nuevo. Kame atendió e hizo un ligero puchero a inconsciencia, al darse cuenta que su superior parecía divertirse con su sufrimiento (pero no era así)-, no te pongas nervioso. Voy a ser yo quién te supervise.
-¿En serio? –se le iluminó el rostro.
-Sí.
-Ah… ¡Gracias, sensei! –se inclinó y se fue a su lugar, más tranquilo por escuchar aquellas palabras.
-Pero no creas que soy tan benévolo… -susurró Jin sintiendo pena por él. Por algo era el Presidente de Inglés. Era muy estricto al momento de dar clases, de aplicar exámenes y, sobre todo, cuando supervisaba a su gente.

Horas más tarde, ya terminada su última clase de la tarde, Kame se sentía cansado y sobre todo preocupado, pues las miradas de Jin durante la supervisión habían sido muy severas. En dos oscaiones no asistió porque él tenía trabajo qué hacer con sus grupos, pero sabía que poco había aprobado.
-Kamenashi-kun –lo llamó cuando Kame arreglaba sus cosas para irse. Le había avisado a Ueda sobre le beber con sus compañeros de trabajo y aceptó… pero después de las revisiones ya no estaba muy seguro de querer continuar.
-Hai… -contestó con pocos ánimos y fue al encuentro de su senpai.
-Es el primer día de clases y entiendo su desempeño, sobre todo porque nunca se había parado entre frente de todo un grupo, pero quiero tratar unos puntos importantes para mañana –le aclaró mirándolo con severidad.
-Hai –no subió la cabeza y continuó escuchando.
-Quiero verlo aquí antes de las siete de la mañana para discutirlos, ¿comprendió? –estaba siendo severo, pero no podía bajar la guardia.
-¡S-sí! –era muy temprano para él, pero de todos modos aceptó porque era un trabajo serio. Lo que lo ponía triste era que ahora Jin le hablaba de usted.
-Bien –guardó unos papeles en un cajón al que le tiró seguro y miró a los demás-. Ahora… ¡vamos a la fiesta de bienvenida, ¿ne?!
Todos respondieron al unísono y muy sonrientes. Ya estaban listos, así que se adelantaron para arreglar un poco el lugar y tenerlo decente y alegre para la bienvenida.
-Akanishi-sensei, ¿puede venir un momento, por favor? –pidió el Director desde su oficina.
-Claro, jefe –contestó Jin dirigiéndose a la oficina principal, pasando a un lado de Kame que continuaba sin moverse de en frente del escritorio de su superior.
Se sentía bastante mal. Sabía que no le había ido bien en la revisión de sus clases y no podía evitar sentirse triste y derrotado. Había trabajado mucho para entrar en esa Institución y ahora prácticamente le decían que era ineficiente. ¿Por qué lo contrataron entonces?
Sintió ganas de llorar pero se las aguantó.
Sonoda, que arreglaba su bolso, escuchó un sollozo de parte de Kame y volteó hacia su lugar, donde el chico arreglaba sus cosas de modo angustiado y preocupado, casi triste. Ella sabía lo duro que podía ser Jin al momento de regañar a las personas, pero sin duda, con él se comportó bastante benevolente. Hasta había medido sus palabras, pero era evidente que Kame comprendió más allá de lo dulce que Jin había sido.
Sonrió enternecida. Se colgó el bolso al hombro y se acercó a su kohai.
-Kamenashi-sensei –lo llamó con voz casi maternal.
-Oh, Sonoda-sensei. Otsukaresama deshita –se inclinó para agradecer su duro trabajo y ella le respondió, pero continuó sonriendo en frente suyo-. ¿Sí?
-No te pongas triste –le puso una mano en el hombro para darle apoyo moral-. Sé que Akanishi-sensei puede ser muy estricto, pero créeme que su única intención es ayudarte.
-Lo he decepcionado, sensei… -contestó Kame bajando la cabeza muy triste.
-¡Vamos, vamos! No es para tanto –le frotó los brazos para darle más ánimos y que sonriera-. Él no ha dicho estar decepcionado. En pocas palabras quiere ayudarte a levantar esos puntos débiles que tienes, eso es todo.
-Pero… En clase… me veía como si hiciera todo mal… -la primera lágrima se deslizó por su mejilla y fue cuando Sonoda se dio cuenta que era un chico muy sensible.
