Silencio (Cap. 36) COMPLETO

Capitulo 25

{Shige}

-- Sabe a quién tiene por hijo, a un gay -- ¿Qué?, volteo a ver a mi padre, me mira sorprendido – anda con un tal Kei. Con él. –señala, volteamos y esta Kei con Yamapi y Ryo. Todos estamos impresionados.
-- eso es mentira, Papá ella miente.
-- no miento, yo los vi besándose – los ojos de mi padre están sobre mí, casi asesinándome.
-- no es verdad.
-- sí lo es, hasta cuando íbamos a estar juntos me llamaste Kei. – no puede ser, ¿Qué voy a hacer?
-- no trates de justificarte – acaba de hablar Kei, volteamos a verlo. -- ¿Cómo pretendes que te crean después de haber engañado a Yamada, a Shige y aparte fingir un embarazo?
-- es cierto papá, como vas a creerle a ella.
-- debe creerme, ya no tengo nada que perder.
-- Aya, vete de mi casa. – le pide mi padre.
-- vámonos hija, ya fue suficiente.
-- es verdad, ellos son pareja y se lo mostrare.
-- deja de inventar Aya, ya vete. – me mira directo a los ojos con gran odio, me hace sentir temor, pasa a lado de Yamada, se quedan viendo. Yamada deja de verla. Volteo a ver a mi padre, me mira fijamente. – lo que dijo Aya es mentira.
-- eso espero. O si no te sacaría del internado.
-- es mentira padre. – veo que observa a ellos, los presento, mira un poco más a Kei. Convencí a mis papás de regresarme con los chicos al internado, nos mando en una camioneta, hasta atrás vamos Kei y yo, enfrente Yamapi y Ryo, y como copiloto Yamada. Nos dejan en el internado y Yamada se va para otro lado, conmigo no habla, sólo con Yamapi o Ryo.
-- ¿Cómo se entero de ustedes? – me pregunta Yamapi.
-- es lo mismo que quisiera saber. Chicos nos vemos mañana. – me despido de ellos, Kei va detrás de mí, entramos al dormitorio, veo que Kei le pone seguro a la puerta, se acerca a mí, me toma del rostro y me besa con dulzura. Sus manos me rodean la cintura, me acercan a él, yo lo abrazo del cuello e intensifico el beso, me lleva hasta la cama, me acuesta, se coloca sobre mí, desciende a besarme.

{Yamapi}

Es temprano, aun duermo, pero hace unos minutos que siento como acaricia mi rostro, abro los ojos, me encuentro en la mirada de Ryo, estamos en su cama, desnudos bajo las sabanas, me acomodo para verlo de frente, acaricio su cara, no puedo evitar mirarlo con todo el amor que siento por él. Acaricio con cariño su cabello.
--Eres hermoso – le digo sin dejar de mirarlo, sonríe y baja la mirada.
-- se siente raro que me lo digas.
-- es la verdad, eres hermoso y estas buenísimo – me coloco sobre él. Lo beso – tengo que ir con Yamada al gimnasio. ¿Vienes conmigo?
-- mmmm no, tengo flojera. – se sienta en la cama, me besa
-- bueno me voy – me levanto, me visto, tomo mis cosas, me acerco a la cama, esta acostado boca abajo, me coloco encima de él, le beso el cuello, y salgo de la habitación. Llego al gimnasio, ya esta Yamada, platicamos un poco de lo de ayer, que le dolió enterarse de la verdad. Comenzamos a bromear, y estamos haciendo pesas, veo que Yamada por momentos dirige su vista a otro lado.
-- Yamapi. Te están comiendo con la mirada.
-- ¿Qué?
-- ese chico – volteo, es Ueda, me mira de arriba abajo -- ¿quiere contigo?
-- no, él quiere con Ryo.
-- ¿Por qué te mira de esa forma?
-- sólo quiere molestar pero no voy a dejar a Ryo por nada del mundo.
-- ¡Ay,ya! Que cursi. – nos reímos y continuamos con nuestras cosas. Ya terminamos con el ejercicio – vamos a ducharnos. – nos dirigimos a las regaderas, nos estamos duchando. – termine, me voy, tengo clase a las 7 am.
-- va, nos vemos en la tarde. – se va Yamada, se escucha la puerta que cierra pero enseguida se escucha que se abre. -- ¿Qué se te olvido Yamada? – solo escucho ruidos cerca de mí, me lavo la cara y volteo esta Ueda desnudo, me toma los brazos y me pega a la pared, me besa, como puedo lo alejo de mí pero muerde mi labio, no lo suelta, lo golpeo con la rodilla en su miembro, cae al suelo y salgo de la regadera, tomo mi toalla.
-- yo sé que me quieres.
-- estás enfermo Ueda, déjame en paz. A ti te gusta Ryo deja de ponerte en ridículo conmigo. – tomo mis cosas, voy de salida, siento como me toma del brazo, me jala con fuerza, de nuevo contra la pared, me toma del rostro muy fuerte, me besa, siento como saborea encantado mis labios, tengo mis manos en sus muñecas jalándolo para que me suelte, cierro muy bien mi boca. Siento su lengua recorrer mis labios, lo tomo de la barbilla como puedo y lo aviento. Lo alejo de mí.
-- sí no te dejas te vas a arrepentir, soy capaz de cualquier cosa.
-- no te tengo miedo, nada de lo que hagas me alejara de Ryo. Él nunca será tuyo.
-- ¿y quien dice que quiero que él sea mío? Yo te quiero a ti. – me toca el pecho, va bajando su mano hasta llegar a mi miembro, lo toca sobre la toalla, en eso golpeo su mano para que me suelte. En un movimiento rápido me besa los labios, lo aviento. Cae al suelo.
-- déjame ya – le grito – me das asco, no quiero nada contigo, y no me vas a separar de él, este es un plan tuyo ¿cierto?, te lo advierto no lo vas a conseguir, antes muerto que tener algo contigo. – me doy la vuelta, agarro mi uniforme, volteo y Ueda está frente a mí, me toma de la barbilla, casi enterrando sus uñas.
-- prepárate, vas a ser mío aun que no quieras y despídete de Ryo. – me besa, se da la vuelta y entra a una regadera, me ha amenazado, volteo a mi derecha y esta Ryo.
-- ¿Qué está pasando? Explícame.
-- vamos – lo tomo de la mano, se suelta furioso.
-- ¿me estas engañando? ¿Te estás vengando de mí?
-- ven conmigo – lo tomo de la mano, me lo llevo a la habitación, aun sigo en toalla, dejo mis cosas en mi cama.
-- ¿Por qué te estabas besando con Ueda? Y así como estas.
-- él me beso, solo quiere molestar. – Ryo está muy molesto, lo abrazo, rodeo su cintura con mis brazos, coloco mi rostro en su hombro, mis manos están en su espalda, lo abrazo muy fuerte para que no me aleje de él porque sus manos me están empujando. – te amo Ryo, y si escuchaste todo te habrás dado cuenta que le dije que por nada te voy a dejar. Me amenazo, algo planea, por favor Ryo confía en mí, no permitas que nos separe.
-- ¿me amas?
-- sí, por ti soy capaz de todo, hasta de dar mi vida, mis sueños, todo por ti.
-- tú eres mi vida, sin ti soy nada. – me alejo un poco, lo miro a los ojos, lo beso, saboreo sus labios, introduce su lengua en mi boca, me acaricia la espalda, acercándome más a él, sus manos se pasan a enfrente, en mi abdomen, me quita la toalla, me abraza y toma mis pompas, me acerca más a él, nos vamos dirigiendo hasta la silla del escritorio, no dejamos de besarnos, hace que me siente, le desabrocho su cinturón, me mira con una sonrisa que me mata, lo tomo del rostro y lo beso.

{Ueda}

¿Por qué me rechaza?, siempre lo he querido a él pero a la vez lo odiaba por estar con Ryo, por hacer lo que Ryo decía, no quiero hacerte daño Pi, a ti no, pero no me dejas otra opción, dolerá al inicio pero voy a estar para consolarte. No vas a estar solo. Necesito apartarte de todos, ¿Quiénes son?, me acerco un poco, hay dos chicos besándose, acostados en el pasto, se levantan… OOOhhhh son Koyama y Kato, los voy siguiendo, se tocan y continúan besándose, acercándose al edificio dejan de hacerlo y entran normal, los sigo hasta su dormitorio, entran y cierran la puerta, me acerco, se escucha que ponen el seguro, me quedo escuchando, se escucha que caen cosas y risas. Seguramente estarán ocupados. Me alejo, voy directo a la cafetería, están las pantallas listas, todo listo para la hora de la cena. Me dirijo al edificio principal, donde se encuentra el director.

{Yamapi}

Estoy de nuevo en la cama con Ryo, hoy no fuimos a clases, desde que regresamos del gimnasio hemos estado haciendo otro tipo de ejercicio, perdí la cuenta de cuantas llevamos, Ryo está en mi pecho, está dormido, acaricio su cabello. Se está despertando, se levanta un poco y me mira, le sonrío, su mano está recorriendo mi pecho, cada parte de él, dibujando líneas imaginarias, desciende y me besa el cuello, los hombros, la manzana, todo me llena de besos, mi pecho, juega un poco con mis pezones, los muerde, continua besándome hasta llegar al ombligo, ahí se entretiene, muerde y pasa su legua, continua bajando.
--Ry..yyo – la voz se me corta, estoy más que excitado, me siento duro, Ryo se acerca a mi rostro, me besa y muerde mi labio, sus manos recorren mi cuerpo, se sienta sobre mí, está jugando con mi miembro, pasando cerca de él, y masturbándome, me besa el pecho, me contorsiono, continua con los juegos preliminares pero siento que ya no voy a soportar más, me voy a levantar pero Ryo lo impide, toma mi miembro y lo introduce en él, se deja caer, comienza con los movimientos, a subir y bajar, lo miro sin parpadear, me encanta. Con mis manos recorro su pecho, sus labios, llego a su miembro y juego con él, lo masturbo al mismo ritmo de las embestidas, esto comienza más rápido, no podemos callarnos los gemidos están a todo lo que da, lo bueno es que pusimos música fuerte – Ryyyooo… te am… -- me corro dentro de él, enseguida se corre Ryo en mis manos, sale con cuidado y se deja caer en la cama, boca abajo, me coloco encima de él, beso su cuello, su espalda, muerdo su oreja, se voltea un poco y lo beso. Me acuesto a su lado, viendo sus ojos, está cansado, lo beso en la frente, cierra sus ojos. – voy a ducharme.
-- Yamapi… voy contigo. – nos levantamos y nos vamos al baño.

{Shige}

Estamos en la cama, vamos con la siguiente ronda, Kei está sobre mí, me besa el cuello, lo muerde, está bajando por mi pecho, llenándome de besos y mordidas, me besa en el vientre, sus manos están en mis piernas, acariciándolas, me besa cerca de mi miembro, pasa su lengua por la punta, DDiooosss, me da besos ahí y lame un poco, lo empieza a introducir en su boca, succiona muy fuerte, aahhh… trato de soportar pero me es imposible me corro en su boca, él se lo ha tragado, sube a verme a la cara, me besa, nuestro beso es muy apasionado, no nos damos tregua, acaricio su espalda, hace que rodee su cintura con mis piernas, siento como va introduciendo su pene en mí, aprieto con fuerza su espalda, las embestidas comienzan y coloco mis manos en sus pompas. Deja de besarme, me muerde la oreja.
--Te amo. – continua besándome, deja de hacerlo y muerde mi cuello, abro los ojos y la puerta se abre, ¿pero cerramos con seguro? Entra el prefecto con el director y otros señores, aviento a Kei. Los dos volteamos a ver a la puerta.
-- ¿Qué significa esto? – nos grita el director. Kei y yo nos volteamos a ver.
{Ryo}
Vamos llegando a la cafetería, vamos algo despacio, estoy adolorido, hoy lo hizo casi todo el día, pero tengo mucha hambre, escuchamos risas y murmuros, tengo un presentimiento, miedo pero no sé porque, volteo a ver a Yamapi y me sonríe, me tranquiliza, estamos en la puerta, escuchamos gemidos, Yamapi se detiene, escuchamos. Abrimos la puerta y hay unas pantallas grandes con bocinas, están pasando mi video con Yamapi, ese día en el auditorio pero solo yo me veo, la figura de Yamapi está cubierta con cuadritos de colores.
--Pi, ¿Qué es esto?
-- tranquilo.
-- ¿cómo lo consiguieron?
-- creo saber quién. – su mirada se dirige a Ueda que mira muy alegre la situación, camino hacia él pero Yamapi me detiene. Entra el subdirector con otros profesores. – no te preocupes. – lo miro, ¿Cómo que no me preocupe? – pase lo que pase no digas la verdad.
-- ¿la verdad?
-- ¿Quién hizo esto?, ¿Quién tiene el video? Exijo una explicación. – grita el subdirector. Yamapi hace que lo voltee a ver, me mira a los ojos, está nervioso lo siento en sus manos y lo veo en su mirada.
-- no digas la verdad, si lo haces lo nuestro se acaba.
-- Yamapi, ¿de qué hablas?
-- ¿Quién fue? – grita el subdirector al lograr quitar el video de las televisiones.
-- fui yo – responde Yamapi – yo hice el video, pero Ryo no estaba consciente, de hecho él no lo había visto ni sabía de lo ocurrido esa noche, me aproveche de él… cuando estaba drogado. Él no tiene nada que ver aquí, yo soy el único culpable. – veo sus ojos, los tiene con lagrimas. ¿Por qué miente?
-- Yamashita Tomohisa, a partir de hoy ya no pertenece a esta institución. – anuncia el subdirector, una lagrima corre por el rostro de Yamapi.

Capitulo 26

[Ryo]

-- Yamashita Tomohisa, a partir de hoy ya no pertenece a esta institución. – anuncia el subdirector, una lagrima corre por el rostro de Yamapi. – Haga favor de acompañarme – miro a Yamapi, esto no puede estar pasando, lo tomo del brazo, lo miro, él me mira, sus ojos son tristes y con agua en ellos – vamos – el subdirector lo toma del brazo y hace que Yamapi deje de verme, sale del comedor. Siento rabia, coraje, volteo y veo a Ueda observando todo, voy rápidamente hacia él, cierro mi puño y lo golpeo en la cara.
-- Idiota, ¡fuiste tú! ¿Cierto? Ya déjame en paz.
-- no lo hice por ti. Él que debería de irse tenias que ser tú, no Yamapi.
-- ¿así que te gusta Yamapi eh? Pero él jamás estará contigo, y menos ahora que se va. Qué pena, perdiste.
-- tú tampoco vas a estar con él
-- claro que lo hare, por nada del mundo me va a dejar, me ama y soy todo para él
-- eso crees
-- lo soy, esto es una prueba de ello. – No responde, me mira casi matándome -- ¿quieres más videos? Tenemos muchos, nos gusta grabarnos diciéndonos cosas y él besándome y penetrándome – siento su puño en mi cara, me pega con el otro, lo hace tan fuerte que caigo al piso, se pone sobre mí, está de pie, me toma de la playera. Alza su puño listo para pegarme.

[Ueda]

Lo tengo de la playera, me mira sin temor, espera el golpe, solo de imaginármelos en la cama o de recordar ese video no soporto más y lo golpeo en el rostro, una y otra vez sin detenerme, ese rostro que siempre odie, que siempre veía Yamapi. Recuerdo la mirada que pone Yamapi al estar con Ryo, al mirarlo a los ojos. Doy un golpe más fuerte, lo suelto y lo dejo tirado. Lo miro.
--Te odio Ryo, siempre lo hice, te burlabas de mí, me humillabas, era tu juguete pero que cambios da la vida, te convertiste en mi juguete, te hice daño hasta verte en el hoyo. Y ahora te vas a quedar solo.
-- tal vez – con trabajo me responde, tiene sangre en la boca y en la mejilla, está sentado en el suelo – pero no te engañes, tal vez solo sean estos golpes que me has dado porque Pi siempre estará conmigo.
-- ¿me estas provocando?
-- si supieras lo que Pi provoca, cuando entra en mí me elevo, tiene tantas facetas, puede ser salvaje, tierno, sexy, romántico, sus besos son el paraíso, cuando me toca, yo… -- le doy una pata en el rostro, cae al suelo de nuevo, lo pateo en el estomago sin detenerme, estoy más que furioso, voy a matarlo, siento unos brazos rodearme por detrás, deteniendo mis manos, me aleja de Ryo, volteo y es Nakamaru, me abraza muy fuerte.
-- vete Ryo, pero ya. – Ryo se levanta con cuidado y se va, me mira y sonríe. Sale del comedor, me suelto con brusquedad de Nakamaru.
-- ¿Por qué te metes? Quiero matarlo.
-- ¿Qué te sucede? Entonces si fuiste tú, ¿Quién de ellos dos te gusta? ¿Ryo? ¿Yamapi?
-- ¿Por qué lo quiere a él? ¿Qué tengo de malo? ¿Por qué a mí no? – No puedo evitar llorar – siempre estuve detrás de él, soportando todo lo que Ryo me hacía con solo mirar sus ojos, verlo sonreír, solo así me dirigía una mirada. Ahora se va… se va y por mi culpa.
-- entonces es Yamapi, te gusta él. ¿Y… porque te acostabas con Ryo?
-- creí quererlo.
-- Ueda, tú no quieres a ninguno
-- sólo quiero que me ame, que me abrace y me bese, que diga mi nombre, que me haga suyo. Solo quiero que me ame, ser su vida – lloro sin control, siento los brazos de Maru, me rodean fuertemente. – solo busco amor, ¿es mucho pedir?

[Shige]

Estamos en la dirección, esperando entrar a la oficina, han llamado a nuestros padres, no tardan en llegar, este es fin, me preocupa alejarme de Kei, volteo a verlo, me mira tratando de tranquilizarme, dirige su mirada a la entrada y vemos entrar a Yamapi con el subdirector, voltea a vernos y sus ojos me transmiten tristeza.
--señores pasen – nos anuncia el director, entramos. Nos sentamos en las sillas que están frente al escritorio, tocan a la puerta. – Pase – entran, volteo, es mi padre, se acerca a mi me golpea en la cara, tan fuerte que caigo con todo y silla, Kei se levanta y me toma del brazo para levantarme.
-- no lo toques – mi padre lo golpea en el brazo, me toma del brazo y me levanta, -- me llevo a mi hijo, y haga todo el papeleo para darlo de baja.
-- necesitamos que llene unas formas.
-- regreso mañana, ahora me lo llevo. – me toma del brazo, me jala.
-- no papá
-- ¡te callas!, eres un marica, das asco.
-- entonces déjame – logro soltarme, pero vuelve agarrarme.
-- te vamos a curar -- ¿qué?, ¿de qué habla?, me lleva con rapidez al auto, escucho pasos detrás de nosotros pero mi padre no se detiene, el chofer abre la puerta de atrás, mi padre me ha entrar, cierra la puerta y él se sienta enfrente, golpean mi ventana, volteo, es Kei, me pide abrir la ventana pero en eso acelera el chofer, Kei intenta ir al paso del vehículo pero es imposible cuando sale del internado, Kei viene corriendo detrás, se cierran las puertas, ya no puedo verlo. Me acomodo en el asiento, me duele el pecho. ¿Volveré a verlo?

[Yamapi]

Ahora estoy en la oficina del director, estoy sentado esperando que llegue mi abuelo, no creo poder controlarme más, quiero llorar, siento que mi corazón se va a detener, no dejan de mirarme como bicho raro, mi mirada la dirijo al suelo. Tocan a la puerta, se abre, entra mi abuelo, el director y yo nos levantamos y saludamos, se coloca a lado de mí, su mirada es directa a mis ojos, me han dolido, me ve con odio y un enojo superior a todo.
--Buenas noches, por favor tome asiento. – Lo hace, se sienta a mi lado – como sabrá su nieto ha hecho una falta imperdonable que puede ser castigado por la ley. Como se trata de usted no dimos aviso a la policía pero el joven Yamashita no puede continuar en el instituto.
-- ¿qué has hecho? – me mira directo a los ojos, no puedo soportar su mirada, no respondo, solo observo mis manos.
--drogo y violo a su compañero Nishikido Ryo – se hace un silencio insoportable, siento la mirada intensa de mi abuelo, siempre me ha apoyado y estado conmigo pero hoy veo odio en sus ojos.
-- ¿Qué tengo que firmar?
-- estas formas, así que si lo desea puede llevárselo hoy mismo.
-- me es imposible, tengo un evento, regreso mañana temprano por él y la documentación. Tengo que retirarme, Tomohisa, acompáñame al auto. – me levanto, voy atrás de él, vamos caminando por el casillo de la dirección, se detiene, voltea a verme, lo miro y me da una cachetada, cierro mis ojos, siento correr una lagrima por mi mejilla. -- ¿en qué basura te has convertido? – Mis ojos se llenan de lágrimas – me has desilusionado. Eras mi nieto, el mejor de todos, mi sucesor, pero no vales nada, ¿Cómo fuiste capaz de hacer eso?

