Estocolmo [RyoTego]
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Arioka_shinku
Princesa Saranini de Ueda
yuuko_jin
Kashi
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Estocolmo [RyoTego]
Se que tengo otras contis que escribir y sé que dije que no tendría tiempo... ups.! Pero este es más que nada un favor... y les contaré. La historia originalmente es para un guión de película. Pero este es sólo el primer bosquejo, es por eso que la redacción no es muy buena, disculpen. Escogí esa pareja por nada en particular, en realidad sólo porque pensé que sus personalidades podrían encajar un poco [en mi guión original la pareja es heterosexual] pero la verdad es que necesitaba que alguien la leyera y opinara y es por eso que decidí volverla un fic con personajes que conocemos para que me digan su opinión; también la historia ya está terminada, sólo que aun no la redacto bien, por eso la subiré por partes como cualquier fic; aclaro eso porque luego leyendo sus comentarios me doy ideas de a quien meter incluso en cambiar parejas que ya tenía pensadas, pero en este fic no habrá más parejas ni muchos personajes porque como les dije la historia ya está terminada y no acepto muchas sugerencias en cuando a un GRAN CAMBIO en la historia [tal vez sólo un poco] los otros personajes que saldrán sólo les di un nombre de alguien conocido para no perder el toque de fic... la verdad quería escribir un poco más antes de subir la primera parte pero aprovecho ahora que tengo internet porque quiero saber que piensan, es muy corto y en general porque como dije la idea es para una 'película'.... Ya me enrolle mucho, disculpen~
-Onii-san…
-Perdóname Yuya, no quiero dejarte pero… ya no lo soporto.
-Onii-san… ¿qué haces? Onii-san… suéltalo por favor… Onii-san… ¡ONII-SAN!
~2 años después~
Los primeros rayos del sol matutino se asomaban desde las altas montañas. La espesa neblina descendía cubriendo el césped, volviéndolo grisáceo. Los tonos marrones que teñían los caminos de asfalto se difuminaban con el paso algunos autos que ya circulaban por las roídas carreteras.
Un estruendo rompió el pacífico silencio de aquel pueblo lejano.
-Madre ¿estás bien?
-¡Lárgate! – al pequeño no le quedó otra alternativa que obedecer. Calzó sus zapatos y tomo su cotidiana marcha. Como era su costumbre arribó al colegio antes que todos sus compañeros, incluso antes que los profesores, quedándose como siempre sentado en su pupitre mirando por la ventana; así era todos los días, incluso en los descansos prefería quedarse solo en esa posición mirando a sus compañeros, recordando cómo incluso hace dos años él era igual que todos ellos.
-Tegoshi… buenos días – fue el único saludo que recibió a la entrada de los otros chicos en el aula, proveniente de aquel que había permanecido a su lado a pesar que todo, que no se había alejado de él como el resto de sus compañeros.
-Mmm – fue su única respuesta, pero Kato no se desanimó, le dirigió una sonrisa y tomo asiento junto a él, como cada mañana.
El día pasó lento. Nadie le habló, ni siquiera los profesores se atrevían si quiera a reñirlo aun sabiendo que estaba por reprobar el curso debido a sus pésimas calificaciones. Nadie se acercaba a él, tan sólo murmuraban su nombre; sus oídos estaba asqueados de escuchar su historia en murmullos, lo que había pasado hace dos años, lo que había destruido prácticamente su vida, su familia, su mundo entero.
-¡Tegoshi! – siguió el grito que lo llamaba; que anunciaba el término de las clases y el paseo cotidiano de regreso a casa.
-Tengo hambre, vamos a la plazuela antes de regresar ¿sí? – sugirió su amigo, recibiendo un silencio como respuesta. Estaba por demás acostumbrado y no le importaba, Tegoshi había sido su amigo desde pequeños y nada cambiaría eso.
La plazuela estaba llena de gente que gritaba y que iba de un lado a otro. El olor a verduras mezclado con el olor a carne y pescado fresco. Los puestos de comida abarrotados por los trabajadores hambrientos. Se detuvieron en una tienda con olor dulce.
-Dos por favor – ordenó Shige. La anciana le sirvió dos dumplings dulces y él chico con una sonrisa le ofreció uno a su callado amigo sin ninguna respuesta de agradecimiento – vamos.
Siguieron su silencioso camino hasta salir de la plazuela y llegaron al filo de la carretera.
-¡Ah! – Espetó Kato al darle la primera mordida a su bocadillo y descubrir su relleno – es de frijoles dulces… era el favorito de Tomo-nii* - Tegoshi asintió y sonrió, su amigo era el único que podía mencionar abiertamente a su hermano, ni si quiera él o su madre podían pronunciar su nombre sin partirse en mil pedazos.
Kato era parlanchín y animado, era el único que podía dibujar en el rostro de Yuya una sonrisa, por muy diminuta que fuera y eso le bastaba para confiar en que su amigo algún día recuperaría la chispa que lo había caracterizado hasta hace dos años.
-Kusano esta vez logró volver loco al tutor – dijo entre carcajadas - ya no volverá, pero sé que mañana nos asignaran otro.
La noche cayó y ambos chicos regresaron. Yuya esperaba llegar a casa y no tener que enfrentarse a la figura de su madre, seguro ella ya estaría fuera; trabajaba desde el atardecer hasta la madrugada en un bar a la orilla de la ciudad; todas las mañanas regresaba ebria y golpeaba todo a su alrededor, debido a eso Yuya salía más temprano que cualquiera en las mañanas y llegaba a casa más tarde, para no tener que encontrarla, porque seguramente sería reñido por las cosas más triviales o violentado por su propia madre. Pero como predijo, ella no estaba.
Preparó la cena y arregló el tiradero de platos rotos que había en la cocina. Cenó como de costumbre solo y fue a tumbarse a su habitación sin nada más que hacer que repetir una y otra vez las escenas más felices de su vida y como todo se vio nublado por ese suceso, hace dos años; lo hacía hasta que sus ojos cubiertos por las lágrimas ya no aguantaban más y se cerraban dándole paz por unas horas: un día normal en la vida de Tegoshi Yuya.
**¿Adivinaron? Sí es Yamapi el personaje 'hermano de Tegoshi' pero le dejó el nombre 'Tomo' porque al ser hermanos el mote 'Yamapi' está fuera de lugar, pero llamarlo 'Tegoshi Tomohisa' se me hace chocante entonces lo dejaré en Tomo.
-Onii-san…
-Perdóname Yuya, no quiero dejarte pero… ya no lo soporto.
-Onii-san… ¿qué haces? Onii-san… suéltalo por favor… Onii-san… ¡ONII-SAN!
~2 años después~
Los primeros rayos del sol matutino se asomaban desde las altas montañas. La espesa neblina descendía cubriendo el césped, volviéndolo grisáceo. Los tonos marrones que teñían los caminos de asfalto se difuminaban con el paso algunos autos que ya circulaban por las roídas carreteras.
Un estruendo rompió el pacífico silencio de aquel pueblo lejano.
-Madre ¿estás bien?
-¡Lárgate! – al pequeño no le quedó otra alternativa que obedecer. Calzó sus zapatos y tomo su cotidiana marcha. Como era su costumbre arribó al colegio antes que todos sus compañeros, incluso antes que los profesores, quedándose como siempre sentado en su pupitre mirando por la ventana; así era todos los días, incluso en los descansos prefería quedarse solo en esa posición mirando a sus compañeros, recordando cómo incluso hace dos años él era igual que todos ellos.
-Tegoshi… buenos días – fue el único saludo que recibió a la entrada de los otros chicos en el aula, proveniente de aquel que había permanecido a su lado a pesar que todo, que no se había alejado de él como el resto de sus compañeros.
-Mmm – fue su única respuesta, pero Kato no se desanimó, le dirigió una sonrisa y tomo asiento junto a él, como cada mañana.
