Black or White

¡Y llego yo con mi 1er oneshot del año! Esta historia esta escrita desde el noviembre pasado pero me daba pereza publicarla (y tuve serios problemas con el final, el cual sigue sin gustarme. Aún así aquí estoy para compartirla con ustedes y espero les guste un poco n.n
___________________________________________-

Con los pies ya cansados de caminar de un lado a otro, decidió tomar asiento pero no paso mucho tiempo para que volviera a su actividad anterior. Con pasos ya desesperados se paro frente a la puerta principal de su apartamento y ahí se quedo estático viendo y a la vez no, la puerta. Salió de aquella traumante hipnosis solo cuando escucho al otro lado el repiqueteo de unas llaves.

Nakamaru salió disparado hacía la sala de estar, abalanzándose violentamente sobre el sofá y tomando de refilón una revista.



No podía evitar aquella satisfecha sonrisa, tampoco negaría los nervios pero en definitiva la felicidad era mayor y con la energía que esa felicidad le proporcionaba le hizo saber al dueño del apartamento que ya estaba en casa, aunque por los apresurados pasos que oyó cuando abría la puerta podía deducir que Maru ya lo sabía.

-¡Tú Lord ya está en casa!

Colocándose las pantuflas que Yuichi le hubo facilitado ya hace bastante tiempo y con pasos flojos se dirigió al salón y ahí encontró a su novio. Como pudo se trago la carcajada que amenazaba con salir de sus labios por culpa de la posición en la que se encontraba la persona que se apoderaba de su mirada.

Nakamaru yacía acostado boca abajo sobre el sofá y fingía estar muy entretenido en la lectura que aquella revista le proporcionaba, el detalle que arruinaba su tapadera era que la revista estaba al revés.

Un escueto “Okaeri” le respondió Maru y prosiguió con su “lectura”.

-¿Qué hay de cenar? –Cuestiono Koki mientras dejaba su bolso tirado sobre el primer lugar que vio disponible sobre el suelo (Y dado lo ordenado que se encontraba el departamento de Nakamaru cualquier lugar para él estaría bien). Lo mismo hizo con su chaqueta negra solo que vio más apropiado dejar la prenda sobre el mueble y no en el perchero.

-¡Oye! Recoge todo eso que ya te he dicho mil veces que no van en el lugar que se te pega la gana ¡Se más ordenado! Y tu casa queda más cerca del estudio si tenías hambre pudiste quedarte ahí y prepararte la cena. –Le riño con seriedad pero sin sentir tal emoción realmente.

-No, no, no, no. No me regañes que se supone que el cocinar es tu deber como mi esposa ¿Sabes lo difícil que es para tú marido salir todos los días para ganar el dinero que nos da de comer? ¡Estoy molido!

Koki siempre le salía con uno de esos teatros aún al saber que el ser llamado “esposa” lo sacaba de quicio.

-Primero NO soy tú esposa, segundo TAMPOCO tú sirvienta para andar cocinándote y limpiando tu desorden –Señalo con el dedo acusador el morral de Koki y luego su mal ubicada chaqueta.

–Tercero YO me gano de la misma forma que tú el dinero y cuarto NO usas ni un yen para abastecer mi refrigerador.

-Venga, venga no te molestes. Iré a tomar una ducha y al rato recojo mi reguero, pero no seas malo prepárame algo rico de comer, de verdad muero de hambre.

Y como si los reclamos de Yuichi nunca fueran penetrado en sus oídos, le paso por un lado y antes de alejarse lo suficiente le dijo:

-Tienes la revista al revés.

El mayor se coloro tanto que su rostro se podía confundir con el círculo rojo de la bandera japonesa y en esta oportunidad Koki dejo salir con mucho gusto la carcajada que estaba aguantando.




Para cuando el menor acabo con su ducha se encontró con las luces de la habitación de Maru ya apagadas y con él ya envuelto entre las sabanas blancas.

-Busca en el microondas la comida y si mañana vas a grabar acuéstate temprano, Buenas noches.

Todo lo que le dijo Maru había salido con un tono serio y cortante, pero esa actitud lejos de molestarle le proporciono una erección descomunal y en tan solo un par de segundos. Cualquiera que lo viera diría que es un masoquista pero ese no era el caso, sabía perfectamente que la razón por la que su Yuichi se comportaba de tal manera se debía a los celos que sentía. Llevaba ya un par de semanas dándole “modificados” adelantos de la trama que llevaría su PV y uno de esos datos lo incluía a él muy mojado y con sexys bailarinas de pechos grandes.

-Ok, pero antes de que te quedes dormido ¿Hay algo para el postre? Me muero por algo dulce. –Si Maru estuviera viéndolo a los ojos se espantaría debido al morboso brillo que los adornaba.

-Hay algo de chocolate en la nevera, pero no te lo comas todo.

La última parte de la respuesta de Maru hizo que sonara como un niño pequeño que compartía su dulce “te doy, pero no todo”. Adorable.

-Tranquilo no planeo comérmelo todo hoy.