[Ryo]

Fui a la habitación, me deje caer en la cama pero no soporto más con esta situación, voy caminando hacia la dirección, veo a Yamapi con su abuelo en un pasillo, Yamapi tiene el rostro hacia abajo y su abuelo lo mira dominante, alcanzo a escuchar.
--me esforcé tanto para educarte, para que fueras una buena persona, que cuidaras de tu madre y hermana pero me he dado cuenta que eres igual que tu padre. – Yamapi alza la cabeza, la mira.
-- te equivocas, no soy como él
-- eres peor, él los abandonó pero tú eres un monstruo. Al igual que tu padre, destruiste una vida. – Yamapi ya no responde, quiero acercarme pero Yamapi voltea, me ve, noto sus ojos llenos de lágrimas. – no es momento de hablar. Acompáñame al auto. – se adelanta su abuelo, Pi va detrás de él.
-- Ryo. – Volteo, es Kei -- ¿Qué paso con ustedes?
-- Yamapi se va del colegio… nos… descubrieron pero él se hecho la culpa de todo, invento algo y eso… no estará más conmigo.
-- Shige se fue, se lo llevo su padre. Nos descubrieron. – nos platicamos lo sucedido, que justo pasó en el mismo instante pero diferentes lugares, Kei lloro contándome como fue la despedida, mas bien no hubo despedida, se lo llevaron. No puedo dejar de llorar, me siento culpable. He dejado a Kei en su habitación, voy a la mía, abro la puerta, enciendo la luz, veo a Yamapi sentado en el suelo, con las rodillas dobladas, rodeándolas con sus brazos y su cara hundida en sus rodillas, alza la cabeza y me mira, está llorando, sus ojos están rojos y corren de ellos lagrimas, cierro la puerta y voy corriendo frente a él, me hinco.
-- Yamapi
-- ¿soy un monstruo? – me mira a los ojos, los tiene llenos de lagrimas – soy como él. – llora aun más, hundiendo su rostro en las rodillas y brazos, nunca lo había visto tan destrozado, no puedo evitarlo, estoy llorando, lo tomo del rostro con ambas manos, hago que me mire.
-- no lo eres, eres superior a todo. Eres increíble, eres bueno, amable, honesto, luchas por lo que quieres y nunca te dejas vencer por nada ni por nadie. No lo hagas ahora, vales mucho.
-- pero te estoy lastimando, te he hecho daño.
-- no lo has hecho, tú no. Yo te lastime y aun así estas conmigo, vas a estar conmigo siempre.
-- perdóname
-- Yamapi no tengo nada que perdonarte.
-- te voy a dejar sólo.
-- no me vas a dejar, vamos a estar juntos, te voy a abrazar y nunca te voy a soltar, no hay vida sin ti, mi corazón palpita en tu corazón, cada beso de tu boca mi respiración – lo beso con ternura los labios
-- Ryo, gracias – me abraza con fuerza, siento sus lagrimas caer en mi cuello, en mis hombros, lo abrazo como si me aferrara a mi vida – tengo miedo, miedo de no estar contigo. Quiero estar contigo. No quiero perderte. – lo separo un poco. Lo tomo del rostro, me mira a los ojos.
-- aquí estaré. – nos quedamos mirando, me acerco a su rostro, a sus ojos, una lagrima está cayendo por su mejilla, la detengo con un beso, es salada, beso sus lagrimas de ambos ojos que no dejan de salir, beso sus ojos, su frente, su nariz, tiene sus ojos cerrados, beso sus labios, son solo contacto, lo beso de nuevo, saboreo sus labios, aun saben salados, no deja de llorar y yo no puedo impedir llorar, cierro mis ojos, caen mis lagrimas y profundizo el beso, mis manos se colocan en su espalda, lo acaricio, siento sus manos en mi cintura, introduzco mis manos bajo su playera, siento su piel, acaricio su espalda y le comienzo a subir la playera, se la quita, lo beso, termino el beso mordiendo su labio, comienzo un camino de besos con su cuello, bajando por la clavícula y su pecho, con mis manos estoy desabrochando su cinturón, sus pantalones. Siento sus manos en mi cara, dejo de besar su abdomen y hace que lo mire a los ojos, están más tranquilos provocado que se tranquilicen los míos, dejo de llorar. Ahora él me besa, introduce su lengua, lo abrazo del cuello, sintiendo su cabello, me está subiendo la playera, me la quita, me muerde el cuello, siento que me desabrocha el cinturón junto los pantalones. Busco sus labios, los beso, me acerco más a él, se levanta quedando de rodillas, me abraza con fuerza, yo también lo hago, nuestro beso se prolonga demasiado hasta sentir que no podemos respirar, nos separamos, me mira, hace que me acueste en la alfombra, vamos bajando lentamente, se coloca sobre mí, lo miro como un espectador, desciende a besarme, acaricio sus brazos, su espalda, sus manos recorren mi cuerpo, haciendo que mis pantalones se bajen. Mis manos las dirijo a sus pompas, ahí las dejo y las aprieto, acercándolo más a mí, para sentirlo aun más, a pesar que vamos despacio, de una forma tan linda ya siento mi miembro erecto, y el de Pi igual, se rozan. Deja de besarme, se levanta en rodillas, me toma en brazos y se levanta. -- ¿Qué haces?, no soy niña.
-- eres tú, con eso es suficiente. – me acuesta en la cama, ya no tengo pantalones, Pi se quita los de él, se coloca sobre mí y me besa, nuestros besos ya dejaron de ser tranquilos y son apasionados, necesitados, nuestras manos ya conocen nuestros cuerpos y juegan en ciertas partes. Pero en ningún momento dejamos de besarnos, estoy con su miembro en mi mano, lo acaricio, Pi me besa el cuello, me muerde, siento su mano en mi miembro, me está masturbando y mordiéndome, los gemidos no puedo callarlos más, solo digo su nombre entrecortándolo, abro las piernas, dejo de masturbarlo y dirijo su pene a mi entrada, Yamapi se levanta un poco, me mira, le sonrío, nuestras respiraciones están muy agitadas, me besa, siento su lengua jugar con la mía y en eso me penetra, aprieto con fuerza su espalda, las embestidas continúan elevando su ritmo, nos besamos al ritmo de las embestidas y me masturba, quiero que dure mucho más, trato de aguantar pero cada vez siento que no puedo más, me corro en su mano y enseguida él dentro de mí, lo abrazo con fuerza, no quiero que me deje, no puedo dejarlo ir. Me besa, sale con cuidado de mí, sigue sobre mí, me acaricia el cabello, quitándolo e mi rostro, sus ojos se pierden en los míos. – te amo.
-- yo mucho más, no me dejes – lo abrazo con fuerza.
-- siempre estaré contigo, volveré por ti. – hago que él quede sobre la cama y yo sobre él, lo beso y acaricio su mejilla.
-- ¿Por qué mentiste?
-- sí tu padre se enteraba te llevaría con él a Osaka u otro lado, estarías lejos de mí.
-- pero tú te vas.
-- pero estoy en Tokio, contigo. Podemos estar juntos, eso nunca lo dudes. – me besa la frente, me acuesto en su pecho, lo abrazo con fuerza, escucho su corazón, sus latidos me aruñan y quedo dormido.

[Yamapi]

Voy despertando, abro los ojos, Ryo está en mi pecho, sus brazos me rodean, debo irme. Tomo sus manos con delicadeza y las coloco a su lado, su rostro lo acomodo en la almohada, me levanto, voy directo al baño, me ducho en menos de 4 minutos, me visto, Ryo sigue durmiendo, me peino, estoy en el escritorio, tomo una hoja, escribo: “lo siento Ryo, no soy capaz de despedirme, te amo. Siéntelo… me he quedado en tu piel. Volveré. Estaremos en contacto, recuerda el celular. Adiós.” Me acerco a Ryo, beso su frente, me duele mucho, una lágrima sale de mi ojo. Tomo mis maletas y salgo de la habitación, me coloco mis lentes oscuros, voy caminando por los pasillos, paso por los salones, la cafetería, el auditorio, despidiéndome de cada parte del instituto, tantos años y me voy antes de tiempo. Voy acercándome al estacionamiento, visualizo el auto de mi abuelo, está afuera platicando con el director, doy un paso y unos brazos me rodean por detrás, ese olor, volteo, es Ryo, me abraza.
--No quiero dejarte ir. – sus ojos se llenan de lagrimas.
-- tengo que irme, estaremos juntos recuérdalo – me sonríe con trabajo.
-- no puedes irte sin despedirte de mí, no puedo dejarte ir así. – me besa, me sorprende pero le correspondo el beso, ya no importa nada, coloco mi mano en su cabello, y mi otra mano en su cuello, profundizo nuestro beso introduciendo mi lengua, me abraza de la cintura.
-- me voy, volveré. No me olvides.
-- te estaré esperando. – está llorando.
-- Ah… y te voy vigilar eh… cuidadito y me engañas – se ríe.
-- compórtate, mandare a alguien que te vigile. – le sonrío pero nuestros ojos lloran. Me acerco a él. Lo beso tiernamente.
-- adiós.
-- adiós – me voy caminando hasta llegar al auto, mi abuelo me observa. Entro al vehículo, se despide del director y se sube, lo enciende y nos vamos. Las puertas se abren, salimos den internado. Esto no es el adiós.

[Ryo]

Las puertas se cierran enseguida, se ha ido, Yamapi… mis lágrimas no se detienen, mi corazón me duele.

Capitulo 27

[Yamapi]

Voy en la parte trasera del auto, tengo mis lentes oscuros, mis lágrimas corren por mi rostro, siento la mirada de mi abuelo, esta de copiloto, me mira pero ya no como ayer, de una forma tranquila o cuestionándome, desvío la mirada, veo como me alejo cada vez más del internado. Tiempo después he llegado a casa, entro y mi madre está en la puerta, se acerca a mí y me bofetea.
--¿cómo fuiste capaz de hacer eso? ¿En qué te has convertido?
-- déjalo ya – mi abuelo toma la mano de mi madre y se la lleva al despacho, Rina me observa, subo a mi habitación, me dejo caer en la cama.
-- oniisan – entra y se sienta a lado de mí – tú no hiciste eso ¿verdad?, tú estás enamorado de Ryo – me siento en la cama.
-- ¿qué?
-- ¿no es así?
-- déjame sólo.
-- ¿Cuál es la verdad?
-- Rina déjame sólo – me acuesto, siento su mirada pero se ha dado por vencida, sale de la habitación. Pasan los minutos, las horas y sigo acostado, han pasado los días, más de la semana, no tengo ánimos de nada, no desayuno, no como, evito estar con mi familia. Es martes, 12 de la mañana, aun bajo las sabanas.
-- Tomo. Tienes que comer algo.
-- no tengo hambre.
-- te traje algo.
-- gracias, después me lo como, ahora solo quiero dormir. – siento como se acomoda a mi lado, su mano está en mi espalda.
-- ¿Qué fue lo que realmente ocurrió? Sé que no eres capaz de hacer algo así.
-- lo dudaste, quizás no me conoces.
-- quizás… pero… no serias capaz de lastimar a Ryo, es tu mejor amigo, ¿o algo más?
-- okaasan...
-- sí te gusta Ryo no hay problema, ese no fue el coraje de tu abuelo, le molesto lo que hiciste, la forma de aprovecharte de Ryo… pero no te aprovechaste ¿cierto? ¿Eres correspondido?
-- quiero estar sólo.
-- ¿Por qué no bajas a comer algo, te bañas y vas a dar un pase? – se va de la habitación, después de pensarlo me levanto y me doy una ducha.

[Ryo]

Estoy en la cafetería con Kei, estamos cenando en silencio, los chicos aun me miran, ¿Qué les importa lo que haga con mi vida?, esta semana ha sido muy larga, lo extraño mucho y Kei a Shige, estamos de un pésimo humor, sólo de recordar la despedida, mi corazón se hace pequeño y duele.
--he decidido algo – dice de la nada Kei. —tengo que ver a Shige.
-- que gracioso es verte así Nishikido – volteo, es Ueda, tiene una enorme sonrisa – Yamapi se fue, que pena.
-- ¿pena?
-- ya no estás con él
-- por el momento. Sabes pero él se quedo en mi, tantas veces que me hizo suyo, pasábamos días enteros en la cama que ya no podíamos caminar pero como me…
-- pero ya no.
-- pero lo tuve y tú no.
-- tú fuiste mío.
-- no lo recuerdo, en mi mente, corazón y cuerpo solo esta Pi. Y será el único.
-- quédate esperando, no lo volverás a ver, ahora estas sólo. Es momento de cobrarme todo.
-- Ueda – es Nakamaru – vámonos.
-- Bye – se va Ueda, Kei y nos quedamos viendo.
-- acompáñame. – me dice Kei, nos levantamos, caminamos hasta su habitación, se cambia de ropa.
-- ¿Qué vas a hacer?
-- voy a ver a Shige.
-- ¿cómo?
-- recuerda nuestro secreto.
-- no se me ocurrió.
-- ¿vas a buscarlo?
-- quiero pero no sé donde está la casa de su abuelo. Solo conozco la otra.
-- ¿Han hablado?
-- no, no me ha marcado… pero… quiero comprenderlo, no la ha de estar pasando bien. ¿Y Shige?
-- puedes creer que no tengo su número de celular pero sé donde vive, me acompañas al jardín.
-- vamos – lo acompaño, vamos entre el bosque, lo veo irse por el hoyo de la reja, voy de regreso, paso por el auditorio, entro, esta vacio como siempre, todo oscuro, abro mi celular y alumbro mi paso, llego al centro y me siento en el suelo, llegan a mi mente los recuerdos del día que le cante la canción, tengo la cámara de Yamapi, no se la llevo, estoy viendo las fotografías y videos que tenemos, vi unas fotos de Shige y Kei, esas no las había visto, tengo con que hacerlos sufrir, estoy viendo las fotos cuando Yamapi me preparo la sorpresa de los juegos pirotécnicos y la cena, en el mirador. Grabamos un video, estamos sentados en el pasto observando las estrellas, estoy entre sus piernas, recargándome en su pecho, me tiene abrazado, se ven nuestros rostros:
-- Yamapi hizo todo esto – se decía así mismo, yo estaba riendo sin parar – Yamapi hizo todo esto.
-- Yamapi hizo todo esto – lo digo con asombro, los dos nos reímos mucho, comienza a besarme el cuello, coloca su mano en mi rostro, hace que lo mire.
-- ¿dime que me amas? – me reía de lo nervioso que me pone cuando me mira así – no es necesario que lo digas, lo veo en tus ojos.
-- para con eso ya… -- se reía.
-- yo también te amo. – me besa – pero quiero oírlo
-- te amo – lo digo rápido y en voz baja
-- pero quiero oírlo
-- te amo, te adoro niño – lo tomo del rostro y lo beso. Al ver el video sonrío pero no puedo evitar llorar. Limpio mis lagrimas, salgo del auditorio, camino hacia los dormitorios, ahí está Ueda, se acerca, hace ademan de darme un beso, retrocedo, se burla.
-- Necesitas cariñitos.
-- de Yamapi por supuesto. – se burla, comienza su camino.
-- en tus sueños. – sigue riéndose, se va caminando, me desespera, lo odio, llego a la habitación, giro la perilla pero se supone que cerré con llave, ¿Por qué esta abierto? Si me encuentro con Ueda lo mato, ha estado fastidiando toda la semana, y justo lo vi caminar hacia esta dirección, entro, cierro la puerta, todo está oscuro, unos brazos me rodean la cintura por detrás, alzo el brazo, cierro mi puño, lo hago hacia atrás con rapidez, he golpeado su rostro, escucho que se ha golpeado con el closet, enciendo la luz.
-- acaso quieres matarme – es Yamapi, se me hace una mega sonrisa.
-- ¿Pi? – tiene su mano en la mejilla.
-- casi me das en el ojo.
-- estas aquí, de verdad estas aquí – no lo pienso más y corro hacia él, brinco, me tomo de su cuello y rodeo su cintura con mis piernas, Yamapi cae al piso y yo sobre él.
-- vas a matarme. – me hinco sobre él, cada rodilla a su costado, lo tomo del rostro.
-- voy a violarte – lo beso con desesperación y comienzo a bajar el cierre de su chaqueta, a tocarlo, abrir el zipper de su pantalón, lo desvisto…
-- Ryo, Ryo… espera… -- le bajo los pantalones – Ryo… me estas…
-- quiero estar contigo – lo beso, me toma del rostro, nuestras lenguas vuelven a encontrarse, me abraza y hace que cambiemos de posición, me besa el cuello, lo abrazo, acariciando su espalda y cabello. Su rodilla está tocando mi miembro.

[Koyama]

Estoy afuera de la casa de Shige, es de noche, demasiado oscuro, pero perfecto, ahora como entro. Se abre la reja, va saliendo un auto, corro con rapidez, entro, voy directo al jardín, planeo la forma de subir a su habitación, tiene un balcón, parezco Romeo escalando por la enredadera, llego al balcón, observo, no hay nada, solo una luz de lámpara de mesa, toco la ventana, un poco más rápido, se acerca y abre. Me pongo frente a él.
--Julieta… he venido a verte. – se ríe. – aquí está tu Romeo. – me toma del rostro y me besa, entramos a su habitación. -- ¿esta cerrado?
-- sí – me mira sorprendido – de verdad estás aquí, no es un sueño.
-- vine a pedirte tu numero de celular, y a besarte… -- lo beso – y ha estar contigo.
-- Kei… te he extrañado, pensé que no volvería a verte. – me besa, saborea mis labios, los jala con delicadeza, me lleva hasta su cama, yo tengo mis manos en su cadera, me quita mi chamarra, yo desabrocho su cinturón, me besa la mejilla dando una pequeña mordida, besa mi nariz, frente, todo mi rostro lo inunda de besos, mis manos están bajo su playera, tocando su abdomen, me besa el cuello, lo muerde mientras me quita los pantalones, nos costamos en la cama ya sin pantalones, nos quitamos las playeras y estoy sobre él besándolo, me separo un poco, miro sus ojos oscuros, tiene un rayo de luz que me paraliza, me hace sentir en el paraíso, me sonríe, desciendo a besarlo, tomo sus manos, entrelazando mis dedos con los de él. Llevo sus manos hacia arriba, lo beso, introduzco mi lengua en su boca, saboreo cada parte. Muevo mi cuerpo, nuestros miembros se rozan, ya estamos duros lo suelto, beso su cuello, lo muerdo, voy creando un camino de besos por todo su pecho, sus piernas rodean mi cintura, me separo un poco, miro sus ojos, me suplica lo haga ya, así que me coloco y lo penetro, siento sus uñas en mi espalda, lo beso para que no escuchen, las embestidas son cada vez más rápidas, estamos intentando ser silenciosos, lo masturbo al mismo ritmo, después de un rato me corro dentro de él y Shige en mi mano. Salgo de él con cuidado, estamos tranquilizando nuestra respiración, me acuesto en su pecho, Shige me abraza con fuerza.
-- Te quiero, creí que te había perdido.
-- siempre estaré contigo, a parte podemos estar juntos aun que no estemos en el internado. – Me levanto un poco para ver su rostro, él tiene los ojos un poco húmedos – Shige… creo que estuvo bien, porque falta poco para que yo termine el instituto y de todas formas me iba a ir del internado, y si tú estás afuera y yo también podemos estar juntos.
-- no lo había pensado de esa forma.
-- a parte recuerda que tenemos nuestra puerta secreta. Puedo escaparme para estar contigo. – me sonríe.
-- y para hacer esto – me acuesta en la cama, se pone sobre mí, me besa el cuello, aaahhhh lo muerde.

[Yamapi]

Estamos en bóxers, sentados en la alfombra, recargados en la cama, estoy entre las piernas de Ryo, recargado en su pecho y él me abraza por la cintura, estamos viendo la cámara, y como siempre nos estamos tomando fotos. Ryo me muestra la foto que acaba de tomar.
--Soy muy guapo, o no – comienzo a reír -- ¿me vas a decir que no?
-- eres el más guapo. Opacas a todos. – seguimos viendo las fotografías, veo el reloj, son las 4 de la madrugada. – Ryo me tengo que ir. – me abraza con fuerza.
-- no te vayas.
-- no puedo quedarme, no tardan en comenzar a rondar el internado. – me suelta, me levanto, volteo a verlo y esta triste, me hinco sobre sus rodillas, tomo su rostro y hago que me mire – nos vemos el sábado en la estación de Shibuya, abajo del reloj a la 1. – me mira con sus ojos sorprendidos y llenos de luz, me sonríe.
-- te ayudo a cambiarte.
-- ¿eh? – nos levantamos, me pasa el pantalón, me lo acomodo y Ryo me ayuda a subirlo, me está tocando las piernas y mi miembro – Ryo,… compórtate. – se ríe, me está abrochando el cinturón.
-- ¿Por qué no me habías hablado por teléfono?
-- ah es cierto, se me había olvidado. – me separo de él, me acerco a un cajón del escritorio, lo abro y saco mi cargador del celular – lo deje aquí, así que no tenia batería – sonríe – ya pensabas mal de mí verdad, -- lo tomo del rostro – nada más me entero que andas de fácil y vengo por ti de inmediato. – Me sonríe y me besa, termino de vestirme – te veo el sábado, no lo olvides.
-- lo espero con ansias. – me mira con una enorme sonrisa, lo beso, uno muy largo.
-- nos vemos, -- le doy un último beso, salgo del dormitorio con mucho cuidado y sin luz, salgo del edificio me dirijo al bosque, llego a la reja, y salgo por el hoyo, y…
--¿tú? ¿Qué haces aquí?

Capitulo 28

[Yamapi]

--¿tú? ¿Qué haces aquí?
--Me has dado un gran susto Koyama. ¿Tú de dónde vienes?
--de ver a Shige.
-- no manches, me asustaste.
-- me da gusto verte – me abraza – eres un baka, como se te ocurrió culparte de todo.
-- era la forma de estar con Ryo, imagínate si su padre se enteraba se lo llevaría a Osaka, por lo menos de esta forma puedo estar con él.
-- vaya.
-- ¿Qué paso con Shige?
-- se enteraron de lo nuestro y su padre se lo llevo. Lo fui a ver a su casa.
-- Kei, el sábado voy a salir con Ryo, nos vamos a ver en la estación de Shibuya, se unen a nosotros, invita a Shige.

[Ryo]

Estoy en el salón, esperando a que lleguen los demás, creo que estoy sonriendo como un tonto pero solo de recordar la noche que pase con Pi, mi sonrisa se hace enorme, recuerdo sus besos, sus caricias… aaahhhh ya quiero verlo, quiero que sea sábado.
--Ya viste tu cara Ryo. – Entra Kei – tienes una sonrisa enorme.
-- ¿de verdad?
-- y sé porque, me lo encontré cuando se iba.
-- oohh
-- vamos a ir con ustedes el sábado. Voy a hablarle a Shige.
-- estoy muy feliz, no puedo creer que me haya venido a ver.

[Ueda]

Estoy en el comedor con Maru, veo que entra Kei con Ryo, están riéndose a carcajadas, y bromeando entre ellos. Sus ojos se ven muy brillantes, su sonrisa, ¿Por qué ese cambio de humor?, si ha estado estos días tan deprimido, me molesta verlo feliz, será que…
--estás viendo a Ryo. – afirma Maru.
-- solo me pregunto porque cambio su humor.
-- ¿te gusta Ryo?
-- no
-- entonces ¿Por qué te preocupas por él?
-- no me preocupo – le respondo, ¿habrá hablado con Yamapi?
-- me voy. – se levanta del comedor.
-- ¿A dónde vas?
-- a perder el tiempo un poco, para que puedas seguir en tus pensamientos. -- ¿qué? ¿De qué habla? Me dejo sólo, pero mi vista sigue sobre Ryo.