-Hey, cálmate –secó la lagrima con un pañuelo sacado de su bolso-. Él mismo dijo que comprende que tu desempeño no sea el esperado porque nunca has dado clases, pero jamás mencionó que no fueras apto o que no tuvieras la capacidad.
Kame levantó la mirada, era verdad, pero de todos modos dolía haber fracasado en su primer día.
-Créeme que hay gente a quién sí se lo ha dicho, y al igual que tú, terminan llorando. Es algo que odia hacer, pero es por el bien de sus pupilos –se cruzó de brazos y cuidó que sus superiores continuaran hablando en la oficina principal-. Anda, ven. Te acompañaré a donde será la fiesta.
-¿No va a venir, Sonoda-sensei? –preguntó Kame siguiéndola.
-Lo lamento, Kamenashi-sensei –contestó con una sonrisa lastimera-, pero no puedo ir. Hoy es el cumpleaños de mi hijo mayor. Le he prometido llegar temprano a casa.
-Entiendo… -era la primera que le hablaba y consolaba de ese modo y no estaría en la fiesta… Iba a sentirse raro y solitario.
-¿Recuerdas a Hiromiya-sensei? –preguntó para olvidarse de ese tema porque también la hacía sentir un poco culpable.
-Sí –contestó caminando a su paso, siguiendo el pasillo para salir de la escuela.
-Ella estuvo a cargo de Akanishi-sensei desde que llegó. Ya lo sabes, da clases de inglés. Es una chica muy linda y dedicada, su única debilidad es su superior –se sonrió divertida por decirle algo tan inapropiado-. No se lo digas a nadie. Aunque no es un secreto, ni siquiera para Akanishi-sensei.
-¿Ambos están saliendo? –preguntó curioso.
-¡No, claro que no! Él solo la ve como una hermana pequeña –lo corrigió con una sonrisa aburrida-. A mí me gustan mucho como pareja. Se ven muy lindos juntos, pero… creo que la mayoría del tiempo parecen padre e hija.
-¿Por qué? –su tono se escuchó casi como de niño de diez años.
-Como te digo, cuando ella recién se graduó de Toodai, llegó buscando trabajo porque en muchas instituciones le dijeron que era deficiente, que no era capaz de enseñar. Cosas muy crueles –Kame escuchaba atentamente-. Le dieron la oportunidad pero con periodo de prueba. Entonces la encomendaron con Akanishi-sensei… -sonrió recordando aquellos tiempos y continuó- La primera clase fue un desastre. Se puso tan nerviosa que no hizo otra cosa más que ver qué nivel tenían los alumnos. Aunque eso no creo que sea tan malo… Sin embargo… cuando estuvo con el segundo grupo… Akanishi-sensei terminó dando la clase porque ella se puso demasiado nerviosa. Al final del día, le dio un regaño que nadie ha olvidado. Le dijo que si iba a llorar de nuevo, que no se presentara al día siguiente.
-Qué duro… -dijo Kame sintiendo pena por Machiko.
-Fue muy duro. La mayoría nos enojamos con él porque Hiromiya-sensei daba lo mejor de sí misma siempre… Sin embargo, Akanishi-sensei le ayudó mucho con sus regaños. Se presentó al día siguiente y no derramó ni una sola lágrima. Creo que estuvo meditando toda la noche por lo que pasó y decidió intentarlo nuevamente. Poco a poco… ella fue creciendo. Ahora ya no llora en clases.
-Ya veo…
-Una vez lloró porque los alumnos no le hacían caso y Akanishi-sensei la reprendió, volviendo a decirle que no necesitaba miembros que no supieran controlar un grupo. Ha trabajado muy duro para ser la sensei de ahora.
-Cuando los alumnos del grupo tres me vieron… dijeron que querían de vuelta a Hiromiya-sensei… -Kame se desanimó por ese reclamo.
-Ah, la clase tres la adora –contestó sonriente-. Es el grupo que la hizo llorar en esa ocasión. Ahora la admiran por lo que ha crecido. Dicen que les gusta su pronunciación. Te va a costar mucho hacer que te quieran.
-Ahora entiendo por qué… -se desanimó nuevamente.
-Pero cálmate –le dio unas palmaditas en la espalda y continuó-. Es normal en los alumnos no sentirse a gusto con un profesor nuevo. Es un cambio de ambiente. Solo demuéstrales que eres tan bueno como Hiromiya-sensei. Dijiste que eras determinado, ¿cierto? ¡Demuéstraselos! Y también, demuéstraselo a Akanishi-sensei.