Como un león de pelaje negro se acerco a su presa. Sigiloso, decidido, majestuoso y con un apetito feroz. Sin darle tiempo a Maru de escapar lo acorralo entre sus brazos y comenzó a comérselo a besos.

-¡¿Qué haces?! –Pregunto el mayor mientras trataba de mantener su corazón dentro del
pecho y que así no escapara debido al susto propinado.

-¿No es obvio? Me como primero el postre. –Ronroneo seductoramente Koki.
-Pe..

La queja de Nakamaru se vio interrumpida por culpa de la traviesa lengua de Koki, la cual profano de manera descarada aquella boca.

Nakamaru no hizo nada para rechazar las ardientes caricias que le daba el moreno y es que el tiempo le había enseñado que con Koki no se peleaba porque el muy malvado siempre terminaba ganando las batallas que iniciaba.

El menor abandono los labios gruesos y apetitosos de Yuichi para atacar su cuello. Allí beso y lamio hasta que sintió como la hombría de Maru tomaba vida, así continuo hasta que logro escuchar los melodiosos gemidos que comenzaba a entonar el castaño. Como el demonio que era en la cama coló una de sus manos por debajo de la sabana que tapaba el cuerpo del otro y por encima de la ropa interior le dio una suave caricia al miembro ya despierto de Yuichi, otra más como esa y Maru se vendría de inmediato pero como quería castigarlo debido a su mal trato, aunque la causa de ello fueran los celos inculcados por el mismo, detuvo lo besos, caricias y despego cada parte de su caliente cuerpo que hiciera contacto con la del hombre bajo el.
Nakamaru le dirigió una mirada dolorosa y suplicante pero ni siquiera ese gesto que al moreno le pareció jodidamente sexy hizo que se retractara. Todo debía ir con calma, una muy torturosa pero gratificante.

-Te he apuntado para que salgas en mi PV, así que mejor nos detenemos aquí o si no mañana no nos levantamos temprano.

-¿Eh? –La erección que tenía Yuichi se desinflo como una bomba la cual pierde el aire. -¿Qué has hecho que?

-Te apunte para que salgas en mi PV será divertido, ahora duérmete que debemos salir temprano, voy a cenar y vuelvo. Oyasumi.

Y como si realmente fuera de la realeza Koki salió de la habitación modelando muy elegantemente un ajustado bóxer blanco, dejando a un atónito Nakamaru hecho todo un lio entre las sabanas.

-“¡¿Este imbécil quiere que observe como manosea mañana a unas tetonas y viceversa?!”



El estilista le daba unos últimos retoques a su cabello, embarrado de gomina y peinado hacia atrás. Se encontraba molesto con Koki, como cosa rara esos últimos días, el muy malvado se había atrevido a engañarlo, todo ese tiempo se pavoneo diciéndole que su PV estaría repleto de bailarinas sexy pero en toda la mañana que llevaba vagando por ahí no vio ninguna mujer aparte de las que trabajaban en el staff por supuesto. Y para cerrar con broche de oro el sínico lo hizo levantarse a las 5 de la mañana para que al llegar al estudio le dijeran que su veloz aparición sería grabada luego del almuerzo. Más le valía a Koki no aparecerse frente suyo sin compañía porque aprovecharía la ocasión y lo patearía hasta que no pudiera más.

-¡Yuichi!

Y como si fuera invocado al diablo, escucho su molesta voz tras suyo, estaba dispuesto a darle un buen jalón de orejas cuando se volteo, pero la imagen que lo recibió hizo que olvidara incluso cual era la letra que representaba en KAT-TUN.

Koki vestía un pulcro y endemoniado uniforme militar que gritaba Nazi por cualquier parte que lo vieras y el colmo de ello es que le sentaba como anillo al dedo.

Tanaka se acerco a su compañero tanto de grupo, como de cama y vida, le regalo una sexy sonrisa de medio lado y un saludo militar, se le colgó descuidadamente a Maru encima y se dispuso a susurrarle algo al oído…

-¿A que nunca soñaste que tendrías sexo con un ardiente militar?

Las mejillas del mayor se tiñeron de un suave carmesí que se avivo más cuando Koki le dijo al director que iría a tomar el almuerzo a su camerino y este le devolvió un “tienen una hora antes de que volvamos a grabar”.



Apenas entraron al camerino Koki cerró la puerta con el pestillo y sin más lo atrajo hasta sus brazos y comenzó a besarlo de manera apasionada. Nakamaru no engañaba a nadie, sería ridículo decir que ver con tal cosplay a Koki no lo ponía a millón y aunque le aterraba de sobremanera que alguien los descubriera en plena faena, la verdad es que las ganas de estar ahí mismo con Koki eran más grande que su racionalismo.

Koki removió un poco la camisa que usaba Maru para poder tener a su disposición aquel cuello que lo atraía como si fuera un imán, le tapo la boca para amortiguar el grito que el mayor soltaría y allí clavo sin ninguna compasión sus dientes. De seguro le dejaba una buena marca.
-Black. –Le dijo Koki con perversidad a su compañero.