El día pasó lento. Nadie le habló, ni siquiera los profesores se atrevían si quiera a reñirlo aun sabiendo que estaba por reprobar el curso debido a sus pésimas calificaciones. Nadie se acercaba a él, tan sólo murmuraban su nombre; sus oídos estaba asqueados de escuchar su historia en murmullos, lo que había pasado hace dos años, lo que había destruido prácticamente su vida, su familia, su mundo entero.
-¡Tegoshi! – siguió el grito que lo llamaba; que anunciaba el término de las clases y el paseo cotidiano de regreso a casa.
-Tengo hambre, vamos a la plazuela antes de regresar ¿sí? – sugirió su amigo, recibiendo un silencio como respuesta. Estaba por demás acostumbrado y no le importaba, Tegoshi había sido su amigo desde pequeños y nada cambiaría eso.
La plazuela estaba llena de gente que gritaba y que iba de un lado a otro. El olor a verduras mezclado con el olor a carne y pescado fresco. Los puestos de comida abarrotados por los trabajadores hambrientos. Se detuvieron en una tienda con olor dulce.
-Dos por favor – ordenó Shige. La anciana le sirvió dos dumplings dulces y él chico con una sonrisa le ofreció uno a su callado amigo sin ninguna respuesta de agradecimiento – vamos.
Siguieron su silencioso camino hasta salir de la plazuela y llegaron al filo de la carretera.
-¡Ah! – Espetó Kato al darle la primera mordida a su bocadillo y descubrir su relleno – es de frijoles dulces… era el favorito de Tomo-nii* - Tegoshi asintió y sonrió, su amigo era el único que podía mencionar abiertamente a su hermano, ni si quiera él o su madre podían pronunciar su nombre sin partirse en mil pedazos.
Kato era parlanchín y animado, era el único que podía dibujar en el rostro de Yuya una sonrisa, por muy diminuta que fuera y eso le bastaba para confiar en que su amigo algún día recuperaría la chispa que lo había caracterizado hasta hace dos años.
-Kusano esta vez logró volver loco al tutor – dijo entre carcajadas - ya no volverá, pero sé que mañana nos asignaran otro.
La noche cayó y ambos chicos regresaron. Yuya esperaba llegar a casa y no tener que enfrentarse a la figura de su madre, seguro ella ya estaría fuera; trabajaba desde el atardecer hasta la madrugada en un bar a la orilla de la ciudad; todas las mañanas regresaba ebria y golpeaba todo a su alrededor, debido a eso Yuya salía más temprano que cualquiera en las mañanas y llegaba a casa más tarde, para no tener que encontrarla, porque seguramente sería reñido por las cosas más triviales o violentado por su propia madre. Pero como predijo, ella no estaba.
Preparó la cena y arregló el tiradero de platos rotos que había en la cocina. Cenó como de costumbre solo y fue a tumbarse a su habitación sin nada más que hacer que repetir una y otra vez las escenas más felices de su vida y como todo se vio nublado por ese suceso, hace dos años; lo hacía hasta que sus ojos cubiertos por las lágrimas ya no aguantaban más y se cerraban dándole paz por unas horas: un día normal en la vida de Tegoshi Yuya.
**¿Adivinaron? Sí es Yamapi el personaje 'hermano de Tegoshi' pero le dejó el nombre 'Tomo' porque al ser hermanos el mote 'Yamapi' está fuera de lugar, pero llamarlo 'Tegoshi Tomohisa' se me hace chocante entonces lo dejaré en Tomo.
Kashi- Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 15/08/2011
Localización : Johnny's Land [acosando a Goseki con Koyama]
Re: Estocolmo [RyoTego]
ME GUSTA!!!!!
estoi muy intrigada por saber k paso
pork Pi no esta con ellos, y cuando se konoceran ryo y tego?
k paso hace 2 años!!!?
ahhh muchas dudas sin resolver!
conti por fa!! y pronto por k ya me entro el gusanito de la curiosidad!
y por cierto si esta quedando bien asi k no t preocupes xDD
bueno byee~~!
yuuko_jin- Mensajes : 199
Fecha de inscripción : 05/05/2011
Localización : en un lugar muy cerca de la JE
Re: Estocolmo [RyoTego]
que le hiciste a la familia de tego???? *sara se va allorar a los brzos de ueda*
por lo menos shinge si es bueno con el!!
que corto que es!!! dame mas ya mismo!!!
por lo menos shinge si es bueno con el!!
que corto que es!!! dame mas ya mismo!!!
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
Fecha de inscripción : 07/01/2011
Edad : 35
Localización : en UEPOPUTOPIA : soy la princesa hada que sirve al principito Ueda
Re: Estocolmo [RyoTego]
Aquí está la conti~ perdonen que esté tan fome, no quiero entrar en formalidades con tan baja inspiración u.u
La mañana del siguiente día. Pudo escuchar el ruido en la entrada de la casa. Eso indicaba que era momento de salir de ahí. Como siempre, la marcha de todos los días ¿se imagino al despertar que ese día sería el inicio de un cambio en su vida? Que lo llevaría a sentir la más grande y aberrante desesperación.
Como siempre la escuela estaba vacía. O al menos eso creía Yuya.
Caminaba por los solitarios pasillos y pudo divisar la figura de un hombre que iba de un lado a otro con pasos desorientados. Se dio la vuelta dispuesto a ignorarlo cuando escuchó que lo llamaba.
-¡Hey! ¡Espera! – siguió su camino sin dar marcha atrás ignorando la voz que lo llamaba. - ¡Hey! – escuchó los duros pasos, señal que venía corriendo tras él; no tuvo más remedio que detenerse. – Oye… puedes decime dónde está la sala de profesores por favor. – el tipo le sonrió esperando una respuesta, pero a cambio sólo recibió una mueca, silencio, y que el pequeño se diera la vuelta y siguiera su camino ignorándolo por completo. El hombre se quedó atónito ante la reacción de aquel chico, y por un momento pensó en reñirlo por falta de modales, pero mejor optó por continuar su camino, con o sin la ayuda de este encontraría el lugar que estaba buscando.
Yuya veía desde la ventana como los chicos iban llegando al colegio. Su amigo Shigeaki entraba por el enorme arco saludando a todo mundo en el patio con su enorme sonrisa, era amable con todos y a la gente le agradaba. Había escuchado en muchas ocasiones que la gente le decía, incluso frente a él “¿Por qué aun te juntas con Tegoshi? No deberías Shige” nunca escuchó que su amigo le respondiera a ese cuestionamiento, él sólo sonreía, pero en su mente Yuya pensaba lo mismo, que tenía que haber una razón por la cual su amigo no se hubiera alejado de él como el resto.
-Buenos días Tegoshi – aun con ese pensamiento en mente vio sentar a su amigo al lado suyo sin chistar. En realidad ese no era su lugar asignado originalmente, pero el chico que había ganado por sorteo ese asiento junto a Tegoshi le pidió el cambio y Kato aceptó gustoso.
El director del colegio entro al aula de tercer año acompañado de otra persona.
-Es el nuevo tutor – murmuró Shige a Tegoshi, este se incorporó un poco para observarlo y gruñó un poco al confirmar que era el tipo que se había encontrado en el pasillo. Lo había sospechado al verlo llegar tan puntual al colegio y el hecho de que no se ubicara correctamente, sin mencionar que no lo había visto antes.
-Alumnos, este será su nuevo tutor, por favor traten de conservarlo intacto hasta la graduación ¿entendieron?
-Si – respondieron los alumnos con desgane al unísono.
-¿Entendiste Kusano? Mandas a otro tutor al hospital y esta vez si te expulso.
-¿Ah? ¿Hospital? – espetó el profesor asustado dirigiendo la mirada al alumno sonriente de la primera fila que le anunciaba con mirada perversa su inminente fin.
-No se preocupe señor director que yo lo trataré muy bien.
-Mm – gruñó el director aparentemente dudando de las palabras del chico – bueno lo dejo… que Dios lo acompañe.