Fue entonces cuando se dio cuenta que lo dicho por Sonoda era verdad. No tenía qué darse por vencido por fallar la primera vez. Aún no estaba despedido y si su compañera tenía razón, entonces todavía tenía muchas esperanzas de dar más de sí mismo.
Él no era como Machiko que se había puesto a llorar, y mucho menos, Jin le espetó un sermón feo. No. Él quería ayudarlo a fortalecer ciertos puntos… y lo haría. Porque eso había pensado cuando supo que estaría a cargo de Jin. Se había emocionado porque fuera su tutor, en pocas palabras, y ahora no podía tenerle miedo solo por un regaño. No. Ese no era él.
-Gracias, Sonoda-sensei –le bloqueó el camino y se inclinó para ser más educado.
-No tienes por qué agradecer –le sonrió y Kame se incorporó-. Te ves mejor sonriendo. No vayas con una cara triste a la fiesta porque entonces tu tutor se va a sentir miserable. Si quieres que se enorgullezca de ti, entonces déjale claro en carácter y acciones, que vas a dar lo mejor de ti.
-¡Hai! ¡Ganbarimasu! –Kame sonrió más ampliamente y ambos profesores continuaron caminando hasta que tuvieron qué separarse.
Cuando llegaron al bar que se reservó a última hora por Machiko, Kame y Sonoda se encontraron con que solo faltaban ellos dos y Jin.
El menor ladeó la cabeza confundido. Quizá continuaba en la escuela pero… ahí estaba el Director en Jefe. Suponía que había ido en su coche porque cuando salieron él y Sonoda, no vieron salir a ninguno de los dos profesores.
-¡Oh, ya llegó el festejado! ¡Ahí, ahí! –le indicó el Director apuntando un asiento al lado del Presidente del Departamento de Coreano.
Kame entró y dejó sus cosas en su lugar. Saludó a todos y les agradeció por el detalle de hacerle una fiesta de bienvenida pero que tenía qué esperar a su amigo fuera del bar para llevarlo a la mesa. Ninguno se quejó y se excusó.
Así pues, cuando Kame estuvo en la puerta, se cruzó de brazos por el viento frío que soplaba aquella noche. Miró a ambos lados de la calle y no había presencia de Ueda Tatsuya. ¿Habría cubierto un poco de tiempo extra?
Pasados entre cinco y diez minutos, Kame por fin lo vio llegar. Llevaba una mochila al hombro y caminaba con rapidez.
-¡Tat-chan! ¿Dónde estabas? Tardaste mucho~ -se quejó Kame con un puchero al tenerlo a su alcance.
-¡Gomen, gomen, Kame-chan! –contestó Ueda con una sonrisa apenada- Tuve qué quedarme porque los padres de Kato-san querían hablar conmigo.
-¿Problemas? –preguntó Kame preocupado al recordar que esa niña siempre coqueteaba con él.
Ueda negó enérgicamente, sonriéndole.
-No es nada grave, Kame-chan –contestó adelantándose al bar-. Fueron a decirme que ya no tendrá más clases conmigo. Le han conseguido una profesora, así no habrá más problemas.
-Tú no eres un acosador, Tat-chan –se quejó Kame acoplándose a él.
-Lo sé. Pero es la palabra de su hija contra la de un joven de veintiséis años que está en la “flor de su vida sexual” –contestó alzando los brazos, como si estuviera imitando a los grandes actores de las obras más conocidas de Broadway.
-¿Eh? ¿Eso te dijeron? –le dio alcance y en ese momento quiso ir con esos incompetentes y cerrarles la boca.
-Sí –Ueda movió la mano de un lado a otro para asegurarle que estaba bien-. No te preocupes, después de todo, Kato-san estaba desesperándome de verdad. Es solo una niña de diecisiete años. ¿Qué puedo verle yo? –le guiñó el ojo y sonrió con mucha sinceridad- La verdad es un consuelo ya no tenerla como alumna, Kame-chan, por eso no me siento mal.
-Mmm… -le creía, pero le preocupaba que el dinero que recibía de Kato Ami repercutiera en su forma de vida, después de todo, el trabajo de Ueda tenía un mercado difícil.