[Shige]

Es sábado, he mentido, le dije a mis padres que iba a ver a Kusano. He llegado a la estación de Shibuya, me dijo Kei que lo esperaba debajo del reloj, me acerco a las bancas y… está Yamapi sentado en ellas, me voltea a ver. Llega el metro.
--Shige.
-- Yamapi.
-- hemos llegado – volteamos, están detrás de nosotros Ryo y Kei.
-- hola – me saluda Kei con un beso fugaz. Ryo se acerca a Yamapi, los cuatro platicamos, salimos de la estación y nos dirigimos a las tiendas comerciales. – te voy a comprar algo, vamos. – Me toma de la mano – chicos los vemos en la fuente. – me lleva muy rápido hacia una tienda de accesorios, entramos, está viendo por todas las vitrinas. Yo hago lo mismo, si sigo observándolo me va a poner realmente nervioso, -- me puede mostrar esos por favor… wow… están geniales, Shige… ven – me acerco a él. -- ¿te gustan? – son dos collares, que tienen un tipo anillo colgando en las cadenas, es de color plata, tiene como un tipo diamante incrustado en el centro.
-- están geniales Kei.
-- me los llevo. – los compra y salimos de la tienda. Vamos caminando, se detiene, me toma de la mano y hace que este frente a él. – Voltéate – me pone a espaldas hacia él, me coloca el collar, observo el collar, lo abrocha, siento sus brazos rodearme, me besa en la mejilla. – para que siempre estemos juntos.

[Ryo]

Voy caminando con Yamapi por toda la plaza comercial, salimos, estamos en la fuente, es enorme y muy bonita, nos sonreímos cada instante y platicamos de tonterías.
--vamos a sentarnos – se sienta en la orilla de la fuente, me siento a lado de él. – ¿tienes calor? -- ¿me habla del clima? Como si fuera nuestra primera cita, pero si hemos estado más allá, ok, solo responderé.
-- sí, bastante. El día está muy calur… -- siento como me ha aventado agua de la fuente, cayó en mi rostro impidiéndome hablar, abro los ojos y Yamapi se está riendo.
-- para refrescarte un poco – se sigue riendo, hago lo mismo que él, introduzco mi mano a la fuente y le aviento agua, comenzamos una guerra de agua, yo lo mojo él me moja. La guerra se intensifica, ahora con las dos manos y nos ponemos de pie, corremos alrededor de la fuente, Yamapi me alcanza, me toma del brazo, y enseguida me abraza – ya, ya me canse. – me abraza muy fuerte, lo abrazo por la cintura en eso siento como cae agua en mi cabello, llega a mi cara, cierro los ojos, escucho la risa de Yamapi, esa risa que tiene cuando esta de travieso o cuando se priva de la risa que le da.
-- ¡¡Pi!! – le grito, comienza a correr, y yo detrás de él, parecemos niños chiquitos, lo alcanzo, pero él me abraza.
-- dame un beso y te dejo en paz – volteo a ver a mi alrededor, hay gente caminando por todas partes y nos observan.
-- no, aquí no.
-- ah, te doy pena, te avergüenzas de mí, me niegas.
-- ya para, para… -- lo miro pensando que está molesto pero me mira de una forma hermosa, sus ojos brillan y sus ojos se hacen un poco más pequeños.
-- me das un beso o sino…
-- o sino ¿Qué? – lo reto, me acerca aun más a la fuente.
-- te aviento, y no me importa nada – miro que coloca su pierna en la barda de la fuente, me acomoda listo para aventarme. – me besas o te aviento.
-- no Yamapi, por favor no. – hace ademan de aventarme.
-- ¿me besas o no?
-- no Yamapi, no te atrevas. – hace de nuevo un ademan de aventarme, la gente nos observa – Yamashita – le grito, a lo que él me sorprende con una sonrisa, y un gesto de molestia según él.
-- bésame – me tiene ya casi a nada de tirarme, le doy un beso fugaz, solo rose de labios.
-- así no cuenta – me deja caer en la fuente, me he pegando y aparte estoy todo mojado, caí sentado, el agua me llega a la cintura. Lo miro totalmente enojado. No deja de reírse, se acerca a la fuente. – ven, te ayudo.
-- no, aléjate. – le grito, su sonrisa empieza a desaparecer.
-- ya Ryo, ven, te ayudo a salir – me estira la mano.
-- no, yo puedo solo. – me levanto y salgo de la fuente todo mojado.
-- Ryo por favor, -- paso a lado de él, lo empujo para que caiga a la fuente pero no sucede, logra detenerse, me voy caminando hasta entrar a la plaza, Yamapi viene detrás de mí disculpándose y diciéndome que no es para tanto, que la culpa fue mía por no besarlo. Toda la gente nos ve. – Ryo – me grita – si sigues así no pienso ir detrás de ti. – volteo a verlo
-- no lo hagas, no te lo estoy pidiendo. – me volteo y continuo mi camino, ya no lo escucho, no me habla, pero aun siento la sensación que viene detrás de mí, me detengo y volteo para decirle que no quiero verlo pero… Yamapi no está, no me sigue, me dejo. De verdad se molesto, a parte se enojo si todo fue su culpa, de verdad que a veces es un niño que solo le gusta jugar, pero… se fue. Me volteo, veo a todas partes esperando verlo pero no está, me dejo. Llego a los sanitarios y entro. Me quedo viendo al espejo, mis ojos están rojos, una lágrima sale de ellos. ¿Por qué tuve que enojarme y decirle eso? Hoy que era nuestra cita, ya no lo tengo en el internado, ahora cuando lo volveré a ver. Pero es que él para que empieza con ese juego… decido entrar a un retrete para quitarme la ropa y secarla. Tocan la puerta.
-- está ocupado, hay otros – escucho que abren otra puerta y la cierra, vuelven a tocar la mía – que está ocupado – siguen tocando, me molesta que hagan eso, abro la puerta y es Yamapi, entra al retrete junto conmigo, me besa, estoy impactado, cierra la puerta, me pone contra la pared, me besa desesperadamente, yo no hago nada, dejo que continúe, se aleja.
-- perdóname, solo quería jugar. – me mira con unos ojos…
-- que poca Yamapi… ¿Por qué me dejaste solo?
-- ¿eh?
-- pensé que ibas a insistir y cuando me di cuenta ya no estabas. – me sonríe.
-- fui a comprarte ropa. Lo siento.
-- ya cállate. – Lo miro, le sonrío para que quite esa cara de preocupación – dame eso. – le pido la ropa, me la da.
-- déjame ayudarte – siento sus manos bajo mi playera, me la sube, alzo los brazos, me la quita, me besa, sus beso son tiernos pero intensos, deja de besar mis labios, ahora se entretiene en mi cuello, sus manos están recorriendo mi abdomen, llegan a mis pantalones, me los desabrocha, busco sus labios, lo beso pidiéndole algo más, muerdo su labio muy fuerte, se queja del dolor pero seguimos con él beso, introduzco mi lengua en su boca, le subo la playera, se la quito, nos estamos tocando todo el cuerpo mientras nos besamos. Acaricio su miembro.

[Koyama]

Estamos en la fuente esperados a esos dos, pero a donde se metieron. Shige discretamente mira su collar, me siento a lado de él, toco su mano, me mira y me sonríe, veo sus labios carnosos, quiero besarlo, me voy acercando a él.
--Ya estamos aquí – llega Ryo gritando.
-- ¿Dónde se metieron? Ya es tarde. – les reclamo.
-- lo siento, ya listos para irnos. – nos cuestiona Yamapi. – ya está listo el auto, vamos. – nosotros lo seguimos, todos nos cuestionamos a donde vamos, es una camioneta blanca y grande, entramos, atrás Shige y yo, enfrente de nosotros esta Yamapi y Ryo, un señor va manejando, Yamapi toma algo de enfrente, es una botella de vino, se la entre a Ryo, enseguida toma unas copas, nos da una a cada quien. – Vamos a divertirnos – abre la botella, el corcho sale volando, casi golpea a Shige, yo estoy abrazando a Shige, Yamapi nos pasa una copa con vino, se la doy a Shige, Yamapi me da una a mí y enseguida le da otra a Ryo. Comenzamos una plática sin sentido pero nos estamos riendo a más no poder, conozco a Yamapi y sé que ya está algo happy, porque sonríe mucho más, pero Ryo también ya está tomado, tiene la copa en sus labios, Yamapi lo observa, tiene los ojos un poco cerrados.
-- Eres lindo – le dice Yamapi, Ryo solo se ríe, moviéndose a otro lado. Los cuatro nos empezamos a reír. El alcohol está haciendo efecto en mí y necesito los labios de Shige, tomo su rostro para que me mire, lo hace algo nervioso porque Ryo y Yamapi están enfrente de nosotros, lo beso, saboreo sus labios, introduzco mi lengua en su boca y hago que quede acostado en el asiento, yo sobre él, siento que le da pena frente a ellos pero no dejo de besarlo, mi mano comienza a recorrer su cuerpo. Me separo un poco y veo a Shige con los ojos cerrados, los abre, me mira y desciendo a besarlo.

[Yamapi]

Kei ya comenzó a tener su aka y aka con Shige, Ryo está algo tomado al igual que yo, me levanto de mi asiento y me siento en las piernas de Ryo, él me mira sorprendido, voltea a ver al chofer, pero no nos mira y si lo hiciera no me importa, tomo su rostro y beso sus labios, siento sus manos rodearme la cintura, me acarician la espalda, la aprieta y eso me indica que me quiere más cerca. Minutos después llegamos al lugar, los cuatro nos arreglamos la ropa y salimos de la camioneta, caminamos hasta entrar al lugar, subimos en el elevador, llegamos al último piso, esta una habitación con dos recamaras, la terraza, la sala, comedor y cocina, se me fue todo mi dinero en esta sorpresa. Entramos y ponemos música, salimos a la terraza, ya está la mesa lista para cenar, si ya se hizo de noche.
--Wow, es hermoso, se ve toda la ciudad – dice fascinado Shige. Kei se acerca a él, lo abraza.
-- vamos a cenar – les indico, nos sentamos alrededor de la mesa, es comida italiana, el vino igual, estamos los cuatro bromeando y molestando un poco a Shige, siempre responde con una sonrisa, siento la mano de Ryo en mi pierna, volteo a verlo y me sonríe. Las horas pasan muy agradables, ya estamos muy tomados, a Shige y Kei los veo cada vez más acaramelados, están dándose sus buenos besos, se detienen y Kei se levanta, toma de la mano a Shige y entran al departamento, seguramente van a una habitación. Enseguida Ryo se coloca sobre mí, me besa, me muerde el labio, lo jala.
-- Ryo, contrólate.
-- no, ni lo sueñes ahora te toca sufrir a ti. – me toma las manos, las coloca detrás de mi sin soltarlas, me besa, me muerde el labio nuevamente, besa toda mi cara, me besa cerca del ojo, me muerde abajito del ojo, me dolió, se corre una lagrima, la cual detiene con un beso, sigue besándome y mordiéndome sin importar nada, me besa el cuello y muerde.
-- Ryo – continua con sus besos, me suelta las manos, y me toma del cuello, me besa profundamente que me hace sentir en el cielo, se levanta, me toma de la mano y en un movimiento rápido me jala y me tira al piso, quedo boca arriba, Ryo se coloca sobre mí, cada rodilla a mi costado, me besa, me muerde la barbilla, su mira me está comiendo prácticamente, se ve sexy, me hace sentir que me desea, me levanto un poco, apoyándome en mis codos, voy moviéndome hacia atrás, Ryo va avanzando de rodillas y sus manos sobre el piso, sin dejar de mirarme, como acechándome, llegamos hasta un sofá, coloco ahí mi cabeza y él me besa, sus manos se dirigen a mi abdomen, debajo de mi playera, me la sube un poco, deja de besarme, observa lo que hace, no sé porque pero me pone muy nervioso, me desabrocha el cinturón y el pantalón, comienza a bajarlo poco a poco, me mira a los ojos mientras hace ese movimiento, siento que me he puesto súper rojo y duro, Ryo sonríe, termina de quitarme el pantalón, desciende su rostro cerca de mi miembro, siento su respiración sobre mi bóxer, me besa el ombligo, sus besos van subiendo, me quita la playera, busco sus labios, me besa y termina mordiéndome el labio, deja de besarme, sigue jugando, comienza a jugar con mi bóxer, lo está bajando lentamente, me mira deseando besarme, me acerco a besarlo, me besa con delicadeza, hace que coloque mi cabeza en el sofá, me besa el pecho, lo está mordiendo, me muerde todo mi abdomen, pecho, todo, me quita el bóxer, besa y muerde cerca de mi miembro. – Ryo, ya… Ryyyoooo – no puedo contenerme, estoy excitado, se sienta sobre mí, juega con mi pene, lo acaricia, se detiene para mirarme a los ojos, me pone muy nervioso, se quita la playera y el pantalón, el bóxer, está desnudo frente a mí, Ryo esta de pie, se inca, me besa, su beso me vuelve loco, es apasionado, mi vida se va en él, sus manos recorren mi cuerpo, mi cintura, cadera, mi trasero, las piernas, hace que las abra, continua besándome tan apasionado o más, con mis brazos rodeo su cabeza, Ryo se coloca mucho más cerca, ahora lo abraza y acaricio su espalda, Ryo comienza a penetrarme, oprimo con fuerza su espalda al sentir como va entrando en mí, mi respiración esta a mil por hora, mi gemido se quedo en su boca, continúan besándome mientras me embiste, cada vez más rápido – Ryo… ooohhhh Ryo…. Más…. Más --- recupero sus labios.
-- Pi,… Yamapi… me encantas, te amo… -- me besa, entre jadeos nos decimos cosas – Tomo… te amo.
-- Ryo… aaahhhh Ryo… te amo. – en eso me corro entre nuestros abdomen, siento como él lo hace enseguida dentro de mí. Nos quedamos abrazados, sale de mí, nos acostamos por completo en el piso, se acomoda sobre mí, recargándose en su codo, con su otra mano me acaricia el rostro, mirándome a los ojos, yo lo miro. – Ryo… nunca me dejes.

[Shige]

Me tomo de la mano, dejamos a Ryo y Yamapi en la terraza, entramos al departamento, seguimos caminando hasta llegar a una habitación, Kei la abre y entramos, enseguida cierra la puerta, me lleva contra la pared, me besa con desesperación, sus manos comienzan a acariciarme el cuerpo, me está matando del deseo, me besa el cuello, succiona, siento su mano en mi miembro, lo acaricia, con su otra mano toma mis muñecas y hace que suba mis manos, las pega a la pared, se acerca a mí, me succiona el cuello, su miembro rosa el mí, me muerde la oreja, cierro mis ojos, mi respiración está más que agitada, me suelta mis manos, lo abrazo del cuello, mis manos están en su cabello, jugando con él, sus manos siguen jugando con mi miembro, se separa, me mira, me toma la mano y me jala, vuelve a besarme, me lleva hasta la cama, hace que caiga en ella, él me mira y sonríen, se deja caer sobre mí, me besa, se coloca entre mis piernas, yo acaricio su espalda, subiéndole la playera, se la quito, me sonríe, me besa, siento sus manos debajo de mi playera, tocando mis pezones, me quita la playera, nos quitamos nuestros pantalones y bóxers, quedamos desnudos e hincados sobre la cama, comienzan los besos y caricias, nos dejamos caer en la cama, estoy sobre Kei, beso su cuerpo, su pecho, su abdomen, acaricio sus brazos, me toma el rostro con sus manos, me acerca a él, me besa intensamente, terminando el beso, me siento sobre su miembro, comienzo a moverme viendo a Kei, me mira de una forma que me vuelve loco, que me desea, que disfruta verme asi sobre él, tomo su miembro y lo coloco listo para entrar en mí, me dejo caer haciendo que me penetre, ha dolido un poco, Kei me toma de la cadera y me ayuda con el movimiento, a subir y bajar, cada vez lo hago más rápido, escucho a Kei que gime mi nombre, diciéndome que me quiere, que me ama, yo le digo que lo adoro, que es mi vida, entre jadeos, Kei toma mi miembro y lo masturba, esto hace mayor el placer, siento como se corre dentro de mí, en seguida me corro en su mano, Kei la saborea, me dejo caer en la cama, boca abajo, estoy algo agotado, siento como me acaricia la espalda y me llena de besos.
--Shige, te amo. – volteo a verlo, lo beso.
-- yo también te amo.
-- vamos a estar juntos ¿cierto?

Capitulo 29

[Ryo]

Un rayo de luz molesta mis ojos, los abro despacio, estamos en la habitación, el sol entra por la ventana, estamos en la cama, estoy a espaldas de Yamapi, su brazo rodea mi cintura acercándome a él, su mano está en mi vientre, su otro brazo esta bajo mi cabeza, rosando un poco mi pecho, su rostro detrás del mío, siento su aliento, cierro mis ojos, me siento feliz y relajado. Llevo mi mano hasta su mano que está en mi vientre, me acaricia el vientre, me besa mi hombro, sonrío y abro los ojos.
--Hola. – me dice en un tono dulce.
-- Hola – me volteo para verlo a los ojos, me mira con una sonrisa, me abraza, sus manos están en mi cintura, me acomodo en su pecho y cierro los ojos – quiero estar siempre contigo. – me besa la frente.
-- quedémonos así. – dormimos como dos horas más, después despertamos, nos pusimos nuestros bóxers y una playera, salimos de la habitación entre beso y beso, llegamos a la cocina y estaba Kei con Shige haciendo el desayuno.
--Hola chicos – nos saludo Shige.
-- ¿Qué están haciendo?
-- Shige intenta hacer el desayuno
-- Calla Kei, y ayúdame.—terminan de prepara todo y nos sentamos a desayunar, pasamos un buen rato bromeando y molestando a Shige, después Shige y Kei se elogian, me divierte verlos, siento la mirada de Yamapi, lo volteo a ver y me sonríe, se muerde el labio y baja la mirada. Pasan cerca de dos horas, seguimos platicando, enseguida nos levantamos y nos acercamos a la alberca, si así es, hay una alberca en la terraza, creo que ayer estaba tan entretenido con Pi que no me di cuenta. ¿Cómo hubiera sido si Yamapi y yo lo hacíamos debajo del…. AAAAhhhhhh, caigo en la alberca, salgo del agua, abro mis ojos y Yamapi se está riendo, a lado de él esta Kei.
-- Yamashita – le grito.
-- Ya ven, te ayudo – me estira su mano, me acerco, la tomo y hago ademan de subir pero lo jalo y cae al agua, todos reímos, sale del agua, se hace su cabello húmedo hacia atrás, dejando descubierto su rostro. Me acerco a él y hago que se hunda, comenzamos una lucha, nos quedamos viendo, es como si no necesitáramos palabras, nos hemos puesto de acuerdo y nos acercamos a la salida de la alberca, salimos y según vamos a las habitaciones, volteamos a ver a Kei y Shige que están un poco empalagosos a lado de la alberca, volteo a ver a Yamapi, nos miramos y corremos al mismo tiempo, aviento a Shige al agua al mismo tiempo que Yamapi a Kei, enseguida saltamos al agua, estamos los cuatro jugando, aventándonos agua, el tiempo pasa rápido y de una forma muy agradable, vemos el atardecer, aun en la alberca, cada quien abrazando a su pareja – debemos irnos. – me dice Pi por mi oído, cierro los ojos, no quiero que esto acabe, quiero seguir con él, así abrazados, sin nada que nos moleste. Con esos dos que se están dando amor frente a nosotros, ser libres. -- ¿Qué piensas?
-- no quiero que esto acabe, quiero estar contigo.
-- y lo estaremos, confía en mí, te amo. – esas dos últimas palabras me tranquilizan. Después de minutos salimos de la alberca, Yamapi me toma de la mano y caminamos hasta el baño, abre la regadera, la llave del agua, me ayuda a quitarme el bóxer y yo hago lo mismo con él, entramos bajo el agua, cierro mis ojos y siento sus labios sobre los míos.

[Shige]

Yamapi se fue con Ryo, Kei y yo seguimos en la alberca, me acerco a Kei que disfruta del cielo, mis manos las coloco en su cadera, beso su cuello, cierro mis ojos, muerdo su cuello y succiono, siento sus manos en mi espalda, mis besos van bajando por todo su pecho, llego a su ombligo lo beso, lo siento estremecer, ahora estoy bajo el agua besando su miembro pero él se mueve, entra al agua, nos miramos y me besa, comenzamos a nadar hacia atrás pero sin dejar de besarnos hasta llegar a un extremo de la alberca, sus besos son intensos. Así pasamos el poco tiempo que nos quedaba, ahora nos estamos bañando, terminamos de arreglarnos, salimos de la habitación los cuatro juntos, en el elevador íbamos bromeando y Yamapi jugando conmigo, me daba ligeros golpes, a lo que Kei me defendía. Salimos y nos esperaba el auto de ayer.
--¿listos? Tenemos que irnos. – nos dijo Yamapi.
-- Shige, -- me toma de la mano – la pase increíble, quiero más días así contigo. – no pude soportar más, coloque mis manos en su rostro, me levante un poco en puntas y lo bese.
-- ya se termino la hora de cariñitos eh – nos advirtió Yamapi.
-- claro que no Pi, y los apasionados tampoco – le dijo Ryo colocándose frente a él, empujo a Pi contra el auto, Yamapi abrió los ojos y se puso súper rojo, Ryo coloco su pierna entre las piernas de su novio y lo beso, se separo de él y Yamapi seguía rojo.
-- estas muy rojo Yamapi – se burlaba Kei.
-- como un tomate – termine bromeando. Yamapi sonríe y baja la mirada de la pena, subimos al automóvil, dejamos a nuestros novios en el internado y vamos camino a mi casa, llegamos y salgo del auto. – Nos vemos Yamapi, Bye. – veo como el auto se va, entro a la casa, al parecer no están, entro a mi habitación, me acuesto. Con tan solo cerrar los ojos veo el rostro de Kei, sonrío como un tonto, estando con él todo es tranquilo, me siento libre, recuerdo sus caricias, besos…
-- Shige – escucho el grito de mi padre, abro los ojos, me siento en la cama, ha entrado a mi habitación, está en la puerta. -- ¿A dónde fuiste Shige?
-- estaba con Kusano…
-- y estas fotografías. – las avienta, caen en el piso cerca de mi cama, son fotos de cuando estábamos afuera del hotel, que bese a Kei, cuando estábamos en la plaza con los accesorios, cuando llegamos al hotel, estoy nervioso, no me atrevo a mirar a mi padre, tengo miedo. Siento sus manos en mi brazo, me levanta de un jalón, me pone frente a él, me aprieta con fuerza el brazo. – explícame que hacías en un hotel.
-- papá déjame.
-- ¿Qué hacías en un hotel?
-- no estábamos solos, estuvimos con dos amigos.
-- igual de sucios que ustedes – me avienta a la cama – no hagas que te niegue como hijo – lo observo, se acerca a mí, se coloca sobre mí, me toma del cuello de la playera, me golpea el rostro – no es una advertencia, despídete de él, no volverás a verlo. – me suelta y sale de la habitación, me toco mi rostro, dolió, duele, siento mis lagrimas correr por mi rostro.