El profesor dio un vistazo rápido y se dispuso a presentarse con una fresca sonrisa, escribiendo su nombre en la pizarra.
-Mi nombre es Nishikido Ryo, espero nos llevemos bien y podamos trabajar juntos. – Silencio.
La mañana transcurría normalmente. Pero ese día estaba especialmente nublado. Aun así los alumnos no perdieron oportunidad de salir a relajarse durante el descanso.
-¿Vienes Yuya? – preguntó Shige a su amigo, señalando un balón de futbol. Todos los días hacía lo mismo y la respuesta siempre era negativa, aun así no se rendía con la esperanza de que algún día su amigo se levantara del pupitre y lo siguiera. Pero ese día no sucedió.
El nuevo tutor paseaba por el colegio. Escapando de las escandalosas profesoras que constantemente lo acosaban y al pasar junto a su salón tutorado se percató de la presencia de un alumno solitario.
-¡Hola! ¿No sales? – le dijo con una sonrisa. Tegoshi lo miró momentáneamente, no contestó y volteo su mirada nuevamente a la ventana. El profesor Nishikido intentó sin recibir respuesta y se retiró con una gran duda. No lo buscó más en todo el día.
La sensación normal de estar solo en casa lo invadía. Un sentimiento ciertamente confuso. La paz de no tener que enfrentar a nadie, que la gente no lo mirase, de no escuchar esos murmullos que atormentaban sus días; pero a la vez la tristeza de observar el vacío y que cada rincón de esa casa estuviese impregnado con el recuerdo de la persona que más amo en la vida y que ahora ya no estaba. Su paz se vio interrumpida. Le dio un vuelco al corazón al pensar que a su madre la habrían sacado del trabajo por alguna revuelta, pasaba a menudo y Yuya siempre pagaba las consecuencias. Pero no, la señora Tegoshi entraba sonriente conversando con alguien, ese alguien que después asomó su cabeza por la puerta saludando al pequeño Yuya que yacía sentado en el comedor.
-Él es tu primo Yuya se quedará a vivir aquí un tiempo – dijo la madre con una felicidad que no se le había visto en dos años. Yuya miró al sujeto; aquel que había conocido horas antes. Su nuevo tutor. – estoy tan feliz de que estés aquí Ryo-kun.
-Muchas gracias señora, por cierto mi tío le mandó esta carta – se la arrebató de las manos al momento que la vio y comenzó a leerla escudriñando en cada oración y cambiando la expresión de su rostro por una de inmensa felicidad.
-¡Yuya! ¡Papá vuelve a casa! – espetó triunfante y alegre sin tomar en cuenta la mueca de desagrado de su hijo menor.
-Ese hombre no es mi padre – bufó Yuya y lo que recibió como respuesta fue una bofetada de mano de su furiosa madre. El odio en los ojos del pequeño se vio reflejado.
Todo ante la mirada expectante de Nishikido que no sabía cómo actuar.
Es difícil tener sólo diecisiete años y tener que soportar tristeza, odio, soledad y desesperación al mismo tiempo.
La noche pasó silenciosa. Inclusive los sollozos de Tegoshi se acallaron a la media noche, pero incluso aun invadido por morfeo seguía su sufrimiento. Esa pesadilla que en ocasiones lo atormentaba se hacía presente nuevamente.
Despertó agitado y sudoroso, con lágrimas en los ojos y lo primero que se encontró fue la mirada preocupada de su nuevo huésped.
-Tegoshi-kun ¿está todo bien? – limpió sus lágrimas y con una mueca salió de su habitación dejando al intruso consternado.
Caminaron juntos al colegio y no a petición del pequeño. Más bien él estaba siendo perseguido por su tutor, primo y ahora invasor.
-Tegoshi-kun, ya que viviremos juntos… - le dirigió una mirada fulminante antes de cambiar su rumbo y perderse entre los árboles del parque. Nishikido suspiró. Preocupación y duda. No es que fuese raro para él ver a un chico de esa edad actuando así, pero era triste. Él mismo había sentido la soledad y sabía que era frustrante, si tenía que hacer algo por él era ayudarlo, como su alumno, como su familia.
Ese día Tegoshi no llegó a clases. Se quedó observando el río y hubiera permanecido así por siempre de no ser porque la noche se acercaba.
Llegó a casa y un agradable aroma la inundaba. En la cocina vio a su huésped cocinando algo parecido a estofado
-Tegoshi-kun, bienvenido a casa – lo saludó con una sonrisa y lo llevó a la mesa sirviendo un poco de estofado en dos platos. Tegoshi no supo que decir ¿Cuándo había sido la última vez que lo había siquiera olido? ¿Cuándo había sido la última vez que se sentaba a comer con alguien? ¿Cuándo había sido la última vez que alguien cocinaba para él? Su corazón se encogió al punto de ya no sentirlo más. Tal vez eso era lo que necesitaba: compañía. Eso lo sabía. Las sonrisas que le regalaba a Shige eran sinceras, porque sólo necesitaba tener a alguien cuya amabilidad fuera también sincera y no sólo lástima ni murmullos a sus espaldas. Aunque de cierta forma se sentía feliz, a esas alturas de su vida, no es fácil confiar en la gente, porque un día la gente que más amas se va y te deja en llanto, como pasó hace con Tomo, como pasó hace ya dos años.
La cena se tornó silenciosa; si era cierto que Yuya sentía una calidez en su corazón pero no por eso confiaría en un desconocido, y menos si ese alguien venía de parte de una de las personas que más odiaba en el mundo. Ese hombre al que su madre obligaba a llamarlo ‘padre’ el cual los había abandonado en el peor momento de su vida y había ocasionado que su madre se sumergiera en una tristeza profunda que descargaba en el alcohol. Ese hombre que desde el inicio nunca fue su padre, sólo un intruso que llegó a plantarse en su familia con pinta de buena persona y que después se había ido sin explicación lógica.
-Tegoshi-kun – Nishikido se acercó al pequeño y acarició su cabeza, este se alejó en un respingo y lo miró con reproche – si algo no anda bien puedes contarme, puedes confiar en mí, yo estaré para apoyarte.
Sí, la gente solía decir esas cosas. Pero Tegoshi ya no creía en esas palabras. Suspiro y se fue a su habitación ¿por qué creerle? ¿Por qué habría de creerle a él? Apenas conocía su origen, su nombre y su voz y era inaceptable confiar en una linda sonrisa. Yuya se acostó pensando en que seguro las cosas comenzarían a cambiar y tenía miedo de eso. Pensaba en el recuerdo de Tomo que vio reflejado en Nishikido antes, esa sonrisa, esa calidez, ese adiós. Y con esa imagen se sumergió una vez más en sus sueños esperando poder reconciliarse con ellos y poder tener una noche tanquila.
La mañana del siguiente día. Pudo escuchar el ruido en la entrada de la casa. Eso indicaba que era momento de salir de ahí. Como siempre, la marcha de todos los días ¿se imagino al despertar que ese día sería el inicio de un cambio en su vida? Que lo llevaría a sentir la más grande y aberrante desesperación.
Como siempre la escuela estaba vacía. O al menos eso creía Yuya.
Caminaba por los solitarios pasillos y pudo divisar la figura de un hombre que iba de un lado a otro con pasos desorientados. Se dio la vuelta dispuesto a ignorarlo cuando escuchó que lo llamaba.
-¡Hey! ¡Espera! – siguió su camino sin dar marcha atrás ignorando la voz que lo llamaba. - ¡Hey! – escuchó los duros pasos, señal que venía corriendo tras él; no tuvo más remedio que detenerse. – Oye… puedes decime dónde está la sala de profesores por favor. – el tipo le sonrió esperando una respuesta, pero a cambio sólo recibió una mueca, silencio, y que el pequeño se diera la vuelta y siguiera su camino ignorándolo por completo. El hombre se quedó atónito ante la reacción de aquel chico, y por un momento pensó en reñirlo por falta de modales, pero mejor optó por continuar su camino, con o sin la ayuda de este encontraría el lugar que estaba buscando.