Ueda Tatsuya era uno de sus mejores amigos. Vivían juntos y respetaban el espacio de cada uno. Mientras que Kame trabajaba de profesor de lenguaje, Ueda se había graduado en música y era profesor de piano y guitarra. Además de que tenía más aptitudes qué enseñar. El único problema… era ser un chico demasiado atractivo y la mayoría de sus alumnas terminaban coqueteando con él.
-Será mejor porque así ya no me reclaman –entró en el bar, mirando a Kame de reojo quién estaba aún preocupado por su situación.
-Comprendo, Tat-chan pero…
-¡Oh, regresó el festejado! –dijo un alegre profesor que se acercó a Kame balaceándose un poco- ¡Oh, y usted debe ser su amigo! –saludó a Ueda estrechándole la mano, algo muy inusual en la cultura japonesa.
-Ueda Tatusya desu –se presentó inclinándose y mirando con un poco de sorpresa al profesor.
-¡Hey, Kamenashi-sensei! ¡Siéntense aquí! –los llamó Nakamaru-sensei. Había dos asientos vacíos a su lado.
-Vamos, Kame-chan. Debes presentarme –le dijo Ueda sonriendo y empujándolo por la espalda.
Poco tardaron las presentaciones y ambos chicos ya estaban sentados a la mesa, platicando con los demás profesores que preguntaban diferentes cosas sobre el nuevo maestro de inglés y su amigo profesor de música.
-¿Desde cuándo estudias piano, Ueda-san? –preguntó Machiko interesada. Siempre le había gustado la música y soñaba con tener un novio que pudiera tocarle lindas melodías (aunque era contradictorio que anhelara también a su superior y jefe).
-Desde pequeño. Mis padres siempre me han inculcado que debo ir hacia lo más alto –contestó bebiendo un poco de cerveza-. Solo que… creo que me he quedado a la mitad –sonrió divertido.
-¡No digas eso, Ueda-san! –lo animó otro profesor- Si haces eso, nos harás sentir como si nuestro trabajo también fuera algo de mediana categoría, ¿ne?
Varios profesores se alzaron a apoyar la idea de su compañero y Ueda pidió disculpas inclinándose, lo que provocó las risas de los más grandes porque todo era una broma.
Kame por su parte, no pudo evitar buscar por tercera vez a Jin con la mirada por la mesa de profesores, pero no lo encontró. Pensaba que quizá, se había enfadado tanto con él, que pensó en no verle la cara en la fiesta.
Eso lo desanimó mucho porque volvía a presentir que estaba decepcionando a Jin desde el primer momento.
-¿Y cuál es tu aspiración en la vida, Kamenashi-sensei? –preguntó Nakamaru Yuichi, profesor de francés y japonés.
-Quiero hacer un posgrado más adelante, cuando tenga el debido tiempo. Me gustaría ir a enseñar japonés a otros países –contestó el chico con una sonrisa mientras se tallaba las rodillas. Sentía un poco de frío.
-Es una meta muy ambiciosa, ¿ne? –comentó el Director- Pero puedes lograrlo, Kamenashi-sensei. Ganbatte!
-Gracias.
-¡Oh, ya llegó! –dijo otra de las profesoras jóvenes que volteaba a la puerta- ¡Akanishi…!... sensei… -alzó la mano pero de inmediato la bajó cuando se dio cuenta que no venía solo, sino acompañado… por una mujer alta, delgada y de cabello largo y oscuro: la novia del profesor Akanishi Jin, Uehara Takako.
-¡Oh, viene Uehara-san con él! –comentó Nakamaru entre risitas divertidas.
-¿Qué tiene eso de divertido, Nakamaru-sensei? –preguntó Ueda sin comprender.
-Tú no estás para saberlo, ni yo para divulgarlo pero… -tomó un sorbo de cerveza mientras veía cómo Jin y su novia saludaban a todo el equipo docente, y veía a sus compañeras de trabajo esbozar pucheros de inconformidad- pasa que ella es la novia de aaaños de Akanishi-sensei.
-Puedo notar que son pareja… y bastante linda porque él rodea su cintura, pero ¿cuál es el problema? –insistió Ueda acercándose un poco más, para que la plática fuera solamente entre ambos.
Kame pudo escuchar que estaban cuchicheando y volteó con Ueda para enterarse, recibiendo una amistosa sonrisa de Maru.