[Yamapi]

Voy llegando a casa, entro y mi abuelo está en la sala leyendo un periódico, me sigo sin dirigirle la palabra pero siento su mirada, estoy subiendo las escaleras.
--Tomohisa – me detengo, volteo a verlo.
-- ¿de dónde vienes?
-- de… por ahí.
-- ¿Dónde?
-- solo salí y ya. – subo un escalón.
-- ¿Qué hiciste?
-- NADA, ya déjame. – subo corriendo las escaleras hasta llegar a mi habitación. Entro y me encierro, me dejo caer en la cama, es como si todos supieran que lo vi, ¿Por qué me cuestionan?, solo quiero estar con él, pasar mil años junto a él, hasta morir… es mucho pedir.

[Ueda]

Estoy sentado en el jardín del internado, vi llegar a Kei y Ryo, entraron muy felices, no llegaron a dormir, he estado observando a Ryo, está demasiado feliz, lo vio, estoy seguro. Siento coraje, ¿Por qué a pesar de separarlos siguen viéndose?, estoy seguro que lo vio. Tengo que ver a Yamapi, pero donde lo busco, no puedo ir a su casa. Ryo está con su guitarra sentado en el pasto, ríe por cualquier cosa y por momentos se sonroja. Ya sé, sí… eso voy a hacer.

[Ryo]

Han pasado tres días desde que no veo a Yamapi, tampoco Kei ha visto a Shige, yo he podido hablar por teléfono con Yamapi, nos divertimos mucho platicando de tonterías, diciéndonos cositas lindas y pervers, al escuchar su voz no lo siento lejos, es como si estuviera a mi lado, en cambio Kei no sabe nada de Shige, no han podido hablar, eso tiene preocupado a Kei, quiere ir a verlo pero le ha sido imposible escaparse, tenemos muchas cosas que hacer, los exámenes se aproximan, por lo menos tenemos uno importante mañana, tengo que estudiar demasiado porque es matemáticas. Estoy en mi habitación, acostado en la alfombra, ODIO MATEMATICAS.

[Yamapi]

Estoy acostado en la cama, haciendo absolutamente nada, es como si estuviera solo en la casa, no me hablan, no salgo de mi habitación, lo extraño. Cierro mis ojos y viene a mi mente esa imagen de cuando estábamos en el hotel, el timbre de mi celular me saca de mis pensamientos, veo y es Maki, contesto.
--Moshi moshi
-- Hola Yamapi, te puedes escapar del internado. Tengo algo que decirte.
-- Ah, ya no estudio en el internado
-- ¿ya no? ¿Desde cuándo?
-- es una larga historia, pero dime qué pasa.
-- ah… puedo verte en el parque dentro de una hora.
-- sí, ¿Qué pasó? ¿Todo bien con Toma?
-- pues te diré… mejor te veo en el parque. Bye. – me colgó. Ahora que hizo Toma, me levanto, me doy una ducha, me arreglo y todo para salir. Voy bajando las escaleras, mi abuelo está sentado en un sofá.
-- ¿A dónde vas?
-- a ver a Toma, regreso en la tarde.
-- lo saludas de mi parte – volteo a verlo. – hace tiempo que no viene. – le sonrío forzadamente.
-- claro, le diré que venga. – Salí de la casa sin decir nada más, me fue en metro, llegue al parque, voy caminando y logro ver a Maki sentada en la banca, colocando su rostro en sus manos, que las tiene en sus rodillas, me preocupo y corro hacia ella sin pensarlo. – Maki, ¿Qué paso?, Maki mírame… Voy a matar a Toma, ¿Qué te hizo? – alza el rostro y me mira, comienza a reírse.
-- nada, es una broma.
-- te juro que iba a ir a buscar a Toma, ¿Qué paso entonces?
-- recuerdas que hiciste unas audiciones para la escuela de baile, para la obra.
-- aahhh lo olvide, cono todo lo que paso olvide ir a ver los resultados.
-- te tengo una sorpresa, fuiste aceptado.
-- ¿qué?
-- fuiste aceptado, tienes que presentarte a ensayos, y a ver todos los detalles
-- ¿en serio?
-- no puedo creerlo.
-- tienes que apresurarte, la obra comienza en menos de un mes.

Capitulo 30

[Yamapi]

-- tienes que apresurarte, la obra comienza en menos de un mes. – no puedo evitar sonreír, es la mejor noticia que he tenido. Tengo que decirle a Ryo.
-- Pi – escucho un grito, volteo, es Toma. -- ¿Qué onda? Cuanto tiempo sin verte. ¿Cómo esta todo?
-- te diré, las cosas se complicaron, ya no estoy en el internado. Estoy viviendo con mi abuelo. Ah que por cierto quiere verte. – Maki, Toma y yo fuimos a un café, ahí les platique mi historia, me dijeron que fui un tonto por culparme, pero con mi explicación les hice ver que fue lo mejor, mi única forma de estar con él. Platicamos de esta oportunidad que se me está presentando, mi sueño era estudiar empresariales o mercadotecnia y así apoyar a mi abuelo, pero con esto me es imposible y mi relación con él se ha roto, no hablamos nada. Y ahora tengo un nuevo sueño, bailar. Regrese a casa pero con Toma, fuimos a dejar a Maki a su casa. Entramos a la sala y ahí estaba mi abuelo, cuando vio a Toma se impresionó, seguramente creyó que le mentí.
-- Hola señor Yamashita, ¿cómo ha estado? – lo saludo con su gran sonrisa Toma.
-- Hola Toma, que gusto verte. ¿Te quedas a comer?
-- claro señor. – pasamos al comedor, solo estábamos los tres, mi abuelo, Toma y yo. Comimos muy rico y debo de admitir que la conversación me hizo reír, me sentí feliz, las bromas de Toma, los comentarios de mi abuelo, recordando mi infancia junto a Toma, escuchar de voz de mi abuelo mis anécdotas divertidas con Toma y una que otra con mi abuelo, cuando invite a Toma a que fuera a la casa de mis abuelos. Terminamos la comida muy tarde, riéndonos sin parar, mi abuelo me dedico una mirada tierna y amorosa, sentí calor en mi corazón. – Ya es tarde, debo de irme.
-- quédate a dormir Toma, como los viejos tiempos. – le sugirió mi abuelo.
-- me encantaría señor pero tengo una cita con mi novia
-- ¿novia?
-- sí, se llama Maki y me la presento Pi.
-- te acompaño.
-- te quiero temprano en casa.
-- claro – respondí tomando mi chaqueta.
-- nos vemos señor – se despidió Toma y salimos de la casa. Vamos caminando. -- ¿vas a acompañarme a mi cita?
-- no baka, voy a ver a Ryo.
-- ¿al instituto?
-- sí, tengo mi forma de entrar.
-- Yamapi regresa temprano de acuerdo. Me voy, te cuidas. – nos despedimos y yo sigo mi camino, después de media hora me encuentro caminando afuera del internado, es de noche, está oscuro solo una leve lámpara alumbra el camino, llego al hoyo que se encuentra en la barda, alzo la mirada y viene alguien corriendo, se acerca cada vez más rápido, es… es…
--SHIGE – grito, se detiene y me mira.
-- Yamapi, necesito ver a Kei, necesito hablar con él.
-- vamos a dentro – entramos con mucho cuidado, llegamos a los dormitorios y ahí nos separamos, quedamos de vernos en dos horas para irnos juntos, giro la perilla de la puerta y entro a mi antigua habitación, la imagen que veo es tierna, cierro la puerta con seguro, Ryo está durmiendo sobre la mesa, debajo de él está un libro, me acerco por detrás, me hinco, coloco mis manos en su cadera, me acerco a su cuello y lo muerdo, tarda en reaccionar pero mueve lentamente sus ojos, le beso el cuello y vuelvo a morder, hace un movimiento brusco, su codo hacia atrás y casi me pega. – así me recibes.
-- Yamapi – se voltea, toma mi rostro entre sus manos, me besa, me mira a los ojos me sonríe sexy y vuelve a besarme de una forma tan salvaje que siento como si quisiera comerme. Le correspondo y nuestro beso se hace realmente intenso, hago que estire sus pies, me coloco sobre ellos pero sin dejar de besarlo, coloco mi mano en su cuello, con la otra la coloca en la mesa para acercarme más a Ryo pero mi mano se resbala y caigo con Ryo al piso y a un lado el libro de matemáticas.
-- ¿estabas estudiando?
-- eso intentaba pero no entiendo nada y me quede dormido. Eso no importa ahora, bésame. – me toma del rostro y me besa, estamos en la alfombra, le estoy metiendo mano por todas partes, me besa el cuello abro los ojos y veo el libro, tiene una nota en la parte superior, que indica que mañana tiene examen, me separo de Ryo. -- ¿Qué pasa?
-- mañana tienes examen.
-- si pero quiero estar contigo
-- te ayudo a estudiar.
-- nnnnooooo
-- si, y por cada que estés bien hacemos cosas. – creo que mi mirada fue muy pervertida porque Ryo se sonrojo demasiado.
-- sí.
-- ah pero antes tengo que contarte algo. Recuerdas la audición que hice en una escuela de baile, ¿Qué crees?, me aceptaron, estaré en una obra, comienza en un mes.
-- ¿de verdad? – me abraza – me alegro, Yamapi te amo, felicidades. Eres grande, eres increíble. Iré a ver tu estreno, y voy a ir a verte todos los días, te voy a aplaudir y gritarte que “te amo” como un loco. Yamapi – me mira a los ojos, le brillan demasiado, siento su amor.
-- soy feliz Ryo, porque te tengo a ti y un nuevo sueño que estoy alcanzando.
-- y lo harás, triunfaras. Tu sueño se hará realidad.
-- mi sueño más importante ya se hizo realidad, eres tu amor. – lo beso tiernamente.

[Shige]

Estoy en la cama abrazado de Kei, estoy sobre su pecho, me abraza con fuerza, con su mano me acaricia la espalda, cierro mis ojos, una lagrima corre por mi mejilla, siento su mano en mi rostro, lo levanta para que lo mire.
--¿Qué sucede? – le sonríe con un gran esfuerzo.
-- estoy feliz de estar contigo de nuevo, deseo que sea así por siempre.
-- lo será, te lo prometo. – me besa la frente, cierro mis ojos y me acomodo en su pecho, no puedo decirle que mi padre me ha descubierto y quiere llevarme lejos, no puedo, no soportaría la despedida, no quiero dejarlo, mis ojos no se controlan y lloran sin parar, nuevamente me toma del rostro, me mira preocupado – dime que sucede. ¿Paso algo?
-- pasa que me duele no estar a tu lado, no puedo estar sin ti Kei. No pude marcarte, sentí que te perdía.
-- no me perderás, no dudes de mí, te juro que siempre estaremos juntos. ¿Qué sucede?
-- nada, estoy en mis días. Estoy sensible.
-- baka. – le sonrío y lo beso. En un movimiento rápido me encuentro debajo de él, Kei me mira deseándome y lleno de amor, desciende y me besa con delicadeza, dulzura, sus manos recorren mi pecho y cadera, lo abrazo colocando mis manos en su espalda, esta es nuestra despedida Kei. Lo beso intensamente.

[Ryo]

Estamos en la habitación, estudiando, no puedo creer que llevamos días sin vernos y en vez de comerme se hace según mi profesor, intenta ayudarme en una de sus clases que tanto odia, ah pero como según Yamada le dio clases de matemáticas cree saber más,… bueno para ser sincero si aprendió pero quiero estar con él, aun así respondo una bien y me da besos, caricias. Me hace feliz, me mira esperando mi respuesta, le contesto pero es errónea, me golpea con el libro en la cabeza.
--eso no existe. Continuemos, te explico. Pon atención. – lo escucho atento, cuando se coloca sus anteojos es realmente sexy, ya ya ya, deja de pensar en eso y estudia. Después de un tiempo, estamos sentados en la alfombra, él recargado en la cama y yo entre sus piernas, recargado en su pecho. – Hoy pase un buen momento con mi abuelo, de esas comidas que hace tiempo no teníamos.
-- me alegro Pi, todo se está mejorando, estas bien con tu abuelo y vas a estar en una obra, y yo seré tu fan numero uno.
-- quiero verte en primera fila siempre.
-- y yo quiero que me bailes, un privado. – siento como muerde mi cuello, su mano comienza a acariciar mi pierna y va llegando a mi miembro, suena su celular.
-- es Shige, es hora de irme.
-- ¿Shige?, ¿te vas?
-- Shige vino a ver a Kei, debo irme, vendré pronto. Mañana voy a ver qué onda con la obra.
-- suerte. Te veo pronto – lo beso, se levanta, lo acompaño a la puerta, lo beso muchas veces.
-- te amo – me da mi último beso, cierra la puerta. Siento como si mi alma se fuera con él.

[Yamapi]

Salgo y me encuentro a Shige esperándome, nos vamos caminando, vamos en silencio. Shige se ve triste.
--Te entiendo, se siente feo separarse de tu pareja pero volveremos a verlos, el fin de semana o podemos venir a ve…
-- Ya no voy a ver a Kei.
-- ¿Qué dices?
-- mi padre se entero que lo he visto – veo su rostro, sus ojos denotan tristeza – dice que me curará – da una risa sarcástica – me va a llevar fuera de Tokyo, así que hoy fue nuestra despedida.
-- le dijiste a Kei.
-- no fui capaz, no podría soportarlo, me dolería demasiado y no lo dejaría nunca.
-- ¿y crees que a él no le dolerá que desaparezcas así? Sin decirle nada, mínimo un adiós. ¿Qué no lo amas Shige? – me mira con los ojos como platos
-- lo amo
-- entonces porque permites esto, lucha por él, no lo dejes, si de verdad lo amas no permitas que los separen. Si Kei es tu felicidad que importan los demás, que te valga madres todo. – me sonríe.
-- tengo miedo. No quiero dejarlo.
-- no lo dejes.
-- definitivamente estaré con él. Así será. – sonrío con un gran esfuerzo. Después de eso nos separamos, voy camino a casa, ¿yo que haría si me encontrara en esa situación? Por nada dejaría Ryo, mataría a quien quiera quitármelo. Estoy buscando mis llaves en mis bolsos, ya estoy frente a la casa del abuelo, alzo la mirada y… ¿Ueda?, esta recargado en la entrada, me mira y se acerca a mí tan rápido, sus labios rozan los míos, lo separo con rapidez.
-- ¿Qué haces aquí?
-- hola amor.

Capitulo 31

-- ¿Qué haces aquí?
-- hola amor. – sonrío con ironía.
-- ¿Qué quieres Ueda? ¿Qué haces aquí?
-- quería verte, necesitaba tocarte – me toca el hombro y me acaricia el brazo, me alejo de él. Lo miro, me quedo callado, desvío la mirada. -- ¿cómo has estado?
-- muy bien – recuerdo el video, lo volteo a ver, me sonríe con soberbia, tiene una sonrisa de burla que hace que me hierba la sangre, en un movimiento rápido lo tomo del cuello y lo llevo contra la pared, cierra los ojos por el dolor que le he causado pero enseguida los abre.
-- hazme lo que quieres, soy todo tuyo.
-- cállate. Fuiste tú el que mostro el video, tú lo tenias.
-- así es amor pero tú lo arruinaste, el que tenía que irse era Ryo para que los dos pudiéramos estar juntos.
-- estás loco Ueda, tu y yo nunca estaremos juntos, a parte recuerda que te encontré con Ryo teniendo sexo.
-- ¿celoso? ¿Deseabas que fueras tú?
-- sabes que Ueda, no pienso perder el tiempo contigo. – Lo suelto – tú no sabes amar, tú no amas a ninguno de los dos. Déjanos tranquilos.
-- yo te amo Yamapi, por ti haría cualquier cosa.
-- eso es mentira, uno nunca le haría daño a quien ama. Ueda, debe de haber alguien para ti, alguien que te ame con todo su corazón.
-- yo solo quiero que tú me ames.
-- no, yo ya tengo a quien amar. – veo en su rostro molestia.
-- ¿lo has visto?
-- sí
-- ¿has estado con él?
-- sí.
-- pero vienes de ver a otro tipo ¿no?, ¿Qué harías si Ryo se enterará que estas saliendo con otro?
-- yo no estoy saliendo con nadie, y di lo que quieras. Ryo sabe todo de mí. Adiós Ueda. – abro la puerta, Ueda me jala del brazo y me abraza, se pega a mi pecho.
-- déjame estar contigo, aunque sea solo una noche, solo unos minutos pero hazme tuyo. – me impresiona, no logro reaccionar por unos segundos, lo separo de mí y veo lagrimas en su rostro.
-- yo no soy la persona que tú buscas. – no sé que más decir, entro a la casa. Cierro la puerta. Siento que lo he lastimado, pero él no me quiere. Subo a mi habitación, me acuesto en la cama, el sueño me ha ganado. Escucho ruido, los ojos me lastiman, abro lentamente mis ojos, el rayo de luz de da directo en ellos, me volteo y está mi madre acomodando mis cosas. -- ¿Qué haces?
-- buenos días Tomo, es hora de desayunar. – Me acomodo en la cama, cierro mis ojos – Tomo, tu abuelo nos está esperando para desayunar. Levántate ya. – sale de la habitación, no quiero bajar pero ya no puedo dormir, me levanto, bajo en pijama. Llego al comedor, está Rina, mi mamá y mi abuelo, me siento a lado de Rina. Estoy comiendo omelet mmm deliciooossoo.
-- Tomohisa traje esto para ti – alzo la mirada, son unos folletos – son institutos en el extranjero, -- observo los folletos – son escuelas que tienen convenios con universidades, mira está, está en California, ahí puedes visitar a Hawaii.
-- No quiero irme de Japón.
-- tienes que terminar el instituto, a estas alturas ninguno de aquí te aceptara.
-- puedo esperar.
-- ¿esperar? ¿Has olvidado tu sueño? – Bajo la mirada, muevo mis ojos sin saber a dónde mirar—me agrada tu sueño, cuando me dijiste que me apoyarías en la empresa, que serias mi brazo derecho y que nunca dudara de ti. Que juntos haríamos cosas grandes.
-- lo siento abuelo, no puedo irme.
-- ¿Por qué no?, ¿Qué te detiene? ¿Quién te detiene? – volteo a verlo, me mira fijamente.
-- solo no quiero irme. – me levanto.
-- lo he decidido Tomo, te vas en una semana.
-- no. – continuo mi camino a mi habitación, me baño con rapidez, me arreglo y salgo de casa. No voy a irme, no voy a dejar a Ryo, ese sueño se termino abuelo. Decidí caminar hasta la escuela de danza, debo de relajarme. Llego, me piden que pase a las oficinas, entro y me hacen esperar, después de unos minutos paso a la oficina del representante y del director. Me dan una explicación de cómo funciona esa institución y me hablan sobre la obra, me parece muy interesante, es una obra de teatro danza aérea, la obra se llama Sicario, yo sería un extra pero me ha encantado la idea, solo tengo que firmar el contrato y listo, tengo la pluma en mi mano.
-- Ah, la obra se presentara durante 5 meses en Fukuoka, -- me indica el director, ¿Fukuoka? – los ensayos van a durar cerca de 4 meses, comenzaran el próximos viernes en Fukuoka.
-- ¿Fukuoka?
-- así es.
-- pero… no puedo dejar Tokyo.
-- cerramos contratos hoy. Decide.
-- yo no puedo.
-- Director – entro la secretaria – ya comenzara la junta.
-- sí, gracias. Yamashita, te daré dos horas, en lo que salgo de la junta, piénsalo muy bien. Está tu futuro en juego. – me ha dejado sólo en la oficina, salgo del edificio y camino hacia el parque, me siento en una banca, hago mi cabeza hacia atrás, ¿Por qué todo se ha complicado?, mi abuelo me quiere enviar en una semana a América y si acepto este trabajo… me iría el viernes. No puedo irme, no quiero dejar a Ryo, me quedare en Tokyo aunque todo se me venga encima. Definitivamente no me iré, no sin Ryo. ¿Sin Ryo?, ¿con Ryo?... eso es, no puedo evitar sonreír, saco mi celular y marco el numero de Ryo, tarda en contestar.
-- Hola Pi, ¿te voy a ver hoy?
-- sí, pero antes respóndeme ¿te irías conmigo? ¿Si tuviera que irme hoy de Tokyo, te irías conmigo?
-- Sí, contigo voy a donde sea.
-- gracias, te veo en el colegio, te marco cuando este afuera. Te amo, gracias. Bye. – cuelgo, sonrío, puedo hacerlo. Corro hasta llegar al edificio, subo lo más rápido que puedo, entro a la oficina del director. – Acepto.

[Ryo]

Colgó. ¿Cómo que si me voy con él? Algo sucedió, ¿Qué le habrá pasado? Llega Kei, se sienta a mi lado, estamos en el jardín.
--No puedo comunicarme con Shige, no responde el teléfono.
-- no te preocupes, te va a llamar.
-- tengo miedo Ryo, el día que nos vimos Shige estaba muy triste y decía cosas que…
-- ¿Qué?
-- como si fuera la última vez que nos viéramos.
-- ¿y si vas a verlo?
-- sí, me escapare en la noche. – Suena el timbre para ir a clases – vamos. – nos levantamos y caminamos, entramos a clase, no puedo dejar de pensar en Yamapi, tengo una sensación en mi estomago, nervios. Ya han pasado las primeras clases, estamos en la cafetería comiendo, Kei está muy callado.
-- ya no te preocupes, hoy lo vas a ver.
-- sí – intenta sonreír, suena mi celular, es Yamapi, contesto.
-- Hola amor.
-- Hola bebé, estoy afuera del internado. – me levanto dejando a Kei en la mesa.
-- ¿Qué paso? ¿Por qué vienes a esta hora?
-- te lo diré en cuanto te vea, te veo en el dormitorio.