Yuya veía desde la ventana como los chicos iban llegando al colegio. Su amigo Shigeaki entraba por el enorme arco saludando a todo mundo en el patio con su enorme sonrisa, era amable con todos y a la gente le agradaba. Había escuchado en muchas ocasiones que la gente le decía, incluso frente a él “¿Por qué aun te juntas con Tegoshi? No deberías Shige” nunca escuchó que su amigo le respondiera a ese cuestionamiento, él sólo sonreía, pero en su mente Yuya pensaba lo mismo, que tenía que haber una razón por la cual su amigo no se hubiera alejado de él como el resto.
-Buenos días Tegoshi – aun con ese pensamiento en mente vio sentar a su amigo al lado suyo sin chistar. En realidad ese no era su lugar asignado originalmente, pero el chico que había ganado por sorteo ese asiento junto a Tegoshi le pidió el cambio y Kato aceptó gustoso.
El director del colegio entro al aula de tercer año acompañado de otra persona.
-Es el nuevo tutor – murmuró Shige a Tegoshi, este se incorporó un poco para observarlo y gruñó un poco al confirmar que era el tipo que se había encontrado en el pasillo. Lo había sospechado al verlo llegar tan puntual al colegio y el hecho de que no se ubicara correctamente, sin mencionar que no lo había visto antes.
-Alumnos, este será su nuevo tutor, por favor traten de conservarlo intacto hasta la graduación ¿entendieron?
-Si – respondieron los alumnos con desgane al unísono.
-¿Entendiste Kusano? Mandas a otro tutor al hospital y esta vez si te expulso.
-¿Ah? ¿Hospital? – espetó el profesor asustado dirigiendo la mirada al alumno sonriente de la primera fila que le anunciaba con mirada perversa su inminente fin.
-No se preocupe señor director que yo lo trataré muy bien.
-Mm – gruñó el director aparentemente dudando de las palabras del chico – bueno lo dejo… que Dios lo acompañe.
El profesor dio un vistazo rápido y se dispuso a presentarse con una fresca sonrisa, escribiendo su nombre en la pizarra.
-Mi nombre es Nishikido Ryo, espero nos llevemos bien y podamos trabajar juntos. – Silencio.
La mañana transcurría normalmente. Pero ese día estaba especialmente nublado. Aun así los alumnos no perdieron oportunidad de salir a relajarse durante el descanso.
-¿Vienes Yuya? – preguntó Shige a su amigo, señalando un balón de futbol. Todos los días hacía lo mismo y la respuesta siempre era negativa, aun así no se rendía con la esperanza de que algún día su amigo se levantara del pupitre y lo siguiera. Pero ese día no sucedió.
El nuevo tutor paseaba por el colegio. Escapando de las escandalosas profesoras que constantemente lo acosaban y al pasar junto a su salón tutorado se percató de la presencia de un alumno solitario.
-¡Hola! ¿No sales? – le dijo con una sonrisa. Tegoshi lo miró momentáneamente, no contestó y volteo su mirada nuevamente a la ventana. El profesor Nishikido intentó sin recibir respuesta y se retiró con una gran duda. No lo buscó más en todo el día.
La sensación normal de estar solo en casa lo invadía. Un sentimiento ciertamente confuso. La paz de no tener que enfrentar a nadie, que la gente no lo mirase, de no escuchar esos murmullos que atormentaban sus días; pero a la vez la tristeza de observar el vacío y que cada rincón de esa casa estuviese impregnado con el recuerdo de la persona que más amo en la vida y que ahora ya no estaba. Su paz se vio interrumpida. Le dio un vuelco al corazón al pensar que a su madre la habrían sacado del trabajo por alguna revuelta, pasaba a menudo y Yuya siempre pagaba las consecuencias. Pero no, la señora Tegoshi entraba sonriente conversando con alguien, ese alguien que después asomó su cabeza por la puerta saludando al pequeño Yuya que yacía sentado en el comedor.
-Él es tu primo Yuya se quedará a vivir aquí un tiempo – dijo la madre con una felicidad que no se le había visto en dos años. Yuya miró al sujeto; aquel que había conocido horas antes. Su nuevo tutor. – estoy tan feliz de que estés aquí Ryo-kun.
-Muchas gracias señora, por cierto mi tío le mandó esta carta – se la arrebató de las manos al momento que la vio y comenzó a leerla escudriñando en cada oración y cambiando la expresión de su rostro por una de inmensa felicidad.
-¡Yuya! ¡Papá vuelve a casa! – espetó triunfante y alegre sin tomar en cuenta la mueca de desagrado de su hijo menor.
-Ese hombre no es mi padre – bufó Yuya y lo que recibió como respuesta fue una bofetada de mano de su furiosa madre. El odio en los ojos del pequeño se vio reflejado.
Todo ante la mirada expectante de Nishikido que no sabía cómo actuar.
Es difícil tener sólo diecisiete años y tener que soportar tristeza, odio, soledad y desesperación al mismo tiempo.
La noche pasó silenciosa. Inclusive los sollozos de Tegoshi se acallaron a la media noche, pero incluso aun invadido por morfeo seguía su sufrimiento. Esa pesadilla que en ocasiones lo atormentaba se hacía presente nuevamente.
-Onii-san… ¡suéltalo onii-san! ¡ONII-SAN!
Despertó agitado y sudoroso, con lágrimas en los ojos y lo primero que se encontró fue la mirada preocupada de su nuevo huésped.
-Tegoshi-kun ¿está todo bien? – limpió sus lágrimas y con una mueca salió de su habitación dejando al intruso consternado.
Caminaron juntos al colegio y no a petición del pequeño. Más bien él estaba siendo perseguido por su tutor, primo y ahora invasor.
-Tegoshi-kun, ya que viviremos juntos… - le dirigió una mirada fulminante antes de cambiar su rumbo y perderse entre los árboles del parque. Nishikido suspiró. Preocupación y duda. No es que fuese raro para él ver a un chico de esa edad actuando así, pero era triste. Él mismo había sentido la soledad y sabía que era frustrante, si tenía que hacer algo por él era ayudarlo, como su alumno, como su familia.
Ese día Tegoshi no llegó a clases. Se quedó observando el río y hubiera permanecido así por siempre de no ser porque la noche se acercaba.
Llegó a casa y un agradable aroma la inundaba. En la cocina vio a su huésped cocinando algo parecido a estofado
-Tegoshi-kun, bienvenido a casa – lo saludó con una sonrisa y lo llevó a la mesa sirviendo un poco de estofado en dos platos. Tegoshi no supo que decir ¿Cuándo había sido la última vez que lo había siquiera olido? ¿Cuándo había sido la última vez que se sentaba a comer con alguien? ¿Cuándo había sido la última vez que alguien cocinaba para él? Su corazón se encogió al punto de ya no sentirlo más. Tal vez eso era lo que necesitaba: compañía. Eso lo sabía. Las sonrisas que le regalaba a Shige eran sinceras, porque sólo necesitaba tener a alguien cuya amabilidad fuera también sincera y no sólo lástima ni murmullos a sus espaldas. Aunque de cierta forma se sentía feliz, a esas alturas de su vida, no es fácil confiar en la gente, porque un día la gente que más amas se va y te deja en llanto, como pasó hace con Tomo, como pasó hace ya dos años.
La cena se tornó silenciosa; si era cierto que Yuya sentía una calidez en su corazón pero no por eso confiaría en un desconocido, y menos si ese alguien venía de parte de una de las personas que más odiaba en el mundo. Ese hombre al que su madre obligaba a llamarlo ‘padre’ el cual los había abandonado en el peor momento de su vida y había ocasionado que su madre se sumergiera en una tristeza profunda que descargaba en el alcohol. Ese hombre que desde el inicio nunca fue su padre, sólo un intruso que llegó a plantarse en su familia con pinta de buena persona y que después se había ido sin explicación lógica.