-Uehara-san y él comenzaron a salir casi desde que se conocieron en la Universidad. Ellos estudiaron en Meiji, y prácticamente fue amor a primera vista –explicó sin poder quitarles la vista de encima a Jin y Takako que hablaban animadamente con el jefe de estudios-. Se conocieron gracias a un amigo de ambos que ahora poco frecuentan, en una fiesta. Cuando él volvió a verla después de dos meses, le pidió que comenzaran a salir y ella aceptó. Desde entonces no se han separado. Son como la pareja perfecta. Creo que algún día, no muy lejano, se casarán.
-¿En serio? –Ueda conocía pocas historias como esa- Vaya… Es una historia muy interesante. Es como una de esas películas de Hollywood, ¿ne, Kame-chan? –cuestionó volteando con su amigo, pero Kame estaba absorto, escuchando la historia y mirando a Jin y a su novia que continuaban hablando con la misma persona- Tortuguita –le picó la mejilla y Kame volteó en seguida-, ¿qué pasa?
-Oh, nada –contestó moviendo la cabeza negativamente y sonriendo-. Es que no pude evitar imaginarme la historia –en realidad se preguntaba si de verdad su superior iba a casarse.
-Ella estudió medicina veterinaria. Trabaja en un consultorio no muy lejos de la escuela de idiomas. Ambos salen a comer juntos de vez en cuando –observó a Jin, que se dirigía hacia esa dirección.
-Hey, hey, ¿de qué tanto están hablando que no me quitas los ojos de encima, Bakamaru? –preguntó Jin.
-De nada en especial –el profesor hizo un leve puchero y tomó los palillos para comer un poco de la botana preparada-. No me digas así en frente del nuevo, vas a provocar que me falte al respeto.
-No debes preocuparte. Kame-chan nunca ha sido irrespetuoso –intervino Ueda con una sonrisa.
-¿Kame-chan? –preguntó Jin ladeando la cabeza y mirando a Kame que estaba sentado a un lado del chico que no conocía-. ¡Ah! Tú debes ser su amigo, ¿ne? ¿Ueda-san?
-Ueda Tatsuya –completó el aludido poniéndose de pie y presentándose con Jin, quién le devolvió el saludo.
-Usted debe ser Kamenashi-sensei, ¿cierto? –una voz dulce y pacífica detrás de Kame, lo hizo sobresaltarse y voltear, poniéndose de pie.
-Ah… Hai.
-Uehara Takako –contestó inclinándose respetuosamente-. Soy novia del profesor Akanishi. Mucho gusto.
-¡El placer es mío! –dijo Kame sintiéndose nervioso al estar en frente de tan hermosa y respetuosa chica.
-Jin me contó de ti mientras veníamos en camino. Lamento que te haya tenido qué llamar la atención. A veces es un amargado –sonrió un poco apenada por imaginar el rostro joven y alegre de aquel chico, triste por los regaños de su novio.
-Ah, no, no. Está bien. Yo…
-¿Qué le estás diciendo? No soy un amargado –el aludido se colocó atrás de Takako y le acarició el cuello con discreción, amenazando con hacerle algo en casa si continuaba comportándose de ese modo.
-Debes aceptar que a veces lo eres, amor –contestó Takako riendo discretamente.
-Soy estricto solamente –dijo Jin retirando sus manos del cuerpo de su novia-. Kamenashi-san, espero que te sientas a gusto trabajando con nosotros. Ya verás que te prepararé para ser un buen profesor.
-¡Gracias, senpai! –Kame se inclinó y pensó que en definitiva, hacía bien por admirar a un hombre como él.
-¡Awww, es adorable, Jin! -dijo Takako entrelazando sus manos a la altura del pecho, sonriendo encantada por las palabras de Kame.
-Takako… -Jin la reprendió al ver que había llamado la atención de varios profesores.
-Lo siento, pero es que lo es –sonrió apenada y se dirigió ahora a Kame-. ¿Cuántos años tienes?
-Veintitrés.
-¡En serio! –preguntaron los que alcanzaron a escucharlo.
Kame miró en todas direcciones, encogido de hombros por cómo habían reaccionado los demás y asintió con timidez después de unos incómodos segundos de silencio.
Ueda no pudo más que sonreír ante la mirada atónita de los demás. Siempre reaccionaba igual cuando Kame decía su edad.
-Pensé que tenías como diecisiete –dijo Takako más relajada y riendo con nerviosismo-. No aparentas tu edad. Espero que eso no te moleste.