[Ueda]

Veo que a Ryo le han hablado por teléfono, estoy cerca de la puerta y lo veo pasar, pasa a lado de mí, escucho su conversación.
--No, en el dormitorio no, es muy peligroso. Te veo en el auditorio… sí, ya voy en camino. – cuelga el celular, seguramente es Yamapi, voy detrás de Ryo sin que se dé cuenta, llega al auditorio, yo detrás de él, entra, voy lentamente detrás de él, entro y cierro con cuidado la puerta, volteo, Ryo va caminando por el centro y llega Yamapi corriendo, lo toma del rostro y lo besa, Ryo lo abraza por la cintura. Me acerco lo más que puedo para poder escuchar. – Yamapi, es temprano… ¿Qué paso?
-- acepte el papel de la obra.
-- sí lo sabía, eres mi estrella.
-- pero antes pasó que mi abuelo quiere enviarme a América, quiere que me vaya la próxima semana… pero no lo voy a hacer, firme el contrato para quedarme en Japón, el problema es que no es en Tokyo y tengo que irme antes del viernes, hoy o mañana.
-- ¿qué? ¿Te vas Yamapi? – sonrío, se escucha tristeza en la voz de Ryo. Por fin van a estar lejos.
-- sí Ryo, la obra es sensacional, te puedo pedir una cosa… ¿te vas conmigo?
-- ¿eh?
-- ¿te vas conmigo Ryo?, por eso te hable en la mañana, cuando dijiste que te irías conmigo a donde sea fue cuando acepte firmar, vámonos juntos Ryo.
-- sí Yamapi, me voy contigo. – lo abraza, se besan, SE ESTAN BESANDO. No, no pueden irse juntos, no, ahora mismo voy por el director.
-- nos vamos mañana – le dice Pi, me detengo y volteo a verlos – en la noche, te veo en la estación del tren bala. Prepara todas tus cosas. El tren sale a las 9 de la noche.
-- sí, sí Pi, te amo. – le grita y enseguida lo besa. Siento rabia, coraje, ayer me rechazo y hoy lo veo con él. Lo besa de una forma tan tierna, el beso cada vez lo intensifican más, sus manos se están tocando, acariciando por todas partes, una lágrima corre por mi rostro, la limpio. Ahora sé de sus planes, no te irás con él. No se van a ir juntos de eso me encargo yo. Respiro profundo y salgo del auditorio, la puerta se azota.

[Ryo]

Se escucho la puerta cerrar, Yamapi y yo nos separamos.
--Pi será mejor que te vayas, pueden descubrirnos.
-- si amor – me besa – mañana nos vemos a las 8:30 en la estación.
-- sí, hoy preparo todo para irnos mañana.
-- te amo, gracias por apoyarme.
--te amo, mi felicidad eres tú. Vamos a estar juntos, y te voy a ver bailar, ah y me tienes que hacer ese baile privado eh. – se ríe Yamapi, se sonroja demasiado.
-- sí, lo prometo.
-- ahora vete, nos vemos mañana. – lo beso.
-- mañana nos vamos, te amo – me besa, salimos con precaución del auditorio, lo veo que se va corriendo hacia la barranca. Es de noche y estoy en mi habitación con Kei, estoy guardando ropa en una mochila.
-- Así que me abandonan.
-- Sí Kei, no sabes lo que siento. Es una felicidad tan inmensa que siento que el pecho me estallará.
-- me alegro. Así que Pi estará en una obra, tengo que verlo. – suena el celular de Kei. Contesta – Shige, pensé que te habías olvidado de mí… tranquilízate,… Shige no te entiendo…

[Koyama]

--Shige con calma…
-- no puedo hablar Kei, logre recuperar mi celular.
-- ¿Qué sucede?
-- Me quieren llevar lejos, me voy mañana en la tarde, no me dejes ir. Ayúdame. – Shige comienza a llorar. – tengo que colgar, Ayúdame Kei, no me dejes ir. – cuelga.
-- ¿Qué sucede Kei?
-- Se quieren llevar a Shige, que se va mañana en la tarde… me pidió que no lo deje ir.
-- ¿Qué vas a hacer?
-- no lo sé, tengo que pensar en algo. – camino de una lado a otro, estoy tan nervioso y desesperado que no puedo pensar.
-- escápate con él – me detengo, volteo a verlo. – ve por él, mañana cuando se lo vayan a llevar ve por él y se van juntos.
-- sí, eso hare. Mañana nos vamos los dos de este internado. -- ya es otro día, estoy guardando ropa en una mochila, me tengo que ir ya, voy a ir por la moto y enseguida paso por Shige, saco mi celular y le estoy marcando, tarda en contestar.
-- hola, no puedo hablar – me dice con un tono de voz muy bajo.
-- no cuelgues Shige, sólo escucha… cuando te marque sales corriendo, estaré en una moto esperándote.
-- ¿Qué?
-- nos iremos juntos, vamos a escapar. Te amo, espera mi señal. – cuelgo. Tomo la mochila y voy a la habitación de Ryo, entro. – Hola Ryo, me voy.
-- te acompaño. – vamos caminando hacia la barranca, cuidando que nadie nos vea, llegamos al hoyo que está en la reja.
-- te cuidas Ryo, que les vaya muy bien fuera de Tokyo.
-- ustedes igual, cuídense.
-- Adiós amigo. – salgo corriendo, me voy lo más rápido a la estación de metro.

[Ryo]

Voy caminando hacia la habitación, estoy muy feliz, me voy a ir con Yamapi, voy a vivir libremente con él. Lo amo, me hace tan feliz poder estar en su sueño, ayudarlo a realizarlo, quiero verlo sobre el escenario. Suena mi celular, es Yamapi, contesto.
--Pi, hola.
-- hola, ya salí de casa, ya llevo mi maleta, voy a la escuela de danza y a despedirme de Toma y Maki, te veo a las 8:30 en la estación del tren bala.
-- sí
-- ya quiero verte, abrazarte y hacerte muchas cosas. – me he sonrojado y me río nervioso.
-- yo también, soy muy feliz.
-- tú me haces feliz. Te hablo más tarde. Bye, besos. – cuelga. Me voy corriendo al dormitorio todo feliz.

[Mamá de Yamapi]

Ese niño aun no sale de su habitación, ¿Qué se cree?, hoy a estado demasiado callado, de hecho desde que llego a esta casa es como si no existiera. Entro a la habitación, no está ¿en qué momento salió que no me di cuenta?, dejo su ropa en la cama, abro el clóset y… no está su ropa, reviso cajones, todo. No están sus cosas, volteo al escritorio y hay una nota. Me acerco, la leo: “Mamá, Rina, abuelo. Lo siento pero he decidió mi camino. Cuídense, los amo”, salgo de su habitación, bajo corriendo las escaleras, entro al despacho de mi padre.
--Se ha ido. Tomo se ha ido, dejo esta nota. – Se la entro – tenemos que ir a buscarlo, a detenerlo. – me dirijo a la puerta, mi padre viene detrás de mí, tomo las llaves del auto, abro la puerta y mi padre de toma del brazo.
-- él ha decidido su camino, lo dejare volar.
-- pero él no está bien. Seguramente como lo vas a enviar lejos prefirió irse.
-- no lo voy a mandar lejos, no lo inscribí a ninguna escuela, esa información es falsa. Seguramente se fue con él.
-- ¿y si lastima a Ryo?
-- no lo hará.
-- pero Tomohisa lo…
-- acompáñame – entramos al despacho, de su cajón saca un sobre, lo abre y deja caer su contenido, son fotografías de Tomo con Ryo, abrazados, caminando, besándose, jugando. Todas las fotografías son de días diferentes por la ropa que traen, hay fotos de Tomo entrando por una reja y saliendo de ella. Hay una en especial afuera de un hotel, con ellos están otros dos chicos, uno de ellos es Koyama. – ellos, Ryo y Tomo, ha sido pareja desde hace mucho tiempo, lo que aun no comprendo es por qué se culpo del video.
-- ¿desde cuándo lo sabes?
-- desde el día que Tomohisa regreso a esta casa, cuando lo esperaba para venirnos vi como se besaron y Ryo lo abraza. Si Tomo le hubiera hecho daño no lo abrazaría ni besaría. Eso me hizo dudar e investigue. Seguramente se va a ir con él.
-- pero debemos detenerlos, ¿no volveré a verlo?
-- tranquila. Yo sé a qué ciudad se va y que va a hacer. Sabremos de él aunque él no lo sepa. Déjalo ser libre y que luche por sus sueños. Me alegra saber que sigue siendo fuerte, será mi brazo derecho.

[Ryo]

Ya es hora de irme, son las 7 de la noche, ya está oscuro. Camino con mucho cuidado que no me descubran, llego a la barranca, a la reja donde está el hoyo, me acerco, llevo una lámpara de mano, pero ¿qué?... ¿Dónde está? Cuando vine con Kei aquí estaba, por ahí salió. No está el hoyo en la reja, este es otro material, elevo la vista y está demasiado alto, y tiene protecciones, eso no estaba ahí, ¿Cómo es que cambiaron esto? ¿Por dónde voy a salir?, tengo que irme Yamapi me espera. Mis ojos se llenan de lagrimas, comienzo a temblar, tengo que salir de aquí, tengo que salir. Comienzo como desesperado a buscar algo por donde salir, algo con que romper la reja, la puerta principal está cerrada y tiene seguridad. Tengo que salir, me tomo de la reja, tengo que salir, comienzo a escalar la reja pero caigo al suelo. No, no… Estoy llorando, no me hagas esto, no… intento escalar nuevamente.

[Koyama]

Estoy cerca de su casa, estoy en la moto con el casco puesto, observo que afuera de la casa acaba de llegar un taxi de aeropuerto, que una persona de servicio sale con unas maletas, alcanzo a ver a Shige que se va acercando lentamente al taxi, saco mi celular y marco su número, Shige ve su celular y enseguida me mira, le hago señas de que se acerque, enciendo la moto, Shige corre hacia mí con todas sus fuerzas, la gente lo mira, su padre lo mira desde la puerta de casa.
--Sube rápido – le indico, Shige se sube y me abraza de la cintura, acelero y vamos lo más rápido posible. Alejándonos cada vez más, Shige se abraza a mí.

[Papá de Shige]

Shige acaba de subirse a esa motocicleta, seguramente es ese enfermo. Volteo a ver a mi esposa, está impresionada.
--Ustedes – a dos de mis guardaespaldas – vayan detrás de ellos. – me obedecen enseguida, se suben al auto y salen de la casa. Yo entro al despacho, mi mujer va detrás de mí. Llego a mi escritorio, abro un cajón que estaba bajo llave, saco una pistola.
-- ¿Qué haces?
-- voy a matarlo. – La guardo en mí y salgo, -- vamos – le indico a mis otros guardaespaldas – quiero a ese muchacho muerto. – subimos al auto y acelera con rapidez.

[Ryo]

Sigo como desesperado buscando una salida. Veo la hora, son 5 minutos para las 9 de la noche. Mi celular suena, es Yamapi, contesto y mi llanto crece más.
--¿Qué sucede? Te estoy esperando, está por salir el tren bala.
-- Yamapi – estoy llorando – no puedo salir, no tengo forma de escapar. Cerraron el hoyo, no puedo salir.
-- mi amor no te preocupes, voy enseguida.
-- no Yamapi, tú sube al tren, vete. No puedo destruir tus sueños por segunda vez.
-- Ryo no digas tonterías, tú eres mi sueño. Voy enseguida.
-- No Yamashita – le grito. – sube al tren, vete por favor.
-- No Ryo, yo te amo, no te voy a dejar.
-- si no te vas tu abuelo te enviara a California, y estaremos más lejos.
-- no Ryo, no me van a separar de ti entiéndelo, no me importa nada, ni mi abuelo, ni nada. Solo quiero estar contigo.
-- yo también te amo. – Escucho que están dando la última llamada para subir al tren – Yamapi, ¿me amas?
-- demasiado.
-- ¿harías cualquier cosa por mí?
-- lo que sea, voy para el internado.
-- no, no te muevas de donde estas, no des ni un paso. Si de verdad me amas sube al tren.
-- no lo hare.
-- entonces no me amas.
-- te amo que no entiendes, no quiero separarme de ti, no quiero perderte.
-- no me perderás, estaremos juntos. Hablaremos por teléfono.
-- no Ryo, no me pidas eso.
-- si no subes al tren olvídate de mí, si no te vas lo nuestro se acabo.
-- eso no, no me amenaces.
-- hablo enserio Yamapi, si no subes al tren ni intentes acercarte a mí. Si no te vas lo nuestro se acaba en este instante.
-- no Ryo.
-- por favor Yamapi, demuéstrame que me amas, súbete al tren… ahora.
-- Ryo… por favor déjame estar contigo.
-- súbete al tren, si no lo haces olvídame.
-- ¿Qué va a pasar si subo al tren? Aun así me olvidaras.
-- no lo hare, hablaremos por teléfono, por Messenger, vas a ensayar mucho, vas a presentar obras y estarás en un gran escenario, e iras a muchas partes.
-- yo quiero que tú estés conmigo, sin ti no tiene sentido. Te quiero en primera fila.
-- yo te quiero sobre un escenario, si me amas sube al tren. Si no lo haces ni me busques.
-- te voy a perder Ryo.
-- no Yamapi, no pienses así. Es más, el día de la graduación… regresa por mí. – Escucho un silencio, el silencio de su llanto – Yamapi ya falta menos, 5 meses y estaremos juntos de nuevo. Oke. Sube al tren.
-- ¿me vas a esperar?
-- sí, te esperare.
-- está bien, subiré, ya tengo que irme. Ryo… adiós. Te amo. – escucho como sigue llorando, cuelga el teléfono. No puedo dejar de llorar, me había controlado pero ahora no puedo, me recargo en la reja y me dejo caer, estoy sentado y recargado en ella, sigo con el celular en el oído, del otro lado solo se escucha el sonido “bip, bip”. Respiro.
--no quiero decirte adiós, no quiero perderte. – digo como si aun hablara con él, dejo caer el celular, llevo mis manos a mi rostro, doblo mis rodillas y me coloco entre ellas, lloro sin poder controlarme, no puedo parar, se ha ido. Se ha ido.

[Ueda]

Veo a Ryo sentado llorando, escuche la conversación. Así que Yamapi se fue. Siento como las lágrimas corren en mi rostro. Un dolor en mi pecho, que me presiona demasiado. Seco mis lágrimas y me doy media vuelta, camino.

Capitulo 32

[Koyama]

Shige corre hacia mí con todas sus fuerzas, la gente lo mira, su padre lo mira desde la puerta de su casa.
--Sube rápido – le indico, Shige se sube y me abraza de la cintura, acelero y vamos lo más rápido posible. Alejándonos cada vez más, Shige se abraza a mí, coloca su rostro en mi espalda, cerca del hombro.
-- Gracias – alcanzo a escucharlo, me doy cuenta que un auto negro nos persigue, acelero, la calle por la que vamos es realmente solitaria y estrecha, cada vez siento más cercano el auto, veo una calle aun más pequeña, me introduzco en ella es un callejón, llegamos a una avenida, solo siento como Shige me abraza con mayor fuerza, ya en la avenida vamos entre los autos, desciendo un poco la velocidad, al parecer los hemos perdido.
-- ¿estás bien Shige?
-- no pares, ahí vienen. – volteo y nos sigue el auto negro pero hay otro. Nos persiguen dos autos. Para nuestra mala o buena suerte no hay mucho transito, así que nos es fácil correr, no sé a dónde ir, no pensé en eso. Doy vuelta junto con los demás autos pero aquí si hay transito, intento meterme entre los autos pero me es imposible, así que doy vuelta, encontrándome con esos dos autos, vamos en sentido contrario a ellos, alcanzo a ver que del lado del copiloto se baja la ventanilla y sacan una mano con una pistola, acelero, algo recorre todo mi cuerpo, es mejor no alterarme. Se escucha un disparo, siento un piquete, algo que me atraviesa en la cadera, cierro mis ojos y por unos segundos pierdo el control de la moto, estamos a punto de caer, alcanzo a meter el pie, nos quedamos quietos.
-- ¿Qué paso? ¿Kei estas bien?
-- sí – acomodo la moto, acelero – Shige, abrázame y no te muevas, no mires a otros lados, no muevas nada de tu cuerpo – siento que me abraza con fuerza, su brazo lo siento en la herida, me duele pero pienso que es una forma de parar la sangre, no soy capaz de observar que me paso, igual y alucino y no tengo nada, pero siento como esa parte de mi playera se va haciendo más pesada, humedeciéndose. Comienzo a sudar en frío, mi respiración no logro controlarla, voy bajando la velocidad, no creo poder continuar, por el espejo veo que los autos nos siguen, respiro profundo pero AAAAhhhhh duele. Acelero, tengo que continuar, sigo escuchando disparos, me voy moviendo de un lado a otro, como zic-zac, para que ninguna bala toque la moto o a uno de nosotros. Veo una calle donde no transitan autos, acelero y entro ahí, volteo, los autos nos siguen, salimos de esa calle a otra avenida, los autos cada vez están más cercas, se escucha otro disparo. Se escucha que roza con la moto, que pega en una parte de ella. Gracias a ese susto, no controle la moto y casi caemos, acomodo la motocicleta y Shige me suelta.

[Shige]