-Tegoshi-kun – Nishikido se acercó al pequeño y acarició su cabeza, este se alejó en un respingo y lo miró con reproche – si algo no anda bien puedes contarme, puedes confiar en mí, yo estaré para apoyarte.
Sí, la gente solía decir esas cosas. Pero Tegoshi ya no creía en esas palabras. Suspiro y se fue a su habitación ¿por qué creerle? ¿Por qué habría de creerle a él? Apenas conocía su origen, su nombre y su voz y era inaceptable confiar en una linda sonrisa. Yuya se acostó pensando en que seguro las cosas comenzarían a cambiar y tenía miedo de eso. Pensaba en el recuerdo de Tomo que vio reflejado en Nishikido antes, esa sonrisa, esa calidez, ese adiós. Y con esa imagen se sumergió una vez más en sus sueños esperando poder reconciliarse con ellos y poder tener una noche tanquila.
Kashi- Mensajes : 185
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Re: Estocolmo [RyoTego]
ryo no sera malo con tego no??? no le ara nada malo verdad??? me da miedo que si
esa madre me cae mal, y lo el padre no lo entiendo no es su padre biológico, o si lo es y solo es mal padre??? fue tan cortito!!!! u.u
esa madre me cae mal, y lo el padre no lo entiendo no es su padre biológico, o si lo es y solo es mal padre??? fue tan cortito!!!! u.u
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
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Re: Estocolmo [RyoTego]
Sara dijiste que con este no me acosarías ;----; Déjame terminar el del diario y me dedico en cuerpo y alma a este sí? [A medias, Porque recuerda que tengo otro donde mato abuelas!!]
Kashi- Mensajes : 185
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Re: Estocolmo [RyoTego]
te dije eso? se me olvido! jeje! n.n okis no acoso en este u.u
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
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Re: Estocolmo [RyoTego]
yo quiero conti!!! D:!!!!
contiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
contiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Arioka_shinku- Mensajes : 39
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Re: Estocolmo [RyoTego]
yo hace rato que quiero la conti de este!!!! n.n
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
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Re: Estocolmo [RyoTego]
este tego me recuerda a el de ie ga tooi, k no habla jajajaja ya terminaste el del diario ahora continuacion siiiiiiiiiiii anda siiiiiiiiiii k lindo el ryo me recuerda a sosuke jajajaj al principio jajajaj
z@b-€r- Mensajes : 88
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Re: Estocolmo [RyoTego]
siii!!! fa quiero conti!!!
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
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Re: Estocolmo [RyoTego]
heeeeeeeeeee!! como osas dejar a tu hijo ( el fic) sin conti!!!!!
quero conti!!!!!!!! por favor!! o el ardillo sera secuestrado!!!!!!!
quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!!
quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!!
quero conti!!!!!!!! por favor!! o el ardillo sera secuestrado!!!!!!!
quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!!
quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!! quiero conti o algo podria pasarle al ardillo y al pastelillo !!!
DANNYKAZU- Mensajes : 627
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Edad : 37
Localización : en el caparazon de kazu
Re: Estocolmo [RyoTego]
Estoy trabajando en este T.T pero por favor no me pidan conti así u.u esta historia es más que un fic, es importante para mí, me gustaría saber su opinión sobre todo~ espero colgar la conti pronto~
Kashi- Mensajes : 185
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Localización : Johnny's Land [acosando a Goseki con Koyama]
Re: Estocolmo [RyoTego]
BIEN NIEN!!! TONS TE DEJARE ESCRIBIR TRANKI PARA QUE SALGA COMO PLANEAS... YAA TU ARDILLO TE ACOMPAÑA!!! H! QUIERES MI COMENT.. BUENO.... ES UNA HISTORIA INTEREZANTE, ME TIENE INTRIGADA.. ATRAPADA!!!! ME GUSTA!!!! X ESO PIDO CONTI... ^///^
DANNYKAZU- Mensajes : 627
Fecha de inscripción : 29/06/2011
Edad : 37
Localización : en el caparazon de kazu
Re: Estocolmo [RyoTego]
hasta que lo lei >.< bueno que decir? por lo que he visto (que no ha sido mucho) la historia se ve interesante todo queda en ver como se suceden el resto de cpitulos xDDD mori con ryo jajajajaja osea si... tego forever alone *no cuento a shige* y de repente aparece un tipo que es su profesor, su primo y encima vive en su casa juas!!!! y su mama que le pega gahjgdahsjgd bien bien!!! no creo que pueda decir mucho mas del fic... por ahora... todo queda en ver como sigue ^^
ganbatte Fa~~!!! si yo se que esto esta chupado lo vas a sacar facil en cuanto te pongas un poquito ya lo veras~~ ^^ solo no te alteres ni te presiones ñ_ñ
ganbatte Fa~~!!! si yo se que esto esta chupado lo vas a sacar facil en cuanto te pongas un poquito ya lo veras~~ ^^ solo no te alteres ni te presiones ñ_ñ
Nyaomi- Mensajes : 543
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Localización : Recorriendo la Johnny's ^^
Re: Estocolmo [RyoTego]
fa suerte con el fic, demo, conti sipo!!!?
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
Fecha de inscripción : 07/01/2011
Edad : 35
Localización : en UEPOPUTOPIA : soy la princesa hada que sirve al principito Ueda
Re: Estocolmo [RyoTego]
Los días siguientes amenazaban con llegar llenos de cambios. Ya había pasado una semana desde que Nishikido Ryo había invadido la casa de Tegoshi. Muchas cosas se tornaron diferentes, la limpieza, el aroma a comida recién hecha, ya no más del pestilente olor a licor que se respiraba por las mañanas. La madre de Yuya sonreía esperando el día prometido. Asqueado, el pequeño Tegoshi se sentía asqueado de tantas atenciones por parte de su “primo” no quería eso, quería alejarlo como al resto del mundo, pero entre más lo intentaba menos lograba su objetivo.
El corazón de un joven es frágil y aunque el de Tegoshi estaba por demás lastimado aun era susceptible al acoso. “Me das asco Teogshi,” “tu madre es una puta y una ebria” “deberías matarte de una vez” “Tu familia es sucia.” Su expresión decía que no le importaba, pero a veces se ocultaba de toda esa gente y en las sombras descargaba sus lágrimas.
-Tegoshi – su cuerpo se estremeció al escuchar esa voz hablándole – tranquilo, yo estoy aquí, no les hagas caso… vamos a casa. – Shige lo ayudó a incorporarse y secó las lágrimas de su inmóvil amigo. Caminaron como de costumbre, sólo que algo no era usual, el silencio que generalmente los invadía se veía ahora inundado por los sollozos de Tegoshi. Se acomodaron en un solitario parque.
-Shige – susurró Yuya – necesito… hablar… con Keii-nii. – Lo miró suplicante. Kato sólo suspiro y esbozó una sonrisa de medio lado.
-Lo siento Tego… él no quiere hablar contigo, perdóname, ya lo he tratado, pero no…
-Por favor Shige… necesito saber… necesito saber lo que le pasó a Tomo, habla con tu hermano, por favor. – Las lágrimas que habían cesado aparecieron en los ojos de Yuya de nuevo; suplicaban un poco de ayuda.
-Lo intentaré Tegoshi lo prometo. – El mayor bajó la mirada al responder, dando por hecho la respuesta que recibiría y sintiéndose culpable por darle a su amigo esperanzas que no serían correspondidas.
Se despidieron como lo hacían usualmente, con un movimiento de mano enérgico por parte de Shige y una sonrisa de medio lado por parte de Tegoshi.
Al llegar a casa el mismo escenario lo esperaba. Aquel invasor en flamante mandil rosa en la cocina. Esa imagen lo hizo remontarse al pasado.
-Flash Back-
-Onii-san - ¿llegaremos pronto a casa?