-Siempre me lo han dicho… -Kame bajó la cabeza esbozando un puchero. A veces eso era inconveniente porque lo confundían con un estudiante de instituto.
-Yo también pensaba que eras más joven –dijo Jin rascándose la nuca.
El menor esbozó otro puchero y quiso sentarse, pero eso sería demasiado irrespetuoso de su parte, así que se quedó de pie, esperando a que su senpai y su novia tomaran asiento. Pero para su sorpresa…
-Bien, debo regresar al trabajo. Ya es hora de la medicina de Minami-chan –Takako miró su reloj y después a Kame y al resto de la docencia.
-¿Eh? ¿Ya te vas, Uehara-san? –preguntó Machiko con una falsa voz lastimera.
-Sí, pero no te preocupes, Hiromiya-sensei –respondió victoriosa-, llegaré a casa para no dejar solo a Jin por mucho tiempo.
Machiko le volteó el rostro e intercambió algunas palabras con su compañera que también veía mal a la novia del profesor.
-Takako, no hagas esto en frente de todos –le pidió Jin por lo bajo, pero suficientemente claro para que Kame comprendiera. Sin embargo, él se hizo el occiso.
-Estoy harta de ser la novia perfecta, Jin –le dijo en un susurro-. Y también estoy harta de que gente como ellas te coqueteen. No es justo que no me respeten. Soy tu novia.
-Y te amo y eres la única, por eso no quiero que les respondas más, ¿entiendes? –le tomó la mano por debajo y le hizo cosquillas en la misma, en significado de que quería tenerla por la noche.
-Jin~ -sonrió y se ruborizó discretamente.
-Dime que sí… -pedía en respuesta para sus dos peticiones: el dejar de pelear con Machiko y pasar la noche juntos.
-Sabes que no puedo hoy… Tengo guardia y más con esos perros enfermos. Entiéndeme –le sonrió apenada por dejarlo con las ganas (XDDDD Dios, que aprenda a comportarse!! Go, Takako, gooo!!!!).
-A veces creo que amas más a esos perros que a mí~ -esbozó un puchero de evidente chantaje al que Takako no respondió de la forma esperada.
-Si te hace sentir mejor, compraré un perro muy lindo y lo llamaré Akanishi Jin –bromeó soltando una pequeña risita.
-Urusaiyo! –le dijo soltándole la mano pero sonriendo también- Eres mala…
-Gomen –se disculpó aún sonriendo por su broma.
-Estoy harta de ser la novia perfecta, Jin –le dijo en un susurro-. Y también estoy harta de que gente como ellas te coqueteen. No es justo que no me respeten. Soy tu novia.
-Y te amo y eres la única, por eso no quiero que les respondas más, ¿entiendes? –le tomó la mano por debajo y le hizo cosquillas en la misma, en significado de que quería tenerla por la noche.
-Jin~ -sonrió y se ruborizó discretamente.
-Dime que sí… -pedía en respuesta para sus dos peticiones: el dejar de pelear con Machiko y pasar la noche juntos.
-Sabes que no puedo hoy… Tengo guardia y más con esos perros enfermos. Entiéndeme –le sonrió apenada por dejarlo con las ganas (XDDDD Dios, que aprenda a comportarse!! Go, Takako, gooo!!!!).
-A veces creo que amas más a esos perros que a mí~ -esbozó un puchero de evidente chantaje al que Takako no respondió de la forma esperada.
-Si te hace sentir mejor, compraré un perro muy lindo y lo llamaré Akanishi Jin –bromeó soltando una pequeña risita.
-Urusaiyo! –le dijo soltándole la mano pero sonriendo también- Eres mala…
-Gomen –se disculpó aún sonriendo por su broma.
Después de unas bromas más y frases melosas que Kame ya no quiso entender, Takako se despidió de todos y, a él en especial, le dijo que se esforzara mucho y que le cerrara el pico a su novio (a lo que Jin se quejó diciéndole que estaba siendo muy insolente, bromeando). Salió sola del bar después de negarse a la insistencia de Jin de acompañarla, y el profesor se sentó a un lado de Kame.
-Otro día sin ella… -susurró destapando una cerveza y dándole un gran sorbo- Creo que estamos en decadencia, Kamenashi.
-¿Perdón? –preguntó Kame sin entender a lo que se refería.