Se escucha un disparo, la moto se va un poco de lado, casi caemos, Kei acomoda la moto, lo suelto, volteo a mi lado izquierdo y veo la manga de mi camisa con sangre, pero yo no sentí nada… toco mi brazo, bajo la mirada y me encuentro con la playera de Kei llena de sangre, del lado de la cadera.
– oh no,-- siento una opresión en el pecho -- ¡te han herido!
--te dije que no te movieras.
-- Kei estás herido, tenemos que parar.
-- no lo haremos, si paramos nos separan. Acomódate, nos vamos. – lo abrazo, trato de apretar con mi brazo en su herida, acelera, tengo miedo que todo este movimiento afecte su herida, llegamos a una avenida que está llena de autos, Kei trata de dar la vuelta pero los autos de mi padre se aproxima, Kei lo piensa un momento, estamos frente a una plaza comercial, muy grande, Kei avanza directo al estacionamiento de abajo, entra, por el lado contrario, como son maquinas las que dan los boletos no tenemos problemas, sigue conduciendo buscando… no sé que busca pero no detiene la moto, en mi mano siento que corre un liquido, siento que me paralizo, es su sangre lo sé, tengo que ayudarlo. ¿Cómo? Sigue conduciendo pero nos encontramos de frente al auto del guardaespaldas de mi padre, Kei da la vuelta, frente a nosotros viene el auto de mi padre, me aferro a Kei, lo abrazo con fuerza, Kei se da la vuelta al único lugar libre que tiene, conduce pero quedamos atrapados, este lugar nos lleva contra una pared, Kei intenta dar la vuelta pero la motocicleta cae, caemos junto con ella chocando contra la pared, logro levantarme pero veo a Kei aun está tirado en el suelo, se levanta un poco, se toca, la cintura del lado izquierdo, después observa su mano, tiene sangre.
-- Kei ¿estás bien?
-- llévatelo – volteo y uno de los guardaespaldas de mi padre me toma del brazo, me alejan de Kei, intento soltarme pero no puedo, forcejeo, logro hacer que me suelten y corro hacia Kei pero me toma otro tipo, con la ayuda del anterior me toman de ambos brazos, me arrastran hasta el auto. – Deténganse – grita mi padre – quiero que vea como termina este enfermo. Levántalo – veo como otro tipo toma a Kei del cabello y lo alza con fuerza, el rostro de Kei es de dolor, sus manos la lleva a su cabeza, intentando que lo suelten. No puedo hacer nada, no puedo soltarme, veo como el otro tipo que esta con mi padre llega con un palo y golpea a Kei del lado de su herida. Kei grita fuertemente por el dolor.
-- Noooooo – grito con lágrimas en los ojos – déjenlo… esta herido.
--que bueno que lo dices hijo – lo dice enseguida que volteo a verme. – golpeen en su herida.
-- NNNNooooooooo – grito al ver como un tipo lo toma del brazo, el otro tiene el palo y lo golpea en su herida, Kei está por caer al suelo pero el tipo que lo sostiene del brazo no lo permite, el otro vuelve a golpear en la herida, mis ojos lloran, no puede ser, no puedo ayudarlo, me muevo como histérico pero no logro nada, me agarran con mayor fuerza, la risa de mi padre se escucha en eco, en todo el estacionamiento, han golpeado a Kei como cuatro veces, la sangre se nota aun más, dejan caer a Kei, me muevo hacia él pero me sostienen. Esos dos tipos se acomodan, uno detrás de Kei y él otro frente a él, comienzan a patearlo, sobretodo en el abdomen. – NNNNNNNNNoooooooooo --- grito con fuerza – YYYYYaaaaaaaaa, déjalo – Kei me mira, entre los golpes dirige su mirada hacia mí, no puedo dejar de llorar, su rostro está lleno de dolor. Por favor, por favor no permitas que continúen, ayúdanos, alguien ayúdenos.
-- ¿Qué sucede aquí? – se escucha un grito, volteo y es un policía. Veo que todos voltearon a verlo. Se acerca más. Ve a Kei en el suelo y a mí así, saca su radio y pide refuerzos, se va alejando de nosotros.
-- Detenlo – mi padre le ordena a uno de los tipos que me sostenía. – Mientras yo termino con él. – se acerca a Kei, se pone frente a él, mi padre lleva sus manos hacia atrás, enseguida las saca, tiene una pistola. Esta apuntando al rostro de Kei. Quedo paralizado ante esta imagen.
-- Deténgase – grita otro policía, han llegado cuatro policías, mi padre no voltea a verlos, su mirada está fija en Kei.
-- vayan con ellos, no permitan que se acerque, hasta que lo mate. – esos tipos que golpeaban a Kei se han alejado, están peleando con los policías. No puede ser verdad. Mi padre no es un asesino, prepara la pistola para disparar. Nooo, nooo. Lloro sin control, Kei mira a mi padre. Escucho un disparo a lado de mí, el que me sostiene ha sido herido, cae al suelo, mi mirada se dirige a la motocicleta, voy corriendo hacia ella, tiene las llaves, la enciendo y piso el acelerador sin subirme, la pongo en dirección a donde está mi padre y Kei. Lo siento papá. Dejo ir la motocicleta, va a alta velocidad, mi padre voltea, la motocicleta se lo lleva, lo tira lejos, en ese instante levanto a Kei, pasando su brazo derecho por mi cuello.
-- Vamos Kei, ayúdame – lo abrazo de la cintura y con trabajos me lo llevo hasta el elevador. Agradezco que justo en este momento se abran las puertas, salen personas, entro con Kei, alcanzo a ver a mi padre levantarse.
-- olvida al policía, vayan por ellos – se acercan con rapidez, oprimo el botón pero no cierra, vamos, vamos ciérrate puerta, en eso se cierra, comienza a subir. Kei cae sobre sus rodillas.
-- No Kei, no te dejes caer, aun tenemos mucho que correr.
-- Shige… déjame.
-- No. Te vas conmigo. No hables. – lo levanto nuevamente, se abren las puertas, hay bastante gente, caminamos entre ellas, volteo a cada lado, por las escaleras eléctricas veo que viene un guardaespaldas, elevo la vista y estamos en una tienda de ropa, entro, aquí hay muchas chicas, muchas, la tienda esta a reventar, sin que nadie lo note llegamos hasta los probadores, veo distraídas a las encargadas, están acomodando la ropa, entro, por el pasillo frente al espejo, me dirijo al último probador, entramos ahí, siento a Kei en el sillón. Esta sudando mucho, me siento atrapado. Kei no me mira, no me habla. Lo tomo del rostro. -- ¿sigues conmigo? – abre los ojos, me mira por unos segundos. – tranquilo, pensare en algo. Debe de haber una forma de… salir. – se abre la cortina del probador, es una chica delgada, de cabello por los hombros, con ojos oscuros. Muy hermosa.
-- Necesitan ayuda. ¿Está bien tu amigo?
-- no, no digas nada. Nos persiguen.
-- los ayudare a salir, junto con mi novio. Espérenme aquí. – ella se va, tiene una voz tranquila y llena de elegancia, abrazo a Kei, su rostro lo tengo cerca de mi pecho. Lo abrazo con fuerza. Veo que Kei no responde, lo muevo pero no abre sus ojos.
-- Kei mírame, mírame Kei… estás conmigo lo recuerdas, sigues conmigo… ábrelos. – Los abre con mucho esfuerzo – mírame, no me dejes. Ni se te ocurra. – regresa la chica con ropa de mujer en la mano.
-- Ten, usen esto. Así podrán disfrazarse. – cierra la cortina, son una camisa larga y grande de mujer, con un cinturón, le quito la playera a Kei, veo su herida, Dios no puede ser, está sangrando demasiado, esa playera que le quite la doblo y la coloco en su herida, enseguida le pongo la camisa de mujer, y con el cinturón hago que la playera haga presión en la herida, me cambio, es una camisa larga, pero de cuello largo y mangas cortas, abro la cortina y la chica me da una boina, me pide se la acomode a Kei, y me da una peluca a mí, acomodo a Kei en mi, un brazo que me rodee el cuello, lo tomo de la cintura y salimos, a fuera de los probadores ella se acerca a un chico, él voltea a vernos y se sorprende, se acerca con rapidez.
-- Kei… ¿Qué te paso?
-- ¿lo conoces? – le cuestiono.
-- sí, Kei es amigo de Yamapi y Ryo.
-- ¿y tú eres?
-- soy Toma, Ikuta Toma y ella es Maki, mi novia. ¿Qué ha pasado?
-- mi padre… -- mi vista se dirige a la tienda de enfrente, ahí está uno de esos tipos buscando – ahí están.
-- vamos, te ayudare con Kei. – me dice Toma, pasando el brazo derecho sobre su cuello, su mano en la cintura de Kei, comienzan a caminar, viéndolos así parece como si Kei fuera la novia que va abrazando a su novio.
-- tú ven conmigo, como si fuéramos platicando, tranquilo. – me indica Maki, estoy nervioso, tengo miedo, él está cerca, pasa justo de frente, mi corazón se paraliza pero no nos ha visto, me tranquiliza, caminamos hasta llegar al estacionamiento de afuera, llegamos a una camioneta, Maki corre a abrirla, Toma mete a Kei, lo acomoda en el asiento de atrás, me subo a lado de Kei, lo acuesto en mis piernas, Maki cierra la puerta y ellos se suben enfrente, encienden la camioneta y avanzamos. Mi corazón se va calmando, acaricio el rostro de Kei, pero no abre los ojos, ¿Qué pasa?
-- Kei – grito – Kei abre los ojos, Kei. – Maki y Toma voltean a verme, comienzo a llorar, abrazo a Kei con fuerza, por favor quédate conmigo, Kei no me dejes. Toma manejo realmente rápido, estamos frente a una clínica de monjas. Toma abre la puerta y se lleva en brazos a Kei, Maki y yo vamos corriendo detrás de ellos, atienden a Toma, traen una camilla, colocan a Kei ahí, corro a tomarle la mano pero se lo llevan, veo como atraviesa la puerta de urgencia. Seguimos con el disfraz, voy a quitarme la peluca.
-- No lo hagas, pueden estar cerca. – le hago caso a Toma, estamos sentados en la sala de urgencias, han pasado dos horas, no puedo más, sale el médico.
-- ustedes trajeron al chico
-- ¿cómo está?
-- fuera de peligro, la bala solo rozo el cuerpo pero perdió mucha sangre y tiene golpes. Un día de reposo y estará bien. – mi corazón se tranquiliza, en mi rostro se forma una sonrisa.

Capitulo 33

[Koyama]

Mi cuerpo me duele, siento un calor especial en mi mano izquierda, estoy abriendo los ojos lentamente, es una habitación blanca, hay aparatos… sí, al parecer estoy en el hospital, lo último que recuerdo fue la plaza, volteo a mi izquierda y veo a Shige tomándome de la mano, y su cabeza sobre la cama, aprieto con fuerza su mano, él reacciona y se levanta preocupado, me mira y le sonrío. Se acerca a darme un dulce beso.
--estamos juntos.
-- sí – me besa nuevamente. Se abre la puerta, dejamos de besarnos. Entra…
-- ¿Toma? – y atrás de él Maki.
-- en una hora ya te puedes ir, el doctor está tramitando todo. No les avisamos a tus padres, ¿quieres que lo haga?
-- no.
-- ¿y ahora que van a hacer?
-- no lo sé, no podemos regresar.
-- ¿crees que mi padre nos siga buscando?
-- quizás.
-- pueden quedarse en mi casa – nos sugiere Maki
-- ya sé, en el departamento de Yamapi, esta solo desde que se mudaron con el abuelo.
-- ¿y las llaves? – cuestiono.
-- yo sé donde conseguirlas. – Toma me trajo ropa, él y Maki salen de la habitación. Me siento en la cama, con los pies colgando de la cama. Shige hace ademan de salirse pero lo tomo de la mano.
-- quédate. Te necesito – voltea a verme, en un movimiento rápido lo tomo del cuello y lo acerco a mis labios, lo beso con intensidad, él se acerca y se colocan entre mis piernas, siento sus manos acariciar mi espalda con delicadeza, mis manos se enredan con el cabello de Shige, el beso se intensifica, una de mis manos va bajando por su cuello sin dejar de besarlo, pasa por su clavícula, acaricio cada parte, va bajando por sus pectorales, por su abdomen, la introduzco bajo su camisa, acaricio su vientre e intento meter mi mano en sus jeans. Él se acerca más a mí, apretando mi espalda, mi otra mano baja despacio por su espalda hasta llegar a su trasero, lo acaricio y dejo mi mano ahí, lo acerco a mí, estamos a escasos centímetros, deja de besarme, me mira, su respiración está muy agitada, sus manos dejan mi espalda y se acercan a mis piernas, vuelve a besarme con una mayor intensidad, sus manos llegan a mi miembro y lo acaricia, comienza a jugar con él delicadamente, se escucha un golpe en la puerta, volteamos y se abre bruscamente.
-- ¡¡¡están aquí!!!
-- ¿Qué? – le cuestionamos a Toma.
-- esos tipos de la plaza, están aquí preguntando por ustedes.
-- mi papá… Kei mi padre. – me mira preocupado Shige.
-- vámonos – me visto con rapidez, Shige me ayuda, lo tomo de la mano y salimos con cuidado.
-- Kei tu herida.
-- estoy bien Shige, vamos. – vamos caminando por el pasillo, estamos por salir pero ahí está uno de los guardaespaldas, nos mira y enseguida se acerca con rapidez, tomo a Shige con fuerza y comenzamos a correr, siento un jalón en la herida pero no puedo detenerme, no debo detenerme, seguimos corriendo, no sé a dónde dirigirme, ¿Qué hago?
-- por aquí Kei – Shige me jala de la mano y corremos por otro pasillo, todas las habitaciones están cerradas, seguimos corriendo y el tipo se acerca cada vez más. Damos vuelta a la derecha, empujamos la puerta para abrir pero ahí está el padre de Shige con otro guardaespaldas, los vemos y enseguida volvemos a entrar, corremos pero nos topamos con ese tipo que nos perseguía, detrás de nosotros se aproxima el otro, miro hacia atrás y ahí está uno, al frente tenemos a otro, de repente veo como el de enfrente cae ante nuestros pies, veo que Toma esta escondido detrás de la pared, me lanza unas llaves, las cacho.
-- llévate la camioneta. Váyanse por detrás. – le agradezco y seguimos corriendo, llegamos a una habitación y saltamos por la ventana. Al caer me duele la herida pero me hago el fuerte, no puedo mostrarle mi dolor a Shige. ¿Dónde está la camioneta de Toma? No la veo. Veo a Maki haciéndonos señas con las manos, corro hacia donde ella está, está la camioneta abierta.
-- corran, váyanse – subimos rápido, cierro la puerta y veo que vienen detrás de nosotros corriendo dos de esos tipos, enciendo la camioneta y acelero, con eso aumenta mi dolor en la herida, con un auto es más complicado escapar. Veo por el retrovisor que cada vez se acercan más a nosotros, vamos entre las calles, estamos por llegar al cruce de Shibuya, me es imposible desviarme y tengo la luz roja, Shige me grita que me detenga pero me es imposible a la velocidad que venimos, la gente pasa, Shige baja la ventana, sale por ella un poco y les grita que se hagan a un lado, la gente se detiene y logramos pasar sin golpear a nadie, la luz del semáforo cambia, avanzan los autos del lado izquierdo, por el espejo veo como nos sigue el auto del padre de Shige, un auto del lado izquierdo viene a toda velocidad al igual que el auto del señor, pierdo el control de la camioneta, suelto el volante y me paralizo al ver como el auto de la izquierda se impacta con el auto del padre de Shige, los autos por la velocidad que venían no se detienen hasta estrellarse contra un edificio, llevándose un poste de luz, freno la camioneta al darme cuenta que estamos por impactarnos contra otro auto, volteo a ver a Shige y se baja corriendo de la camioneta, me bajo enseguida.
-- ¡¡¡Papá!!! – un grito desgarrador que hace que los ojos se me llenen de lagrimas, corre hacia el choque, voy detrás de él con algo de trabajo por él dolor que siento, veo que la gente rodea el accidente pero mis ojos bajan un poco y veo que sale un liquido de ambos autos, del auto izquierdo veo salir al conductor con cuidado. Del padre de Shige, veo que solo una persona se mueve, el copiloto, creo que es el padre de Shige, al verlo Shige corre hacia el auto pero en eso, del poste de luz cae una chispa, corro a detener a Shige, la chispa choca con la gasolina y los autos estallan, se enciende.
-- ¡¡¡NNNNooooooooo!!! ¡¡¡¡¡¡¡PPPppppppppaaaaaappppppppáááááááááá!!! – grita Shige junto con un llanto incontrolable, lo abrazo, coloco su rostro en mi pecho pero sus piernas no lo resisten y cae al suelo, llora desesperadamente, me arrodillo a lado de él y lo abrazo, no quita la mirada de cómo los autos se siguen quemando, lo abrazo y hago que me mire, sus ojos están llenos de lagrimas, no digo nada, sólo lo abrazo con fuerza, él me abraza, llora y grita en mi pecho. Las lágrimas corren por mi rostro al verlo así, al sentirlo tan mal. Como sea era su padre y le duele mucho.

Han pasado un mes, estuve en el hospital nuevamente porque la herida se abrió, Shige se fue a su casa, el día del entierro del padre de Shige lo acompañe, su madre me recibió bien, tome de la mano a Shige que aun lloraba, tratando de controlarse pero sus lagrimas rodaban por sus mejillas, lo único que hacía era apretarle fuertemente la mano, para que supiera que estoy con él, después del entierro lo acompañe a su casa, su madre me permitió quedarme con él. La señora estaba tan destrozada que no me miraba, me sentí culpable pero después la señora me mando llamar y me pidió perdón por la actitud de su esposo, que el único culpable del accidente fue su marido, sólo él. Regrese a la habitación de Shige y lo encontré sentado en la cama, con la mirada perdida y sus lagrimas aun salían, me senté a lado de él, lo abrace con fuerza y lo bese en la frente, Shige se aferro a mí, me abrazo muy fuerte, bese su mejilla, sus ojos, parando sus lagrimas, le bese los labios con ternura, él no necesita que sea salvaje, Shige necesita sentir mi amor, fuimos bajando a la cama, hasta quedar acostados, yo sobre él. Nos besábamos y subían poco a poco de intensidad, sin quererlo mis manos comenzaban a buscar algo más, Shige tomo mi mano, me miro a los ojos y me transmitió su dolor, no movió mi cuerpo, me quite de encima de él, me acosté en la cama y él me abrazo, se acodo en mi pecho, comenzó a llorar, lo abrace, acariciándolo hasta que se quedo dormido. Después de dos semanas regrese al internado y me encontré con la sorpresa que Ryo no se fue con Yamapi, lo encontré decaído y triste, no come y su humor desapareció, no es bueno ni malo, es como si no existiera, me ha contado lo que paso ese día, que por arte de magia desapareció la salida de la reja, que se despidió de él y prometieron verse el día de la graduación. Que Yamapi le ha hablado por teléfono, que le conto como han sido sus ensayos, cerca de 10 hora diarias, que en esta semana es el estreno de la obra y está muy nervioso, le dice que lo ama y que volverá por él, que lo espere. Ryo cuando habla con Yamapi es como si estuvieran de frente, Ryo hace ciertas caras que solo es con él, cuando hablan por teléfono Ryo es feliz, bromea y juega con él pero enseguida de colgar se viene abajo. He hablado dos veces con Yamapi pero Ryo no lo sabe, Yamapi me dijo que si le va muy bien pero que el dinero no le alcanza, que está teniendo privaciones, que opto por vivir con sus compañeros de trabajo, que no come como debe y todo el dinero se le va en el celular para poder hablar con Ryo o en llamadas de larga distancia. Y yo… estoy esperando a que llegue Shige, siempre nos vemos donde antes estaba el hoyo en la reja, ahí nos sentamos recargándonos en ella, él de un lado y yo del otro lado de la reja, platicamos y reímos. Esperando los fines de semana para estar juntos.
--Hola personaje de ciudad. – volteo y es Shige con una enorme sonrisa, sus ojos con un destello especial que hace latir mi corazón, le sonrío y él se sienta recargándose en la reja.

Capitulo 34

[Ryo]

Kei en este momento ha de estar con Shige en la reja, parecen Rome y Julieta. Yo estoy en el jardín del internado, con mi guitarra y una libreta tocando una canción que escribí, a pesar que ya paso un mes sigo extrañando a Pi, nunca pude cantarle esta canción. Suena mi celular, lo veo y es él.
--Pi…
-- Hola Ryo, te amo.
-- y yo a ti.
-- estoy muy nervioso, en unas horas es el estreno de la obra. Y sabes que me puso más nervioso.
-- ¿Qué?
-- soñé contigo. Soñé que me besabas el cuello, me acariciabas, me tocabas y me…
-- cállate. – le grito sonrojándome a más no poder, escucho su risa.
-- me besabas, me mordías… AAAhhhh Ryo…
-- Yamapi cállate, pueden escucharte. – se ríe.
-- cuando te vea te voy a hacer de todo.
-- eso espero eh.

[Ueda]

Estoy cerca de Ryo, alcanzo a escucharlo, así que sigue hablando con Yamapi, no puede ser he hecho de todo para alejarlos y a pesar de la distancia siguen “juntos”, debe de haber una forma, tiene que haberla.
--Yamapi – escucho que Ryo sigue hablando – contrólate, ¿estás sólo?... jajajaja no voy a hacer eso Yamapi, aquí no… ¿mañana a las 11 de la noche?... Yamapi estás loco, eres un pervertido… sí yo también quiero verte… si, a esa hora me conecto. Te amo… no me digas así, te aprovechas porque no te tengo enfrente para golpearte… sí, seguro. Bye, suerte, te amo. – cuelga su teléfono, lo observo.
-- Ueda, ¿Qué haces?
-- Maru, nada. – se sienta a lado de mí
-- ¿aun te gusta?
-- ¿Quién?
-- Ryo.
-- no… él no.
-- entonces por qué lo miras
-- que te importa – le grito y me levanto. Voy caminando molesto por el pasillo, me doy cuenta que viene detrás de mí, trato de caminar aun más rápido pero me toma del brazo y me lleva contra la pared. Se pone frente a mí, demasiado cerca pero su rostro es de molestia.
-- estoy harto de tus actitudes. Déjalo ya en paz Ueda, vive tu vida.
-- es mi vida, te vale lo que haga.
-- no me vale…
-- Ya Maru, entiende es mi vida. Deja de fastidiar. ¿Por qué molestas tanto?
-- porque te amo – me quedo frio, lo miro a los ojos, ahora es tristeza lo que tiene, no digo nada, no sé qué decir… no me lo esperaba. – haz lo que quieras Ueda. No te volveré a molestar. – se queda de enfrente de mí y se va caminando, sólo lo observo, no puedo moverme.

[Ryo]

Son cerca de las 11 de la noche, estoy en mi habitación a puerta cerrada, en el Messenger esperando a que se conecte Yamapi, me da risa lo que vamos a hacer y pienso grabarlo, en especial a él sin que se dé cuenta. Solo de imaginármelo me pongo todo rojo. Ya se conecto, lo saludo, le escribo.
--Hola Pi.
-- Hola amor, listo para la función.
-- ósea nos olvidamos de palabras bonitas y que me convenzas para tener algo más.
-- no hay necesidad, soy tuyo… puedes hacer conmigo lo que sea.
-- así que eres mío…
-- por supuesto… tienes mi corazón. – no se lo digo pero me he emocionado, su corazón me pertenece, solo yo estoy en él. – responde… mínimo dime que me amas.
-- jajajaa… mi amor es tan grande por ti… ¿logras sentirlo?
-- con solo escuchar tu voz, con solo recordar tu rostro.
-- ya quiero verte, estar contigo.
-- yo también, te extraño… enciende la cámara web. – le hago caso – hola – lo veo saludándome con las manos y mandándome besitos.
-- hola – le mando un beso apasionado.
-- wow… y así quieres que me tranquilice. – lo único que hago es reírme – quiero que me beses como en mi sueño, aquí – se toca los labios, los ojos, el cuello, va bajando su mano, se va acariciando el cuerpo de una forma que hace que despierte mi miembro. – te debo un baile privado – lo veo que está solo en la habitación, enciende el estéreo y se ponen en cierta parte que pueda verlo completamente, comienza a bailar de esa forma que solo él sabe, moviendo sus caderas y esos pasos que encienden a cualquiera y a mi mucho más, pasando su mano por su cuerpo, Dios, quiero tenerlo… sigue acariciándose al ritmo de la música. La camisa comienza a desabrocharla lentamente mientras baila, me muero el labio, me estoy excitando, se quita la camisa y la avienta. Su mirada es fija a la pantalla, pasa su lengua por su labio superior, oh… tengo la boca abierta, deseándolo. Sonríe y continua bailando, se desabrocha el pantalón, se quita el cinturón, se baja el zipper y poco a poco se va bajando el pantalón hasta que queda solo en bóxers, mi miembro ya esta erecto. Yamapi hace una seña con su dedo, como llamándome, se va acercando a la cámara, de modo que solo se ve su vientre y su cadera, se mueve su bóxer, bajándoselo lentamente, siento que tarda siglos… quiero verlo. Ahora su rostro se ve en la pantalla -- ¿quieres ver más?
-- eso no se pregunta, deseo verte todo. – se ríe.
-- después sigues tú. – se aleja de la cámara y veo su trasero, OOOhhhh lo tiene tan bien, me muerdo el labio, se da la vuelta y lo veo como ya esta excitado, oohhhh tanto tiempo… siento como si estuviera con él y me quito la playera con rapidez. Yamapi se ríe desde la cama donde está sentado, se acaricia su cuerpo, me estoy volviendo loco. Su mano la lleva hasta su miembro y se acaricia, se está masturbando y haciendo gemidos que al oírlos yo también comienzo. Mi mano se dirige a mi miembro. Tocan la puerta, pero no quiero escucharla, no puedo quitar mi vista de Yamapi, así desnudo y… la puerta la siguen tocando desesperadamente, Yamapi se levanta de la cama y se acerca a la cámara. -- ¿pasa algo Ryo? Creo que tocan la puerta.
-- no puedo abrir en este estado – se ríe Yamapi
-- quiero ver
-- pervertido.
-- vamos… déjame ver. – me levanto con mucha pena, ve mi erección a través de mi pantalón, se ríe y se muerde el labio. Eso no me ayuda. Continúan tocando. – abre Ryo, mientras apago la cámara para que no me vean.
-- sí – voy a abrir la puerta, es un compañero de clases.
-- Nishikido te hablan en la oficina del director.
-- ¿ahora? ¿Tan noche?
-- sí… algo paso… creo que tiene que ver con tu familia, necesitan que vayas.
-- sí, espérame – cierro la puerta y regreso a la computadora – Yamapi me ves.
-- sí – me escribe.
-- regreso en unos minutos, algo paso con mi familia y tengo que ir con el director, espérame. Regreso.
-- si amor, no te preocupes, te amo. Todo estará bien.
-- regreso Pi, no te vayas. – apago la cámara y el programa con el que estaba grabando. Me cuesta trabajo caminar aun estoy excitado. Salgo de la habitación. Estoy preocupado.