-Pronto, mamá dijo que cocinaría algo especial por tu primer día de clases. – Yuya sostenía fuertemente la mano de su hermano mayor, aferrándose a sus dedos, confiando en su protección y sus cuidados.
-Tadaima~ - dijeron al unísono mientras se descalzaban y entraban a casa, pronto el olfato del menor se vio inundado por el delicioso aroma de los vegetales y la carne.
-¡Estofado! – Corriendo hasta la cocina pudo divisar la figura de su madre sonriendo amable para después recibir con un beso a sus dos hijos.
-Fin Flash Back-
-Tegoshi-kun v… - Nishikido no puedo terminar su oración al darse cuenta como su primo le daba la espalda y subía a su habitación, ese sin lugar a dudas, era un rechazo.
El día siguiente era igual que el anterior, a pesar de que el fin de semana daba comienzo, para Tegoshi no había diferencia. Pero esa mañana algo lo sorprendió mientras estaba acostado en su cama leyendo un libro.
-¡Tegoshi! – Retumbó el grito en sus oídos - ¡Vamos, vamos! – Shige lo sacó arrastrando de su habitación sin darle ninguna explicación; absorto, Yuya dejó que su amigo manipulara su cuerpo hasta que se dio cuenta del lugar en el que estaban.
-Justo como te dije… Keiichiro se negó a hablar contigo, pero ya no quiero que llores Tegoshi, así que lo obligaremos a hablar. – Lo arrastró nuevamente hasta la habitación donde su hermano mayor se entretenía con una vieja consola de videojuegos. Se exaltó al escuchar la intromisión, más fue su sorpresa al dirigir la mirada al marco de la puerta y ver a Yuya del brazo de su hermano pequeño.
-¿Qué crees que haces Shigeaki? – Se incorporó de su posición en el suelo de la habitación y habló con tono retador a su hermano – te dije que…
-¡Me importa poco lo que digas! – Shige comenzaba a desesperarse – ¡Tegoshi necesita hablar contigo! Necesita…
-¡¿Y qué quieres que le diga?! ¡Tu hermano era un loco Yuya! Nunca sabía lo que pasaba por su cabeza.
-Pero… - en un hilo de voz casi imperceptible por parte de Tegoshi – era tu amigo…
-Nunca lo fue… el no pudo confiar en mí… - Keiichiro se perdió en sus recuerdos y no dijo más.
-Vámonos Tegoshi, no vale la pena hablar con él – una mirada de repudio por parte de Shige hacia su hermano mayor dio por terminada la conversación. Tegoshi sólo tomó rumbo de regreso a casa, estaba completamente vacía. Eso lo hizo sentirse aliviado, quería llorar, tal vez como nunca lo había hecho, quería sacar todo aquello que aun seguía torturándolo y sabía el lugar preciso donde hacer eso.
Ese sitio que tanto dolor le causaba, la habitación de su hermano, el mundo de Tomo. Intacta. Aun se encontraba la cama desarreglada, la guitarra vieja, las partituras sobre el suelo, la mancha de sangre negra y hedionda en el piso, el único rastro que quedaba de aquella escena. Nadie había querido tocar lo que ahí se encontraba, sólo se llevaron el cuerpo tratando de mantener lo más intacto posible ese aura. Generalmente esa habitación estaba bajo llave, pero en una de las borracheras de su madre Yuya había logrado extraer la llave de su bolsillo y sacarle una copia, desde entonces visitaba en secreto ese lugar que tanta agonía le producía. ¿Cuál era la razón? Los recuerdos no eran sólo tristeza, había una razón porque su vida se había apagado cuando se fue esa persona; todos los recuerdos felices de una vida a su lado seguían allí, se infiltraban en su mente y hacían polvo aquellos recuerdos tormentosos. Aun así no podía evitar llorar; sollozando mientras se ahogaba con su propia respiración, con sus propias lágrimas, con su propio dolor. Aquellos sollozos que llegaron a oídos del recién llegado que al abrir la puerta sintió su corazón encogerse al contemplar la escena.
-Tegoshi-kun - un sobresalto por parte del menor al notar la presencia del intruso. Se incorporó de inmediato dispuesto a romper esa aura penosa consiguiéndolo sin éxito. Lo único que recibió a cambio de su intención de rechazo fue un abrazo. Podía sentir la calidez de aquella persona que lo rodeaba con sus brazos sin emitir alguna palabra de consuelo; una vez más vio en él el reflejo de la persona que más había amado, que más había deseado proteger. No respondió el abrazo, pero tampoco se alejó, el aroma de Nishikido se transmutaba en los sentidos de Yuya, convirtiéndolo en el aroma de Tomohisa, un aroma a confianza y paz que su memoria había dejado grabado en su olfato, en su corazón y en su mente, que al invadirlo provocó que sus lágrimas brotaran nuevamente agradeci9endo aquel momentáneo consuelo.
Ninguno de los dos habló más sobre el tema. Nishikido tomó las compras que había hecho y cocinaba sonriente mientras le contaba a Tegoshi sus aventuras en el supermercado. Yuya no contestaba, a veces asentía o medio sonreía al ver a su primo tan emocionado por la oferta de sandías. Después de aquello la cena estaba lista y los dos se sentaron a degustar los deliciosos fideos especiales, Ryo era un gran cocinero, cosa que Tegoshi ya había notado, por un momento quiso olvidar todo, dejar todo atrás y disfrutar un poco de su compañía. Una cena que duró muchas horas y que terminó con la inevitable hora de dormir.
¿Qué pasaba en la mente de Nishikido? ¿Era su alma tan apacible como su faz? Esas preguntas invadieron al pequeño en cuanto se postró en su cama, dispuesto a descansar. Es así como deben ser las personas cuando su vida es normal y fácil ¿qué circunstancias son las que te llevan a la más obscura desesperación? La de Yuya era causada por la ausencia de su hermano mayor, por la tragedia de su familia ¿cuáles habían sido las causas de Tomo? ¿Acaso su vida no era fácil? ¿Acaso no era feliz como su sonrisa lo demostraba… como Yuya lo creía, como incluso Keiichiro lo pensaba? ¿Qué escondía Tomo? ¿Qué secreto lo abrumaba?
-¿Qué pasó… Onii-san? – y con este último cuestionamiento aun en su mente y en sus lábios se adentró en sus sueños.
En la habitación contigua, hundido en sus propios pensamientos estaba quien podría tener la respuesta a todas esas preguntas, que a diferencia de Tegoshi, no pudo tener un sueño pacífico esa noche.
*
*
-Tegoshi ¿vienes? – Como todas las mañanas después al sonar la campana que anunciaba la hora del descanso Shige señaló el balón de soccer e invitó a Tegoshi a jugar a sabiendas que lo rechazaría. En ese momento los ojos de Yuya se cruzaron con los de Ryo quien lo observaba ansioso desde su escritorio y de cierta forma le decía que era hora de salir de su burbuja y empezar a convivir con los otros chicos ¿eso era lo que realmente quería decir la mirada de Ryo? ¿O es que Tegoshi necesitaba una excusa para hacer realidad su anhelo de ser el mismo chico de antes? Pero sus piernas no reaccionaron y sólo pudo desviar la mirada acto que Shige tomó como una negación a su oferta y se retiró agregando una batalla perdida más a su lista.
-¿Quieres que almorcemos juntos? – Era Nishikido el que ofertaba ahora. Pero él no espero respuesta; tomó una de las sillas volteándola hacia el escritorio de Tegoshi y de su portafolio sacó un par de bentos. – Hice este para ti, te lo habría dado en la mañana si no hubieras salido corriendo.- Tegoshi se quedó mudo, sólo tomó el bento que al abrirlo despidió un delicioso aroma pero no tan delicioso como su sabor. Nishikido le producía ese sentimiento tan cálido que lo hizo almorzar a gusto e incluso platicar de un par de cosas y responder un par de preguntas, en ese momento pudo sentirse vivo.