-Ya sabes. Momentos de crisis en pareja –le aclaró mirándolo como si fuera raro que no entendiera las necesidades de un hombre enamorado-. Has tenido pareja, ¿no? Debes saber de lo que hablo.
El menor negó con la cabeza tres veces y se sintió inferior a su profesor.
-¡¿No?! ¡¿Hablas en serio?! –le resultó extraño recibir una negativa ya que pensaba que habría tenido antes a muchas chicas a sus pies por su apariencia… aunque quién sabe por su carácter.
-Bueno… Una novia tan formal como la suya… no, senpai –contestó Kame ruborizado-. Mis parejas siempre fueron de meses. La relación más larga que tuve fue hace un año y duró ese mismo tiempo.
-¡Vaya! Estás lleno de sorpresas, pequeño –le dijo Jin con una sonrisa comprensiva-. Pero te entiendo. En este mundo, es difícil encontrar a la chica ideal, ¿ne?
-Pero como tengo planeado irme al extranjero, no me preocupo de buscarla en Japón –comentó Kame para olvidar el asunto del amor.
-¡Oh!, ¿te irás?
-Sí. Eso tengo pensado…
-Tendrás qué trabajar mucho esa pronunciación. Hay mucha gente cruel allá afuera; sobre todo en el ámbito de la docencia –le aclaró tomando otro sorbo de cerveza.
-… Senpai…
-No me llames así. Ya me siento bastante viejo cada que lo haces, y es un plus saber tu edad para sentirme casi con bastón, Kamenashi –lo interrumpió el mayor haciendo muecas de incomodidad.
-Demo… eres mi superior y…
-Pero fuera de la escuela no. Vamos a tratarnos como amigos, ¿qué te parece? –se cruzó de brazos apoyado en la mesa y sonrió con confianza- Yo te llamaré por tu nombre y tú por el mío, ¿qué te parece?
-Ah… N-no sé si deba hacerlo –se encogió de hombros y se apretó las rodillas debajo de la mesa. Comenzaba a sentirse nervioso.
-Es más. Hagamos esto –se volteó y le enseñó el puño-. Juguemos varias cosas y si yo pierdo, entonces aceptaré que me llames como te sientas más cómodo, pero… si yo gano… -Kame esperó a escuchar la proposición- Si yo gano, entonces más que aceptar el cómo debes llamarme, estarás pegado a mí todo el tiempo en la escuela, ¿entiendes? A excepción de cuando haya clases.
-¿Eh? ¿Po-por qué? –preguntó desconcertado por aquella petición.
-Porque así podrás lograr más rápido tu sueño de irte al extranjero sin necesidad de hacer tu posgrado –le aclaró apoyando su codo contra la mesa, listo para jugar “Vencidas”.
-No comprendo –dudó en ponerse a jugar con su superior, pero Jin se impacientó y tomó su mano para estrecharla con la suya.
-Pero yo sí. No te preocupes, confía en mí.
Kame volteó detrás suyo, y encontró a Ueda y Nakamaru hablando animadamente y riendo. Parecían haber trabado buena amistad, por lo que quizá, poca atención le pondría.
Volvió con Jin quién esperaba una respuesta, y Kame solo pudo asentir con pesadez.
-¡Bien! ¡Comenzamos! ¡Tres, dos, uno! –lo dijo todo tan rápido que no le dio tiempo de reaccionar y ganó el primer encuentro, venciendo la mano de su pupilo con gran facilidad y cero resistencia- ¡Gané!
-¡Eh! ¡Eso fue trampa, senpai! –reprochó sintiendo un poco de dolor en su brazo.
-No debes bajar la guardia, Kamenashi. Esto es igual que en la escuela, ¿entiendes? Toma la oportunidad y arrasa con ella, ¿ok? –cuestionó guiñándole un ojo.
Dio menos importancia al gesto y más a sus palabras. ¿Acaso intentaba decirle algo con eso? ¿Algún consejo para las clases del día siguiente?
-Hai –comprendió en poco tiempo. Se refería a tomar el trabajo de forma que el mismo no lo arrollara. Trabajar o ser despedido, era así de sencillo.
-¡Bien! Vamos uno a cero –se arremangó la camisa después de quitarse el saco del traje y volvió a apoyar su codo contra la mesa-. No voy a tener piedad, Kamenashi.
-Hai –Kame lo imitó y le clavó la mirada, pensando que quizá así podría intimidarlo un poco.
-One, two three! –y así comenzaron con la serie de juegos que decidirían el como se tratarían de ahora en adelante.