[Ueda]

Veo salir a Ryo con ese chico, todo fue un plan, debo de apresurarme, entro a la habitación y me acerco a su computadora, está abierto el Messenger, se puso como ausente. Entro a su correo electrónico, lo bueno es que lo dejo abierto, todo me lo puso tan fácil. Entro a opciones, a cuenta y a contraseña, cambio la contraseña, una que ni él se imagina, solo son números y letras combinadas. Ya está, veo en los contacto pero ninguno está conectado, ¿Cuál de todos será Yamapi? Eso lo reviso en mi habitación. Cierro sección y su correo. Salgo de la habitación con cuidado que nadie me vea. Llego a mi habitación, Maru se esta bañando, me siento frente al portátil y abro Messenger, pongo la dirección de Ryo y la nueva contraseña… me marca error, ¿Cómo? Es imposible, estoy seguro que esa es la contraseña, lo hago una y otra vez pero no puedo entrar.
--¡¡¡¿por qué?!!! – aviento las cosas que están sobre mi escritorio. – Porque no puedo conseguirlo, TE ODIO – grito con toda mi frustración – Tienes que ser mío – grito al aventar la portátil, unos brazos me toman con fuerza por la cintura y me avientan a la cama, es Nakamaru. Se coloca sobre mí, me quedo impactado viéndolo, va descendiendo poco a poco hacia mi rostro, se acerca a mi cuello, me besa, pongo mis manos en su pecho, empujándolo pero es más fuerte que yo, me toma del rostro y me besa, hago lo posible por negarme pero me va ganando, pruebo sus labios, saborea los míos y los jala levemente, abro los ojos. Se acerca a mi oído.
-- ¿me das una oportunidad de mostrarte mi amor? – me dice suavemente.
-- ¿de verdad me amas? – lo miro a los ojos. Asiente – has que me enamore de ti. – me besa y le correspondo, lo abrazo y acaricio su espalda.

Capitulo 35

[Ryo]

Ya quiero continuar con la función, no puede creer que ese tipo me engaño, no había nadie en la oficina del director. La puerta está abierta, yo la cerré, estoy seguro… entro directo a la computadora, el Messenger está cerrado, yo lo deje abierto, entro a mi correo pero también está cerrado, no estoy loco, juro que se quedo abierto, en el Messenger pongo mi contraseña pero no entra, lo repito varias veces pero nada. Ok tranquilo, entra por el correo, entro a la pagina, pongo mi contraseña pero nada, no esto es imposible, esa ha sido mi contraseña desde toda mi vida, la estoy escribiendo bien estoy más que seguro, ¿Qué es eso?... ¿Qué?... suprimieron mi correo porque no di bien la contraseña… No… no… no… ¿Qué voy a hacer? Yamapi… veo mi celular y le marco, tarda pero por fin contesta.
--Pi no sé qué paso, no puedo entrar a mi correo, se ha cancelado la cuenta…
-- tranquilo, no te preocupes. Abre otra, al fin tenemos los celulares y podemos estar en comunicación, aun que el show esperara. – me río. -- ¿de qué te ríes?
-- Tomo… te grabe, tengo tu baile grabado en mi compu.
-- Ryo como se te ocurre, no… bórralo.
-- no Yamapi, te ves mmm.
-- calla pervertido. – continuamos con nuestra discusión, después continuaron las palabras lindas y sexo en línea, nos íbamos describiendo lo que sentíamos al tocarnos, imaginado que él era quien me tocaba, termine durmiendo con el teléfono en la oreja, hablamos hasta caer rendidos. Es otro día, le he contado a Kei lo sucedido, es algo realmente extraño, Kei piensa que alguien cambio mi contraseña. Suena mi celular, es él…
-- Hola Pi.
-- Hola amor, estoy de compras en un mercado, hay mucha gente, estoy viendo que hacer de cenar.
-- ¿ya aprendiste a cocinar?
-- sí, estoy practicando para hacerte una cena y te fascine mi comida.
-- cualquier cosa que hagas sabe bien porque la hiciste tú.
-- mmm muak… te adoro. – se escuchan gritos de mujeres, como si algo malo estuviera pasando.
-- Yamapi ¿Qué ocurre?
-- no lo sé, la gente está corriendo y gritando. Tal vez tengo que…
-- ¿Yamapi?... – escucho levemente un forcejeo.
-- Suelta el celular – le gritan
-- no.
-- quítenle todo, vamos rápido – escucho la voz de un tipo.
-- dame eso – escucho gritar a Yamapi, se escucha un golpe y enseguida la llamada se corta.
-- Yamapi, Yamapi… ¿estás bien? Oh no, y ahora… -- corro a buscar a Kei, sé que esta con Shige en la reja, llego corriendo. Ahí está Shige – Kei… algo le paso a Pi, estábamos hablando por teléfono y le quitaron el celular y se escucho un golpe y se corto la llamada y…
-- Cálmate Ryo, tranquilo. Seguramente solo lo asaltaron pero ha de estar bien
-- eso no es consuelo.
-- Ryo – me dice Shige – espera a que sea de noche y te conectas para saber que le paso.
-- mi cuenta fue cancelada, no tengo forma de comunicarme con él. – después de interrumpirlos me fui a mi habitación, me senté en lo que era su cama y tengo el celular en las manos deseando que suene, no sucede. Yamapi dime que estas bien.

Han pasado dos meses desde ese día que se corto la llamada, no sé nada de Yamapi, no se ha comunicado conmigo ni con Kei, mucho menos con Shige. Mi esperanza era Toma pero no sabe nada, no han hablado con él. Lo único que he hecho cada fin de semana es recorrer los lugares que solíamos ir, a ese hotel donde me sorprendió la ultima vez, donde fue prácticamente nuestra despedida, recorrer las plazas, esa fuente donde discutimos porque me aventó y después recordar lo sucedido en los sanitarios, el día del paradero con la cena a la luz de la luna y los fuegos artificiales. Lo extraño demasiado y tengo miedo de que los recuerdos se agoten y se olviden, me duele el corazón de imaginar que algo malo sucedió, tengo los videos y fotografías de cuando estábamos juntos, me hacen feliz pero mis ojos lloran, mi corazón duele, ese video del baile privado solo me provoca llanto, porque deseo estar con él pero el tiempo nos ha separado. Sin él nada importa, es como si no pudiera respirar. Ahora estoy sentado en el jardín, los chicos pasan y me hablan, sonrío con todo mi esfuerzo, trato de ser fuerte y no derrumbarme, muchas cosas pasan por mi mente, dejo de amarme, le paso algo malo, se olvido de mí… me siento sólo, vacio, sin rumbo. Es como si mi vida perdiera sentido, si no tuviera una dirección que seguir.

Es fin de semana… Kei me quiere convencer que los acompañe al cine pero no me apetece, no voy a pesar de sus insistencias me quedo encerrado en la habitación, acostado en la cama y duermo por horas, ni ganas tengo de usar la guitarra. Después de horas de dormir voy a dar una vuelta por el internado, siempre termino en el auditorio, recuerdo la despedida, recuerdo la canción que le cante. Mi corazón duele, me limpio la lágrima y salgo de ahí. Termino acostándome en el pasto, dejando que el aire recorra mi rostro, me relaje, en cada toque del viento me imagino que es un roce de Yamapi, que él vino a visitarme.

Ya han pasado dos meses más, es el día de la graduación, me estoy arreglando, tengo las maletas listas, la computadora, la cámara de Yamapi, todo ya esta empacado. Tengo sentimientos encontrados, por una parte deseo irme pero por otra me sentiré más lejos de él. Mi última esperanza es encontrarte entre la multitud en el auditorio. Me estoy viendo al espejo, aun duele la herida del adiós, recuerdo cuando una frase que él dijo al despedirnos “… Aun así me olvidaras… te voy a perder Ryo… ¿me vas a esperar?”
-- te estoy esperando. – termino de arreglarme y salgo de la habitación, voy caminando por el pasillo, veo a muchos compañeros emocionados.
-- Ryo, hola
-- Yamada.
-- Ya por fin nos vamos del internado, esto es genial
-- sí lo es, se termino el encierro.
-- sí, te veo en el auditorio.
-- oye – voltea a verme – has visto a Kei.
-- si, hace tiempo que lo vi irse al auditorio. – Yamada se adelanta, se encuentra con sus amigos y continua caminando, Massu se me acerca.
-- oye… Nishikido te bus…
-- Ryo – escucho un grito, veo al frente – Ryo necesito hablar contigo – llega Ueda a rodearme con su brazo por los hombros y me lleva con él, volteo a ver a Massu y desvía su mirada al final del pasillo, llegamos al auditorio y hago que me suelte. – perdona. Necesito disculparme por todo lo que he hecho, realmente lo siento… por mi culpa lo perdiste… lo siento – me abraza, sus manos acarician mi espalda y escucho su risa, lo separo y tiene los ojos muy brillantes. – no te preocupes, ya tengo pareja. -- Pero eleva su mirada, sonríe y se muerde el labio, voy a voltear pero me detiene, me abraza nuevamente. -- ¿todo bien?
-- sí.
-- ¿Qué vas a hacer saliendo?
-- me voy con mi padre a Osaka.
-- oh, interesante. Ah, te dejo. – se fue Ueda, ese chico es extraño, veo que se acerca a Massu y me miran, Ueda regresa. – Ah, ¿quieres ir a una fiesta después de la graduación?
-- no, te dije que voy a Osaka.
-- dile a Massu que no. – le hago señas a Massu diciéndole que no con el rostro y la mano. Ueda me sonríe y se va con Massu, se lo lleva. El evento pasa rápido, termina, cuando pase a recoger mi reconocimiento al escenario entre las personas lo estoy buscando pero no lo veo, bajo y me dirijo a mi asiento. Kei me sonríe. Termina todo y salimos a reunirnos con nuestras familias, sigo buscándolo con la mirada pero nada, mi padre me insiste en ya irnos, le digo que tengo que ir por mis maletas pero me asegura que ya todo está en la camioneta.
-- Kei… adiós – lo abrazo con fuerza – volveremos a vernos.
-- cuídate Ryo
-- nos vemos Shige – lo abrazo.
-- Ah olvide algo en la habitación, voy rápido. – se va corriendo Kei. Enseguida me voy con mi padre, subimos a la camioneta y salimos del internado. Yamapi no vino. Esto es el adiós.

Capitulo 36

[Koyama]

Han pasado dos años desde la graduación, hace unas semanas se gradúo Shige del instituto. Estamos comprando todo para una cena que está realizando la madre de Shige para su familia, y de paso compramos cosas para mi departamento, vivo sólo desde hace un año y medio, el departamento está cerca de la universidad. Shige va a entrar a estudiar derecho a la misma universidad que yo, le he pedido que vivamos juntos pero dice que aun no es tiempo, quiere estar con su mamá un poco más. Justo ahora estamos en el supermercado, escogiendo las verduras para la cena. Me estoy aburriendo un poco, Shige se tarda demasiado en escoger cada cosa, estoy con el carrito del supermercado jugando, Shige voltea a verme y se ríe.
--Pareces un niño chiquito que viene con su mamá.
-- No, soy como el esposo que viene con su mujer -- me acerco a su cuello y lo muerdo. Siento como se paraliza.
-- oye… no soy mujer. – nos reímos.
-- eres mi novio. – mi brazo rodea su cintura, lo acerco a mí y lo beso, el beso comienza a subir de intensidad en eso coloca sus manos en mi pecho y me separa.
-- aquí no Kei. Vamos a escoger las pastas y el vino. – lo sigo con el carrito, se tarda en escoger las pastas, como lo veo tan concentrado me acerco por detrás y lo beso en el cuello, lo muerdo, lo abrazo y acaricio su abdomen, comienza a reírse, y observar a su alrededor, que nadie nos mire. Mi mano comienza a bajar a sus pantalones, a introducirse bajo su pantalón, enseguida quita mi mano aventándola, alzo la mirada y hay personas que se están acercando, me río al verlo totalmente rojo.
-- Shige… Shige… -- toco su miembro que esta algo erecto. Él me mira con cara de asesinarme – voy por el vino tinto. – me voy corriendo antes que decida liquidarme. Estoy en el área de bebidas alcohólicas.

[Shige]

Maldito Kei, me hace pasar cada cosa pero ahora es mi turno. Lo veo tranquilamente observando los diferentes vinos tintos. Me acerco sin que se dé cuenta, estoy detrás de él en eso paso mis brazos hacia el frente, tocando rápidamente su miembro sobre la ropa, veo que abre los ojos como platos, voltea a verme y lo suelto. Me rio a carcajadas por la cara que puso y porque esta como un tomate.
--Ahora veras – me grita, enseguida y sin pensarlo comienzo a correr, él viene detrás de mí.
-- Kei…Kei… el carrito – se regresa por el carrito y viene detrás de mí, corro lo más rápido que puedo, Kei se va apoyando en el carrito para llegar más rápido, llego hasta la última área que es alimento para animales, no tengo para donde correr, entro en un pasillo pero no encuentro salida, me doy la vuelta corro y me encuentro a Kei frente a mí, comienzo a reírme mucho más de los nervios que me provoca esa mirada. Se va acercando a mí y yo voy retrocediendo hasta pegar con un estante, él se acerca a mí, coloca ambos brazos a mi lado.
-- Me provocaste… -- se acerca a mi cuello, siento su respiración, sus labios besarme despacio, con una leve mordida, sus manos dejan de estar a mis laterales y comienza a tocarme el pecho, la cadera, el abdomen, sus manos están reconociendo cada parte de mi cuerpo, mi respiración se está acelerando y cierro mis ojos por el placer que me está produciendo, ahora besa mis labios y los muerde, ya no lo resisto más y acaricio su espalda, su trasero lo aprieto, acercándolo más a mí, mis manos pasan por enfrente, acariciando su abdomen, bajo mis manos hasta su pantalón, desabrocho su cinturón, y bajo su zipper… él me toca el abdomen pero sentí frio y mi reacción es moverme pero por alguna razón caemos al piso junto con unos paquetes de no sé qué… caen demasiados, los dos comenzamos a reírnos, Kei se levanta, me da la mano y me ayuda a pararme, se sube el zipper y se acomoda el cinturón, salimos corriendo de ahí lo más rápido posible, terminamos las compras, unos vasos de vidrio que compro Kei, ya estamos en la caja, estamos pagando. Ahora vamos caminando hacia la camioneta de Kei, llevamos las bolsas.
-- me he dado cuenta que eres un easy Kei.
-- ¿Qué? No soy un easy, se darme a respetar.
-- eso no lo demostraste hoy eh… ¿Cómo que casi lo haces en un supermercado?
-- jajajaja… esay tú por dejarte.
-- Aaahhh me dices fácil – me hago el enojado – ahora para demostrarte que no soy easy, no vamos a tener nada de sexo ni fajes durante dos meses.
-- estás loco Shige…
-- entonces cinco meses.
-- ¿Qué?... Ja… claro que soy capaz de soportar, él que dudo que aguante eres tú.
-- claro que lo soporto, apostamos.
-- sí – nos detenemos y nos miramos de frente -- ¿Qué quieres?
-- mmm… un cachorrito. Un perrito.
-- de acuerdo. La apuesta está hecha. Me compras un perro si eres tú el primero en provocar. – nos reímos y continuamos con el camino, soy capaz de soportarlo… lo volteo a ver y tiene la mirada de cuando estamos a punto de hacer el amor. Maldito me está provocando con la mirada, pero yo puedo. Llegamos a la camioneta y guardamos todo, abro la puerta del copiloto, estoy por subir pero me jala del brazo y me lleva contra la camioneta. Me besa, es tan intenso que me paralizo. – perdí… quiero estar contigo ahora.
-- ¿Qué? – Lo tomo del rostro y lo beso -- Vamos a tu departamento.
-- No, tenemos que ver a tu madre en media hora.
-- entonces lo siento, tenemos que irnos, será en otra ocasión. – me subo a la camioneta, veo que abre la puerta de atrás, abre la mía y me baja, me carga por la cintura. – Kei… Kei… suéltame. – cierra la puerta del copiloto y me lleva dentro de la camioneta, me acuesta en el ultimo asiento, él que es para tres personas. Se acomoda sobre mí. – Kei pueden vernos
-- que nos vean. – desciende a besarme. Tengo los ojos abiertos viendo por la ventana pero su beso me hace olvidar todo y dejarme llevar. Mis manos se dirigen a su cabello, enredo mis dedos con sus cabellos, Kei me besa, muerde mi labio y lo jala despacio, se separa unos segundos, me observa el rostro, lo miro intensamente a los ojos, desciende de nuevo, me da un beso en los labios, enseguida en la mejilla, en el pómulo, comienza a morderme levemente la ceja, abajo del ojo, la nariz, la barbilla, el labio… con su lengua recorre mis labios, la introduce en mi boca y nos besamos intensamente, sus manos comienzan a recorrer mis piernas lentamente, apretándolas poco a poco, llega a mi miembro y comienza a masajear sobre el pantalón, deja de besarme y se entretiene en mi cuello, no puedo evitar lanzar pequeños gemidos, sus manos se alejan de mi miembro, se introducen bajo mi playera, recorre mi abdomen y las coloca en la cintura, comienza a subirlas lentamente mientras me va quitando la playera, la tengo ya sobre el rostro, estoy con los brazos arriba, pero Kei se detiene y siento mordidas en mi pectoral, juega con mis pezones, eso me paraliza, los muerde y muevo mi pierna, escucho una leve risa de Kei, me quita la platera y me besa, introduzco mi lengua en su boca, lo beso con demasiada pasión, mis manos bajan y comienzo a desabrochar su camisa lentamente, bajo a su cuello, lo muerdo y succiono mientras retiro su camisa, acariciando sus hombros, en estos dos años su cuerpo a mejorado, lanzo su camisa, nos quedamos viendo, enseguida me besa, mis manos acarician su espalda, sus besos van bajando, está creando un camino de besos, mis manos acarician la espalda baja, hasta llegar a su trasero, él continua bajando con los besos, está jugando en mi ombligo, me muevo, me estoy volviendo loco, se inca sobre mí, me mira fijamente y con una sonrisa, lo observo mordiéndome el labio, no voy a soportar más. Me desabrocha el pantalón, me los quita en un movimiento rápido, me siento y lo beso, mientras le quito el cinturón y le bajo el pantalón, me ayuda quitándoselo por completo, me muerde el labio entre beso y beso, yo también lo muerdo y jalo su labio. Nuestras respiraciones son más que agitadas, comenzamos a sudar, muerdo su hombro. Beso su cuello, pecho, sus manos recorren mi abdomen, me acuesta en el asiento y me quita el bóxer, desciende hasta mi miembro y lo besa, pasa su lengua por la punta.
-- KKKeeeeiiii … basta. – me besa cerca de mi pene, muerde y me contorsiono por el placer, estoy tomando sus hombros, los aprieto con fuerza, Ooohhhh siento su lengua nuevamente, pequeños besos en la punta y con lengua, aaaahhhh lo va introduciendo con calma a su boca. – Kkkeeeiiii… ya… -- sigue con sus besos jugando, pero ahora si lo introduce por completo en su boca, me estoy muriendo del placer, no puedo controlarme y estoy haciendo gemidos tan fuertes, la adrenalina de ser atrapados y el placer me están matando. Grito su nombre una y otra vez, apretando sus hombros hasta ya no poder más y me corro en su boca, mi respiración trata de tranquilizarse, Kei lo saborea y me sonríe, me besa en la boca.
--Aun no terminamos… quiero todo de ti. – vuelve a besarme, ¿todo?, introduce su lengua en mi boca, sus manos recorren mi cuerpo, se aleja para quitarse su bóxer, lo observo que está totalmente excitado. Vuelve a besarme, sus manos recorren mi cuerpo y yo hago lo mismo con su cuerpo, esta masajeando mi pene, me contorsiono un poco, tomo su mano y la llevo a mi boca, introduzco uno de sus dedos en mi boca, la saboreo y paso mi lengua, succionado, hago lo mismo con dos dedos más, dirijo su mano a mi entrada mientras lo observo a los ojos, abro mis piernas y las pongo a cada lado de su cadera, sigo tomando su mano y siento que ha introducido un dedo, lo mueve y comienzo a gemir nuevamente, Kei también dice mi nombre en voz baja, trata de controlarse, quiere besarme para callar sus gemidos pero quiero oírlo y no permito que me bese. – Shiiiiggeeee… SSshhhiiiggeeeee… -- no es capaz de terminarlo, su excitación no se lo permite. Creo que estoy listo y tomo su pene, lo coloco en mi entrada.
-- Ahora… entra ahora. – me mira y lo hace, AAAahhhh grito pero enseguida me besa, paso mis manos bajo sus brazos, me sostengo de su espalda, enterrando mis uñas en ella. Sus embestidas son cada vez más fuertes y rápidas, estamos sudando, beso su cuello y lo muerdo.
-- Te amo SShige… eres mí… Ohhh…. Shige. – lo beso en los labios, me ama, y lo amo. – Sssshiggeee. – se corre dentro de mí, y yo entre nosotros. Descansamos un poco y sale de mí, se queda sobre mi pecho, acaricio su cabello.
-- Te amo Kei. – me mira a los ojos y me besa dulcemente. Minutos después nos vestimos y nos vamos del estacionamiento del supermercado, nos vamos mirando y sonriendo, muerdo mi labio y él me mira provocativamente. Llegamos a mi casa y entramos, mi madre está en la cocina.
--Chicos los estamos esperando desde hace media hora, ya es tarde. Tienen que ayudarme. – entre Kei y yo la ayudamos a preparar la comida, la mesa y todo listo para la familia. Horas después empiezan a llegar mis tíos y primos. Estoy con Kei en el jardín, platicando y besándonos. Se acerca mi madre. – Kei, te quedas a comer.
-- no señora, gracias pero es una comida familiar.
-- pero tú eres de la familia, eres el novio de mi hijo. Te presentare ante la familia, vamos – lo toma de la mano y lo lleva ante todos, yo voy detrás de ellos, Kei esta sonrojado a más no poder. – hola y faltaba que les presentara a Koyama Keiichiro, el novio de mi hijo.
-- Hola – todos lo observan y lo saludan.