Seguían almorzando cuando alguien entró al salón de clases.
-Que buena pinta – exclamó Shige al observar el bento a medio terminar de Tegoshi. Tomó sin decir más los palillos de este y probó un bocado de tortilla -¡delicioso! – espetó y se sentó en su lugar correspondiente. El aula comenzó a llenarse de ruido y chicos que regresaban al momento justo que la campana sonó, Nishikido rápidamente tomó su bento y salió del salón sin despedirse, con una mirada que nadie notó, ni Tegoshi ni Shige o alguno de los otros chicos que se lo toparon en la entrada, nadie fue testigo de aquella dura expresión. Por alguna razón estaba molesto atravesando el colegio con un aura de furia que iba dejando un rastro obscuro por donde pasaba. Llegó a la parte trasera del patio y una vez que se cercioró que nadie lo observaba descargó su ira azotando el recipiente que llevaba en mano hacia una pared la cual quedó salpicada con las sobras de comida, aquellas que nunca nadie se molestó en retirar.
El corazón de un joven es frágil y aunque el de Tegoshi estaba por demás lastimado aun era susceptible al acoso. “Me das asco Teogshi,” “tu madre es una puta y una ebria” “deberías matarte de una vez” “Tu familia es sucia.” Su expresión decía que no le importaba, pero a veces se ocultaba de toda esa gente y en las sombras descargaba sus lágrimas.
-Tegoshi – su cuerpo se estremeció al escuchar esa voz hablándole – tranquilo, yo estoy aquí, no les hagas caso… vamos a casa. – Shige lo ayudó a incorporarse y secó las lágrimas de su inmóvil amigo. Caminaron como de costumbre, sólo que algo no era usual, el silencio que generalmente los invadía se veía ahora inundado por los sollozos de Tegoshi. Se acomodaron en un solitario parque.
-Shige – susurró Yuya – necesito… hablar… con Keii-nii. – Lo miró suplicante. Kato sólo suspiro y esbozó una sonrisa de medio lado.
-Lo siento Tego… él no quiere hablar contigo, perdóname, ya lo he tratado, pero no…
-Por favor Shige… necesito saber… necesito saber lo que le pasó a Tomo, habla con tu hermano, por favor. – Las lágrimas que habían cesado aparecieron en los ojos de Yuya de nuevo; suplicaban un poco de ayuda.
-Lo intentaré Tegoshi lo prometo. – El mayor bajó la mirada al responder, dando por hecho la respuesta que recibiría y sintiéndose culpable por darle a su amigo esperanzas que no serían correspondidas.
Se despidieron como lo hacían usualmente, con un movimiento de mano enérgico por parte de Shige y una sonrisa de medio lado por parte de Tegoshi.
Al llegar a casa el mismo escenario lo esperaba. Aquel invasor en flamante mandil rosa en la cocina. Esa imagen lo hizo remontarse al pasado.
-Flash Back-
-Onii-san - ¿llegaremos pronto a casa?
-Pronto, mamá dijo que cocinaría algo especial por tu primer día de clases. – Yuya sostenía fuertemente la mano de su hermano mayor, aferrándose a sus dedos, confiando en su protección y sus cuidados.
-Tadaima~ - dijeron al unísono mientras se descalzaban y entraban a casa, pronto el olfato del menor se vio inundado por el delicioso aroma de los vegetales y la carne.
-¡Estofado! – Corriendo hasta la cocina pudo divisar la figura de su madre sonriendo amable para después recibir con un beso a sus dos hijos.
-Fin Flash Back-
-Tegoshi-kun v… - Nishikido no puedo terminar su oración al darse cuenta como su primo le daba la espalda y subía a su habitación, ese sin lugar a dudas, era un rechazo.
El día siguiente era igual que el anterior, a pesar de que el fin de semana daba comienzo, para Tegoshi no había diferencia. Pero esa mañana algo lo sorprendió mientras estaba acostado en su cama leyendo un libro.
-¡Tegoshi! – Retumbó el grito en sus oídos - ¡Vamos, vamos! – Shige lo sacó arrastrando de su habitación sin darle ninguna explicación; absorto, Yuya dejó que su amigo manipulara su cuerpo hasta que se dio cuenta del lugar en el que estaban.
-Justo como te dije… Keiichiro se negó a hablar contigo, pero ya no quiero que llores Tegoshi, así que lo obligaremos a hablar. – Lo arrastró nuevamente hasta la habitación donde su hermano mayor se entretenía con una vieja consola de videojuegos. Se exaltó al escuchar la intromisión, más fue su sorpresa al dirigir la mirada al marco de la puerta y ver a Yuya del brazo de su hermano pequeño.
-¿Qué crees que haces Shigeaki? – Se incorporó de su posición en el suelo de la habitación y habló con tono retador a su hermano – te dije que…
-¡Me importa poco lo que digas! – Shige comenzaba a desesperarse – ¡Tegoshi necesita hablar contigo! Necesita…
-¡¿Y qué quieres que le diga?! ¡Tu hermano era un loco Yuya! Nunca sabía lo que pasaba por su cabeza.
-Pero… - en un hilo de voz casi imperceptible por parte de Tegoshi – era tu amigo…
-Nunca lo fue… el no pudo confiar en mí… - Keiichiro se perdió en sus recuerdos y no dijo más.
-Vámonos Tegoshi, no vale la pena hablar con él – una mirada de repudio por parte de Shige hacia su hermano mayor dio por terminada la conversación. Tegoshi sólo tomó rumbo de regreso a casa, estaba completamente vacía. Eso lo hizo sentirse aliviado, quería llorar, tal vez como nunca lo había hecho, quería sacar todo aquello que aun seguía torturándolo y sabía el lugar preciso donde hacer eso.
Ese sitio que tanto dolor le causaba, la habitación de su hermano, el mundo de Tomo. Intacta. Aun se encontraba la cama desarreglada, la guitarra vieja, las partituras sobre el suelo, la mancha de sangre negra y hedionda en el piso, el único rastro que quedaba de aquella escena. Nadie había querido tocar lo que ahí se encontraba, sólo se llevaron el cuerpo tratando de mantener lo más intacto posible ese aura. Generalmente esa habitación estaba bajo llave, pero en una de las borracheras de su madre Yuya había logrado extraer la llave de su bolsillo y sacarle una copia, desde entonces visitaba en secreto ese lugar que tanta agonía le producía. ¿Cuál era la razón? Los recuerdos no eran sólo tristeza, había una razón porque su vida se había apagado cuando se fue esa persona; todos los recuerdos felices de una vida a su lado seguían allí, se infiltraban en su mente y hacían polvo aquellos recuerdos tormentosos. Aun así no podía evitar llorar; sollozando mientras se ahogaba con su propia respiración, con sus propias lágrimas, con su propio dolor. Aquellos sollozos que llegaron a oídos del recién llegado que al abrir la puerta sintió su corazón encogerse al contemplar la escena.
-Tegoshi-kun - un sobresalto por parte del menor al notar la presencia del intruso. Se incorporó de inmediato dispuesto a romper esa aura penosa consiguiéndolo sin éxito. Lo único que recibió a cambio de su intención de rechazo fue un abrazo. Podía sentir la calidez de aquella persona que lo rodeaba con sus brazos sin emitir alguna palabra de consuelo; una vez más vio en él el reflejo de la persona que más había amado, que más había deseado proteger. No respondió el abrazo, pero tampoco se alejó, el aroma de Nishikido se transmutaba en los sentidos de Yuya, convirtiéndolo en el aroma de Tomohisa, un aroma a confianza y paz que su memoria había dejado grabado en su olfato, en su corazón y en su mente, que al invadirlo provocó que sus lágrimas brotaran nuevamente agradeci9endo aquel momentáneo consuelo.