Bueno minna aki esta la primera parte de esta historia
que aun no me termino xd kajakj pero buenoo tendremos akamee y yuichi y ueda para ratoooo

asi k espero que lo disfruten mas adelante dividire los capitulos en 2 ia que son muy largos y me tome su tiempo arreglarlos
cuidense kisses
yanee


amos esta historiaa

woooooooow. que lindo esta este fic....!!!!! kyaaaa...!!!
jajaja Kame es bien bien timidoooo waaaa.... pero aun asi es hermosooo...!!!
waaaa... espero la continuaciooon...!!! :3

[quote="Ai_Love"]woooooooow. que lindo esta este fic....!!!!! kyaaaa...!!!
jajaja Kame es bien bien timidoooo waaaa.... pero aun asi es hermosooo...!!!
waaaa... espero la continuaciooon...!!! :3



akja espera lo que vendraaaaa~

*Ah quedado con la boca abierta* ¡OMG! ¡OMG! Me lo he leído y he quedado super mega extremadamente maravillada. Este fic... osea... lo digo y lo sotengo, es el mejor que me he leído en el mundo (y eso que lo comienzo a leer). Me ha enganchado. Esta fenomenal, OMG! *0* estoy impresionada, estoy impresionada. Porfa, porfa continúa lo pronto ¿si? ¡Anda! ¡Anda! estoy impaciente por saber que pasa. Bueno, estaré esperándolo. °(>////w\\\\<)°

siiiiiiiiiiiiii gracias, perdon si acoso mucho pero pense q lo habias olvidado el primer capi estuvo muy interesante asi q estoy esperando con ansias el segundo por fis no tardes mucho en subirlo mira q somos muchas esperandolo jejeje

miren si me keda tiempo mñn mismo lo subo pero tengo preba mñn y tengo k prepararme

les juro que tratare de subirlo
ojala me esperen cuidense mucho mina yanee

A que bien que publicas este fic ... la autora fue la culpable de que me gustara el Akame por que no me gustaba el yaoi hasta que lei sus fics es una lastima que no siga escribiendo este fic yo lo he leido como dos veces y creanme lloran rien y de todo jiji y lo volvere a leer esta en mis archivos bien guardadito jijiji... que bueno que lo publicas....

quiero maaaaaaas

me encanta todos lindos estos nenos

y Kame....no cacha una xDDDD.....Jin..Jin es más gay no asumido xDD....^^


conti conti conti ;D

Holis... una pregunta.. tu eres tawsuna.. lo que pasa es que vi este fic en el livejournal ya hace mucho ... por desgracia no lo pude terminar por que cerraron el sitio y iban a abrir otro
http://tawsuna.livejournal.com/69516.html ahora este es pero no veo los caps estaba recontra avansado .. Eres tu ?? si lo eres waaaaaa que bueno que hayas decidido terminarlo me gusto mucho es uno de los fics que mas me han gustadoooo xD

como he gozado con tu comentario sara!!!!

mi no entendió lo que quisistes decirme pervertida!!

oiiiii solo dije q me dio risa

AHHAHHA yo tambien me rei con su comentario xDD

CONTIIIIIIII

XDDD.....que es muy.....como decirlo....muy dramatico xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

es que le pusiste mucho sentimiento...(al decir dramatico me referia al genero dramatico...como un acto que no se mal entienda)