[Koyama]

Ayer la mamá de Shige me presento con la familia, realmente me sentí muy nervioso toda la tarde, Shige se burlaba de cómo estaba, si hable con todos y bromee un poco pero realmente estaba asustado, ese niño me tiene… totalmente enamorado, lo adoro, es mi vida y por él haría lo que fuera… como esa apuesta… estoy justo en la plaza escogiendo el cachorro perfecto para él, quizás un Terrier Escocés, lo compro y me lo entregan en una cajita, con unos hoyitos.
--Hola chiquito, estás hermoso pero no tanto como tu padre Shige.
-- ¿Kei? – alzo la mirada y… él… aquí…
-- ¿Ryo?...
-- Hola Kei – corre a abrazarme. Después de la sorpresa de encontrarnos nos vamos a sentar a la cafetería.
-- regrese a Tokyo hace dos semanas. ¿Cómo has estado?
-- muy bien, ya casi cumplo tres años con Shige, y él va a entrar a la misma Universidad que yo.
-- Wow, ¿Qué estudias?
-- Historia de Japón.
-- ¿y Shige?
-- Va a entrar a Derecho.
-- wow… ¿y dónde está ahora? Tengo ganas de verlo.
-- está en su casa con su madre, si quieres puedes acompañarme más tarde a entregarle esto.
-- kawaii…¿y porque el regalo? ¿Su aniversario?
-- no aun no. Es por una apuesta que hicimos y perdí.
-- wow…
-- ¿tú cómo has estado Ryo? Nunca nos hablaste.
-- bien, bien, estuve estudiando algo de música, trato de componer y he mejorado la guitarra. – lo siento algo nervioso, me sonríe – no espere encontrarte aquí.
-- me sorprendiste Ryo. – se ríe.
-- que viejos tiempos… -- su cara… es tristeza ahora --… y…y… ¿Yamapi? -- ¿Por qué pregunta por él después de lo que paso ese día?

[Ryo]

Miro temeroso a Kei, tarda en responder y me duele un poco el pecho.
--¿Yamapi? – vuelvo a preguntar.
--Yamapi regreso hace un año a Tokyo, está estudiando empresariales y por las tardes trabaja en la compañía de danza. Y apoya un poco a su abuelo con la empresa.
-- vaya… cumplió ambos sueños.
-- eso parece, se está esforzando mucho. Lo hemos visto en obras y bailes… es increíble.
-- ¿de verdad?... wow… -- siento mis ojos llenarse de lagrimas – me alegro.
-- piensas ¿verlo?
-- no… él dejo de amarme, no puedo perseguir algo que ya no me pertenece.
-- ¿qué? ¿Cómo que dejo de amarte? – me mira con un poco de molestia y confusión.
-- prometió ir el día de la graduación… no lo hizo… eso es prueba de que dejo de amarme. Es mejor que él siga con su vida y yo con la mía, y los dos estemos bien con nuestros sueños y…
-- ¿de qué hablas? Yamapi vino el día de la graduación, pregunto por ti y tú te negaste a verlo.
-- ¿él vino? Pero es imposible, yo no me negué. Él no vino a la graduación, no lo hizo.
-- sí lo hizo, yo hable con él, me lo encontré camino a los dormitorios… pero cuando regrese por ti te habías ido.
-- ¿Regreso por mi?
-- sí pero… tú no llegaste. – Lo miro sin entender – Yamapi le dijo a un Massu que te avisara que te veía en el dormitorio y nunca llegaste. Massu nos dijo que tú no quisiste. Que le hiciste señas que no querías verlo, Ueda te dio el mensaje ese día, hasta yo vi como Ueda se acerco a preguntarte algo y tú le dijiste que no.
-- Ueda no me dijo eso… él me pregunto otra cosa – estoy llorando – esto es imposible, fue por mí y yo lo deje.
-- Yamapi te vio abrazado con Ueda cuando llego al internado. Y que te fuiste con Ueda al auditorio.
-- ¿Por qué yo no lo vi?
-- Massu te dijo frente a Yamapi q te buscaban y tú ni siquiera volteaste ver a Yamapi. – me quedo en silencio, esto es demasiada información para mí, no sé qué decir – Yamapi pensó que ya no lo querías y se culpo de que lo olvidaras.
-- ¿qué? ¿A qué te refieres?

“{FlashBack de Koyama}”
Estoy con Yamapi sentados en la entrada del internado, en la fuente, Shige y yo estamos frente a él, tiene la mirada hacia el suelo. Massu está con nosotros, nos cuenta cómo es que Ryo se negó, que ni siquiera fue capaz de acercarse, solo con la mano le dijo que no.
--debe de haber un error Pi. Seguramente es…
-- nada Kei, es nada. Se olvido de mí… dejo de quererme.
-- eso no es así, Ryo siempre hablaba de ti. – le anima Shige.
-- no necesito sus ánimos, se los agradezco pero yo tengo la culpa que me olvidará. Por mi culpa se perdió ese amor que me tenia.
-- no digas tonterías.
-- es verdad Kei. Fui egoísta al irme, solo pensé en mí. No hubiera subido al tren. Me hubiera quedado con él… fue mi culpa la distancia, fue mi culpa por no estar con él. Fui egoísta y ese es mi castigo, ¿realmente no lo amo? Puedo jurarte que lo amo con toda mi alma, mi corazón pero… ¿Por qué decidí irme? ¿Por qué me preferí a mí en vez de a él? Le falle, lo lastime. Lo deje sufrir, ¿Por qué si lo amo le hice esto?
-- Yamapi…
-- no quiero consuelo, tengo que asumir las consecuencias. Tengo que irme ya.
-- ¿te vas de nuevo? – le cuestiona Shige.
-- sí, venia por Ryo, compre dos boletos a Chiba, voy a estrenar obra ahí, y tenía un boleto en primera fila… para la función de hoy… deseaba que él me viera. Pero… los planes cambiaron. Me gusto verlos, los veré pronto. Lo prometo. Adiós.
“{Fin FlashBack de Koyama”

--lo vimos irse realmente destrozado, haciéndose el fuerte.
-- Yamapi se fue porque me amaba, yo le pedí que si me amaba se subiera al tren, y lo hizo… lo hizo por mí… porque me ama. No fue egoísta, no lo fue. – rompo en llanto. – yo fui el tonto, el egoísta por no seguirlo, por no ir detrás de él. Por dejar que él me buscara y no buscarlo yo.
-- ve a verlo Ryo.
-- ¿qué?
-- búscalo, ustedes necesitan aclarar las cosas. Yamapi vive solo en este departamento – me escribe la dirección en una hoja – búscalo.
-- no creo que sea buena idea, él ya tiene su vida, no creo que quiera verme.
-- si lo amas ve a buscarlo. Yo tengo que irme. Ryo dame tu numero de celular – se lo doy, limpio mis lagrimas. – nos vemos pronto. – se va Kei, me quedo sentado tranquilizando mis lagrimas. Observo el papel que me dio Kei.

[Shige]

Tocan el timbre, salgo corriendo como niño chiquito. Veo a Kei cerca en la puerta con una caja, lo tomo del rostro y lo beso.
--Pasa Kei. ¿Qué tienes ahí?
-- una sorpresa. Vamos al jardín. – Llegamos, deja la caja en el pasto – ábrela – lo hago y aaahhh hermosura.
-- está precioso Kei, esta hermoso. Uy… cosita.
-- por la apuesta de ayer, no dure ni un minuto sin ti. – nos reímos. -- Shige.
-- ¿Qué paso?
-- me encontré a Ryo.
-- ¿Ryo… el de Yamapi?
-- sí, hable con él y lo del día de la graduación fue un malentendido. Le dije que fuera a ver a Yamapi… pero no sé si vaya a buscarlo.
-- ¿y si los unimos?

[Ryo]

Estoy en mi auto, llegando a la dirección que me dio Kei, tengo miedo, no puedo salir del auto, es de noche y hace frio. Veo llegar un auto.

[DEntro del auto]

--gracias por el detalle pero no puedo aceptarte, lo siento. – dice Yamapi.
-- espera. – le grita su compañero.

[Ryo]

Sale del auto y se dirige a la entrada del edificio.
-- Yamapi – le grito.
…
…
…
--Nishikido Ryo. Hola. Tiempo sin vernos.
…
--te he visto todas las noches, en esa grabación del baile privado.
-- cierto, que me grabaste desnudo. – los dos se ríen.


Estoy frente a Yamapi a cierta distancia, ha sonreído y me ha hecho sentir algo muy hermoso. Pero su rostro vuelve a ponerse triste.
--Necesito aclarar que yo…
-- No es necesario – me interrumpió – me alegro verte de nuevo y saber que estás bien. – nos quedamos callados.
-- Yo… no supe más de ti.
-- las cosas se complicaron. Sucedieron cosas que nos alejaron.
-- Sí, lo sé… -- alzo mi mirada – pero yo te…
-- se termino, quizás no fue la forma correcta pero se acabo.
-- ¿se acabo? Pero…
-- no te culpo que dejaras de esperarme. Me alegro que continuaras con tu vida.
-- yo no, mi vida era contigo, nuestro destino es que estemos juntos
--quizás nuestro destino es que estemos lejos,… por algo pasan las cosas.
-- o quizás ha sido la prueba de nuestro amor… la distancia no ha matado mi amor por ti. Al contrario… crece más y más. ¿Tú? – le digo con lagrimas en los ojos. Pi baja la mirada y corre una lágrima por su mejilla.
-- creí que me habías olvidado… te amo Ryo, demasiado que duele.
-- entonces… estemos juntos ¿sí?
-- ¿no crees que es tarde?
-- déjame recuperar el tiempo que perdí… -- hay un silencio donde solo nos vemos, sé que ha sufrido, lo veo en sus ojos pero no puedo perderlo ahora que lo tengo frente a mí -- ¿me amas? – Asiente con unas lagrimas – entonces no es tarde. – no puedo evitar llorar, alza la mirada, nuestros ojos se cruzan, corro hacia él, lo tomo del cuello y beso sus labios, las lagrimas no paran de salir, lo beso con intensidad, saboreando sus labios que hace más de dos años no pruebo, el beso es intenso pero de sentimiento, vamos lento, él jala con delicadeza mi labio inferior, siento sus brazos rodearme la espalda, paso mi lengua por sus labios, abre su boca e introduzco mi lengua, se están reconociendo, el beso sabe un poco salado por nuestras lagrimas. Mis manos van subiendo a su cabello, juego con él un poco, lo acerco más a mí. Dejamos de besarnos, pero no nos alejamos.
-- ¿quieres subir?
-- pensé que nunca lo ibas a decir. – me da un beso. Se separa y me toma de la mano, se siente tan bien, su calor recorrer mi cuerpo. Entramos al elevador, estoy a lado de él algo impaciente, presiona el botón de su piso. Se cierran las puertas y no tardo más, lo aviento contra la pared y lo beso. Pruebo sus labios, los saboreo y jalo con fuerza, él hace lo mismo con los míos, introduce su lengua en mi boca y me lleva contra la otra pared, sus manos recorren mi espalda, llegan a mi trasero.
-- se siente mejor – se ríe y me sonrojo, vuelve a besarme, apretando mi trasero me acerca a él, mis manos están en su cuello, nos besamos intensamente que sentimos que el aire se nos va, mis manos bajan por su cuello, su pecho y toco su pectoral.
-- que bien te has puesto. – le digo entre besos – quiero probarte ya – comienzo a desabrochar su camisa, cada botón que desabrocho voy bajando con besos por su cuello, y mordiéndolo, escucho su respiración ya agitada, desabrocho su cinturón, e introduzco mi mano bajo sus pantalones.
-- Ryo… RRRyyyyooo – apenas puede nombrarme, muerdo su cuello. – Rryyyoo aquí no… pueden vernos.
-- No me importa.
-- claro, como tú no vives aquí. – lo escucho y dejo de besarlo, saco mi mano y la coloco en su cuello.
-- vivamos juntos – le digo mirándolo a los ojos -- ¿puedo vivir contigo?
-- por supuesto. – Me toma de la cadera, me carga y hace que lo rodee con mis piernas, me lleva contra la otra pared, empieza a besarme y morderme el labio – Ahora… que nos vean si quieren – paso mis brazos alrededor de su cuello, mis piernas siguen en su cadera, besa mi cuello, lo muerde y pasa su lengua. Sus manos están en mi pecho, desabrocha mi camisa, continua besándome, coloca una de sus manos en mi trasero y la otra en mi cuello, me besa los labios de una forma que me está derritiendo, que me lleva al paraíso, se abren las puertas del elevador, me separo de él pero Pi no me suelta, no me baja.
-- Pi… llegamos. Bájame.
-- No, -- me muerde el cuello -- eres mío – me besa los labios -- y que se den cuenta – pasa su lengua por mis labios, saco mi lengua y juego con la de él, salimos del elevador, Yamapi me va cargando y vamos chocando con las paredes, entre besos nos reímos por los golpes que estamos recibiendo, le tapo los ojos a Yamapi, sus manos están en mi espalda y mi trasero, muerdo su labio superior, lo jalo… Yamapi tropieza y caemos, él sobre mí. No se levanta, se queda besándome. Acaricio su cabello, sus hombros, quitando un poco su chaqueta, se escuchan ruidos y se levanta, me da la mano, me mira y me besa, me lleva corriendo hasta la entrada de su departamento, saca la llave y comienza a abrir, lo abrazo por detrás, acaricio su abdomen y llego a su miembro, lo masajeo y eso hace que tarde en encontrar la llave que es, me levanto en puntillas y beso su cuello, trato de morderlo. Por fin abre la puerta, me jala de brazo, me avienta contra el sofá, se coloca sobre mí, desciende a besarme, acaricio su cuello y comienzo a bajarla a su pecho, regreso mis manos a su cabello, mientras nos besamos intensamente mis manos van bajando por sus hombros, quitándole su chaqueta junto su camisa, la aviento, beso su hombro, se levanta un poco, con sus manos acaricia mis hombros, y retira mi chaqueta junto mi camisa, pasa su mano detrás de mi espalda, se inca y con su mano me acerca a él. Me quita por completo la chaqueta junto con la camisa, se levanta del sofá, hace que lo abrace del cuello y me carga, rodeo su cadera con mis piernas. Camina hasta su habitación y me deja caer en la cama, enseguida se pone sobre mí. Me besa el cuello, y va descendiendo poco a poco sus besos, por mi abdomen, se inca sobre mí y desabrocha mi pantalón y cinturón, me los quita en un rápido movimiento. Dejándome solo en bóxer, desciende a besarme y hago un movimiento para quedar sobre él, me mira sorprendido, beso cada parte de su cuerpo, muerdo con intensidad, llego a sus pantalones y se los retiro, lo observo que ya está su miembro erecto, le bajo los bóxer y sonrío al verlo así, él se sonroja, me levanto sobre la cama, y me quito mi bóxer, me dejo caer a lado de él, Pi enseguida me abraza y me besa, se coloca nuevamente sobre mí. Acaricia mi rostro, retirando mi cabello de la frente. Me mira a los ojos, sonrío al verlo así, esa dulce mirada. – Te amo. Nunca más te dejare.
-- iré detrás de ti si lo haces. No voy a permitir que me dejes.
-- te amo – me besa los labios – te amo – la frente, -- te amo, te amo, te amo. – me besa todo el rostro, lo beso, introduzco mi lengua a su boca, comenzamos un beso intenso, lo abrazo de la espalda acercándolo, acaricio su espalda baja, con mi pie acaricio su pantorrilla, nuestros cuerpos se mueven haciendo que se rocen nuestros miembros que ya están erectos por completo. Lo tomo del rostro y lo miro a los ojos, la respiración la tenemos muy acelerada.
-- te amo Pi, haz lo ya. Te necesito dentro. – lo beso.
-- no quiero lastimarte.
-- tú nunca me has hecho daño, te necesito, -- lo beso – ya… entra en mí. – se acomoda, abro las piernas, coloco mis manos en su espalda.
-- Ryo… te amo – en eso siento como entra en mí, entierro mis uñas en su espalda.
-- AAaahhhh – ha sido un gemido de dolor y placer, me besa, introduce su lengua en mi boca mientras las embestidas van subiendo de intensidad, -- Pi… Pppiiiii. – estamos sudando, beso su cara, muerdo debajo de su ojo, fuerte que Yamapi se queja, me mira. – Esos ojos son míos.
-- te digo que me pertenece. – Seguimos en la embestida, pero tratamos de hablar – esto es mío. – toma mi miembro y comienza a masturbarlo lentamente, me contorsiono, me está provocando mucho más. Los gemidos no puedo más y estoy gritando su nombre y cuanto lo amo, él también gime y me muerde, me besa en los labios y muerde mi labio inferior, lo jala, lo tiene entre sus dientes. – te amo. – muerde más y en eso me corro en su mano. Enseguida él dentro de mí, nos quedamos abrazados respirando agitadamente. Sale de mí despacio, lo abrazo con fuerza, siento su respiración en mi oído.
-- quedémonos así… para siempre. Tengo que decirte que el día de la graduación yo… -- me tapa la boca con su mano.
-- No es necesario, estás conmigo… eso es lo importante.
-- nunca deje de amarte.
-- ni yo a ti. – me besa, se acomoda en la cama y me acuesto en su pecho, no abrazamos y quedamos dormidos.

[Koyama]

Estamos en mi departamento, estoy con Shige desayunando.
--Vamos a las cabañas, invitamos a Ryo pero no le decimos que va Yamapi y hacemos lo mismo con Pi, así ellos estarán solos en una cabaña y podrán aclarar todo.
-- sí, es perfecto. Vamos hoy, al fin hoy no trabaja Yamapi.
-- yo le marco a Pi, tú llámale a Ryo.

[Yamapi]

Estoy despertando, abro mis ojos y en mis brazos esta Ryo, lo abrazo con fuerza, beso su frente. Me pongo mis bóxers y me levanto de la cama.
--¿A dónde vas?
-- al sanitario – lo beso en los labios.
-- no tardes. – me acerco al espejo y veo mi ojo.
-- Ryo – le grito y lo volteo a ver. – me dejaste marcado.
-- recuerdas nuestra primera vez. Tus ojos me encantan. – voy a la cama, me coloco sobre él, lo beso, nuestro beso sube de intensidad, suena su celular. Pero no le hacemos caso, una y otra vez.
-- Voy al baño, contesta Ryo. – me levanto de la cama y me entro al sanitario.

[Ryo]

Veo el numero, es Kei. Contesto.
--Hola, ¿Qué paso?
-- Hola Ryo, oye estamos planeando ir hoy a las cabañas. Las recuerdas, regresamos mañana en la noche.
-- no estoy seguro, quizás este algo ocupado. – sale Yamapi del baño, se acerca a mí con una sonrisa pervertida.
-- Vamos Ryo, por favor. – veo que Yamapi se introduce bajo las sabanas, me pongo nervioso.
-- Kei no lo sé necesito pensarlo.
-- Mira vamos, recuerda cuando pasábamos nuestros días ahí, el río, -- siento la respiración de Yamapi sobre mi miembro -- las montañas, todo eso… -- me besa cerca de mi pene. -- ¿Qué piensas?
-- ¿eh? – mi respiración está algo agitada.
-- que si vamos a las montañas, recuerdas cuando por la cuerda cruzamos el río y…
-- Yamapi – digo agitado, Pi está pasando su lengua por mi pene y dando besitos, me estoy contorsionando.
-- sí, y Yamapi se cayó al agua, trato de levantarse y caminar pero se estaba hundiendo…
-- YYYaaammmapi – no puedo controlarme, lo besa de una forma, que siento sus labios húmedos y su lengua.
-- sí, Yamapi… se pasa, ese día fue muy divertido. ¿Entonces si nos vemos?
-- ¿eh?... aaahhh… sí – grito, al sentir que Yamapi empieza a introducir mi pene en su boca.
-- ok, entonces…
-- Yamapi basta… Yaaaa…. Detente… -- empiezo a gemir. – estoy hablando por tele… -- lo introduce por completo succiona, y cada vez entra más y más, dejo caer el celular, Yamapi succiona fuerte, me agarro de las sabanas y las aprieto con fuerza, siento su lengua, sus dientes, su…-- AAAAhhhhh Yamapi. – estoy por correrme en su boca.

[Koyama]

--le marque a Yamapi pero no contesta. – me dice Shige al entrar a la habitación.
-- están juntos, acércate. – me hace caso. – Escucha – le acerco el teléfono, los dos escuchamos.
-- AAAAhhhhh Yamapi… me voy… Yyaaa…. Pppiiii. – colgamos. Nos miramos y comenzamos a reír.
-- ¿entonces si vamos a las cabañas? – Me dice emocionado – Sabes recuerdo esa vez en las cabañas.

[Shige]

Acabamos de llegar los cuatro a las cabañas, estamos acomodando todo, observo el paisaje y estoy tomando fotografías. Llega Kei y me abraza por detrás.
--Hermoso ¿Cierto?
-- Si Kei, gracias por estos bellos momentos.
-- Te amo.
-- y yo a ti.
-- Kei – le grita Yamapi – recuerdas ese puente – es un puente de madera que une la entrada, que son dos árboles enormes. Comenzamos a caminar, a recorrer cada parte, Yamapi y Ryo van abrazados caminando y yo tengo tomado de la mano a Kei. Algo le dice Ryo a Yamapi que se va corriendo, detrás de él Yamapi, lo acalza y lo tira en el pasto, se pone encima de él, juega a que le va a escupir pero lo termina besando. Kei me abraza por detrás y vamos caminando.
--Yamapi, Ryo. – voltean. – acérquense. Vamos a tomarnos una foto todos juntos.
-- vamos, sí. – me responden y se acomodan los tres, coloco la cámara en mi tripie. La pongo para que en cierto tiempo dispare sola.
-- Cuando se escuche corremos hacia la cámara ¿Va? – sugiere Ryo. Corro a acomodarme detrás de Kei, y la cámara comienza su cuenta regresiva, corremos y siento el flash en mi rostro.


FIN