Ninguno de los dos habló más sobre el tema. Nishikido tomó las compras que había hecho y cocinaba sonriente mientras le contaba a Tegoshi sus aventuras en el supermercado. Yuya no contestaba, a veces asentía o medio sonreía al ver a su primo tan emocionado por la oferta de sandías. Después de aquello la cena estaba lista y los dos se sentaron a degustar los deliciosos fideos especiales, Ryo era un gran cocinero, cosa que Tegoshi ya había notado, por un momento quiso olvidar todo, dejar todo atrás y disfrutar un poco de su compañía. Una cena que duró muchas horas y que terminó con la inevitable hora de dormir.
¿Qué pasaba en la mente de Nishikido? ¿Era su alma tan apacible como su faz? Esas preguntas invadieron al pequeño en cuanto se postró en su cama, dispuesto a descansar. Es así como deben ser las personas cuando su vida es normal y fácil ¿qué circunstancias son las que te llevan a la más obscura desesperación? La de Yuya era causada por la ausencia de su hermano mayor, por la tragedia de su familia ¿cuáles habían sido las causas de Tomo? ¿Acaso su vida no era fácil? ¿Acaso no era feliz como su sonrisa lo demostraba… como Yuya lo creía, como incluso Keiichiro lo pensaba? ¿Qué escondía Tomo? ¿Qué secreto lo abrumaba?
-¿Qué pasó… Onii-san? – y con este último cuestionamiento aun en su mente y en sus lábios se adentró en sus sueños.
En la habitación contigua, hundido en sus propios pensamientos estaba quien podría tener la respuesta a todas esas preguntas, que a diferencia de Tegoshi, no pudo tener un sueño pacífico esa noche.
*
*
-Tegoshi ¿vienes? – Como todas las mañanas después al sonar la campana que anunciaba la hora del descanso Shige señaló el balón de soccer e invitó a Tegoshi a jugar a sabiendas que lo rechazaría. En ese momento los ojos de Yuya se cruzaron con los de Ryo quien lo observaba ansioso desde su escritorio y de cierta forma le decía que era hora de salir de su burbuja y empezar a convivir con los otros chicos ¿eso era lo que realmente quería decir la mirada de Ryo? ¿O es que Tegoshi necesitaba una excusa para hacer realidad su anhelo de ser el mismo chico de antes? Pero sus piernas no reaccionaron y sólo pudo desviar la mirada acto que Shige tomó como una negación a su oferta y se retiró agregando una batalla perdida más a su lista.
-¿Quieres que almorcemos juntos? – Era Nishikido el que ofertaba ahora. Pero él no espero respuesta; tomó una de las sillas volteándola hacia el escritorio de Tegoshi y de su portafolio sacó un par de bentos. – Hice este para ti, te lo habría dado en la mañana si no hubieras salido corriendo.- Tegoshi se quedó mudo, sólo tomó el bento que al abrirlo despidió un delicioso aroma pero no tan delicioso como su sabor. Nishikido le producía ese sentimiento tan cálido que lo hizo almorzar a gusto e incluso platicar de un par de cosas y responder un par de preguntas, en ese momento pudo sentirse vivo.
Seguían almorzando cuando alguien entró al salón de clases.
-Que buena pinta – exclamó Shige al observar el bento a medio terminar de Tegoshi. Tomó sin decir más los palillos de este y probó un bocado de tortilla -¡delicioso! – espetó y se sentó en su lugar correspondiente. El aula comenzó a llenarse de ruido y chicos que regresaban al momento justo que la campana sonó, Nishikido rápidamente tomó su bento y salió del salón sin despedirse, con una mirada que nadie notó, ni Tegoshi ni Shige o alguno de los otros chicos que se lo toparon en la entrada, nadie fue testigo de aquella dura expresión. Por alguna razón estaba molesto atravesando el colegio con un aura de furia que iba dejando un rastro obscuro por donde pasaba. Llegó a la parte trasera del patio y una vez que se cercioró que nadie lo observaba descargó su ira azotando el recipiente que llevaba en mano hacia una pared la cual quedó salpicada con las sobras de comida, aquellas que nunca nadie se molestó en retirar.
Kashi- Mensajes : 185
Fecha de inscripción : 15/08/2011
Localización : Johnny's Land [acosando a Goseki con Koyama]
Re: Estocolmo [RyoTego]
me muero por saber que es lo que saben keii y ryo acerca de yamapi y de su muerte!!!! que dejen ya los secretos y hablen!!!
ryo se enojo por que shige probo la comida de tego? la madre no salio en el capi, donde estará?
que asco lo de la habitación de yamapi!!!!
espero pronto el siguiente capi!!!! por faaa!!!
ryo se enojo por que shige probo la comida de tego? la madre no salio en el capi, donde estará?
que asco lo de la habitación de yamapi!!!!
espero pronto el siguiente capi!!!! por faaa!!!
Princesa Saranini de Ueda- Mensajes : 2587
Fecha de inscripción : 07/01/2011
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Re: Estocolmo [RyoTego]
ohh va muy bien! que lindo es Ryo con Tego ;O;!!! y hasta se enojo que los interrumpieran quiero leer la conti ;__;
Tegoyan- Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 01/09/2011
Re: Estocolmo [RyoTego]
YOOOOOOO!!!!
bueno.. dandome a la tarea de acosar a Fa, mi hija, por ke me encantan sus fics...
Yhaa.. la vdd no habia leido el ultimo cap!!!
Pero.. ya estoy aqui!!
ME UNO A SARA PPRINCESS!!
Pido conti!!!!!!!!!! .. yo tu amorosa mami... pide conti de este fic que .. bue.. si no es originalmente un fic... es una muy buena historia!
La verdad estoy mega intrigada por el pasado de tego y de tomo
Y luego ryo y ... jaja de n uevo ryo de cheff ...
Pero.. su actitud es rara.. demasiado... .... haaa se enojo??? huuyooo
bueno... pido conti cariñosa!!!
Con amor mami <-------------- yo y mis cursilerias!!
bueno.. dandome a la tarea de acosar a Fa, mi hija, por ke me encantan sus fics...
Yhaa.. la vdd no habia leido el ultimo cap!!!
Pero.. ya estoy aqui!!
ME UNO A SARA PPRINCESS!!
Pido conti!!!!!!!!!! .. yo tu amorosa mami... pide conti de este fic que .. bue.. si no es originalmente un fic... es una muy buena historia!
La verdad estoy mega intrigada por el pasado de tego y de tomo
Y luego ryo y ... jaja de n uevo ryo de cheff ...
Pero.. su actitud es rara.. demasiado... .... haaa se enojo??? huuyooo
bueno... pido conti cariñosa!!!
Con amor mami <-------------- yo y mis cursilerias!!
DANNYKAZU- Mensajes : 627
Fecha de inscripción : 29/06/2011
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Localización : en el caparazon de kazu
Fiction Asian Lovers :: Fan Fics :: Boy x Boy Love :: Proccess :: Johhny's
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Jue Feb 13, 2014 3:11 pm por smily23
» Amo mi trabajo: Personajes: Jin Akanishi, Nishikido Ryo, Ueda Ttatsuya, Alguien a quien no supe ponerle nombre, lo llamo Xchan!
Vie Ene 31, 2014 2:39 am por Princesa Saranini de Ueda
» TaNaka: “IMPREGNADO A TU PIEL” Parte 2
Lun Dic 09, 2013 12:28 am por Saku-chan
» MY LOVE AKAME
Lun Dic 09, 2013 12:22 am por Saku-chan
» ***NEWS***
Miér Oct 09, 2013 8:08 pm por andreita26
» HOLA A TODOS
Miér Oct 09, 2013 8:05 pm por andreita26
» A TRAVEZ DEL TIEMPO NUESTRO AMOR DURARA
Dom Sep 22, 2013 1:39 am por Yuya Danae
» TE AMARE POR SIEMPRE - AKAME ♥
Dom Sep 22, 2013 12:30 am por Yuya Danae
» RECUERDAME (AKAME)
Lun Sep 09, 2013 6:19 pm por yuhi_ kamenashi