Sin esperar una respuesta a la llana palabra que hubo dicho, volteo el cuerpo de Yuichi y lo hizo reposar las manos sobre una peinadora, dejando así el trasero del mayor a la vista. Las traviesas manos del moreno se colaron por el pantalón de Maru y maquiavélicamente comenzó a frotar aquel ya semi despierto miembro que recibió con gusto los dígitos ajenos. Y mientras las cosa se encendían abajo, arriba ya la guerra había iniciado y cierto militar llevaba ganado gran parte del terreno.

-Baka…es tan fácil…engañarte. –Ronroneo entre gemidos Koki.

-Idiota…

-Pero aún así me amas. –Modestias a parte, estaba caliente y tenía entre sus brazos a la única persona que era capaz de apagar aquel endemoniado fuego. –Ya no puedo más…

El moreno retiro la mano del miembro ya erecto de Maru y la utilizo para retirarle los pantalones, mientras con la otra se liberaba de los suyos. Mierda las cosas eran algo complicadas cuando tenías como pareja a Yuichi quien nunca daba el primer paso, lo que lo dejaba a él con todo el trabajo de desnudarlo, no es como si eso le molestase pero cuando se siente que se está por estallar por el mero hecho de no estar dentro suyo, sería un detallazo que se bajara los pantalones él solito….

-Cálmate o nos van a…

Nakamaru tuvo que morderse los labios para poder seguir su propio e interrumpido consejo, Koki volcó sobre él la inmensa necesidad de poseerlo y sin prepararlo mucho lo había penetrado (tampoco es como que si lo necesitara, su cuerpo estaba tan necesitado del de Koki como viceversa).

Los delgados y largos dedos de Yuichi se aferraban a cualquier parte de la peinadora de la cual se apoyaba pero era inútil porque ya tenía la vista borrosa debido al arrebato de pasión que consumía su cuerpo, quería liberarse, quería devorar los labios de Koki, quería respirar, joder quería estar en su casa, en su cama y poder disfrutar sin miedo a que abrieran la puerta y los descubrieran.

Por su parte Koki ya había perdido todo racionalismo y solo se guiaba por instinto, el más puro y desenfrenado instinto animal y extrañamente Nakamaru sentía que el que llevara (aunque a medio poner) aquel traje Nazi volvía las embestidas de Koki más fuertes, profundas y con cierto matiz de violencia; era como si se fuera metido de lleno en su papel y aunque le aterraba un poco, lo estaba disfrutando como loco.

Las manos de Koki frotaban, acariciaban y apretaban cada parte del cuerpo de Yuichi que lograban tocar, no se detenían en un solo lugar, necesitaba marcar cada pedazo de aquella deliciosa y caliente piel de su pareja. Nakamaru era suyo.

El vaivén posesivo aumento de intensidad, Maru ya no pudo aguantar todos los quedos gemidos que clamaban por salir, los labios y dientes de Koki dejaban sus rastros en el cuello del otro, más fuerte, más rápido, más sádico, sentían el climax cerca…

Blanco, el color de la nada era blanco…





-¡Lo lamento mucho vestuarista-san! Mientras comíamos Nakamaru-kun ha derramado su zumo sobre mí.

El joven encargado de las prendas que se usarían ese día observaba de manera profesional las ropas de Koki.

-Está bien Tanaka-san, la iluminación es tenue y sus prendas son oscuras así que no se notara que están mojadas, por suerte el incidente no ocurrió con los jeans blancos.

-Si…Nakamaru esta tan apenado que no quiso salir del camerino jajaja. –Comento Koki con una inocente y divertida sonrisa en el rostro mientras recordaba los momentos vividos minutos atrás y como aquel manchón húmedo no era jugo sino semen de Yuichi.

-Por favor dígale que no se preocupe. –Y sin más el joven se alejo.

Claro que le diría a Maru que estaba bien, pero al día siguiente, cuando ya no estuviera tan cabreado con el ó al menos cuando no fingiera tanto estar molesto. Yuichi debía de estar aún en el camerino, recomponiéndose de aquel encuentro desenfrenado, recogiendo el reguero que hicieron, escondiendo la comida que no ingirieron y maldiciéndolo por haberle dejado mil marcas por todas partes del cuerpo. Era tan jodidamente adorable su Yuichi.

Su deseo para ese video era que a las fans les gustara y que Yuichi recordara su ferviente participación en el making que lamentablemente nunca se grabo.

xD laleando he llegado a tu fic, jajajaja q el lord es diabolico eso no lo dudo ahora xDDDDDDDDDDDDD

ame mas ste fic segun lo lei, gracias x el

*.* Alguine lo ha leído!!!!!!!!! y comentado!!!!!!!!!!!!!!!!!! Gracias Xiochermm!!! que bueno que te gustara y pues gracias también por hacerme happy al comentarlo!!!

waaaaaaa me encanto *p* Koki siempre tan sexoso!!!!
Me dio mucha risa lo de: "tu Lord esta en casa"!!! xD jaja me gusto mucho tu shot!!!

La verdad esta hermoso xDD Pero como ya e dicho mi madre ve que leeo este tipo de cosas y no la cuento xDD Facinante! Hermoso One-Shot